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El Alberto festejó en San Luis: "Una enorme renovación de dirigentes"

El gobernador puntano obtuvo el 41% de los votos, aventajando por 7 puntos a Claudio Poggi de Cambiemos

Por Redacción

17 de junio, 2019 - 10:02

El gobernador de San Luis, Alberto Rodríguez Saá, obtuvo su reelección al imponerse por más de siete puntos de diferencia sobre Claudio Poggi en las elecciones provinciales a gobernador, mientras su hermano Adolfo finalizó tercero.

Escrutadas el 92,21 por ciento de las mesas hacia las 23:59 de este domingo, Rodríguez Saá, del Frente Unidad Justicialista, lograba el 42,03% de los votos y se aseguraba la victoria con 7,16 puntos de ventaja, relegando al segundo puesto al senador de Cambiemos Poggi (Alianza San Luis Unido), que conseguía el 34,87%.

En el tercer lugar finalizó el senador y hermano del actual mandatario puntano, Adolfo Rodríguez Saá (Alianza Juntos por la Gente), con el 21,98% de los sufragios.

Pasadas las 23, Alberto apareció en un escenario montado en su búnker de campaña y fue ovacionado por la militancia durante largos minutos, antes de que expresara sus primeras palabras: "Administremos la energía porque el festejo sigue mañana", sostuvo el mandatario puntano.

Además, calificó como "extraordinario" al éxito electoral de este domingo y agregó: "Ha sido el triunfo excepcional de una nueva generación de dirigentes".

"La juventud ha sido acompañada por el peronismo histórico, que ha comprendido que la provincia de San Luis necesitaba esta enorme renovación de dirigentes que se ha generado en esta elección", enfatizó Alberto.

Por su parte, Adolfo Rodríguez Saá reconoció públicamente su derrota incluso antes de que comenzaran a difundirse los primeros cómputos oficiales, minutos antes de las 21.

"Es natural que nos sintamos un poco decepcionados, tristes, cansados (...) Ojalá el resultado hubiese sido otro", sostuvo el legislador en su búnker de campaña.

Con estos resultados, en una provincia en la que los hermanos Rodríguez Saá detentan el Poder desde 1983 prácticamente en forma ininterrumpida, Alberto sellaba su reelección en unos inusuales comicios en los que compitió contra Adolfo.