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El estatal mendocino aporta todos los meses, pero... ¿funciona la OSEP?

02 de junio, 2019 - 14:42

La historia de la obra social de los empleados públicos de la provincia de Mendoza tiene complejos laberintos que se remontan en el tiempo. Cada uno con la impronta de la conducción política que la manejó, no siempre o casi nunca, a favor del afiliado que debería ser la única razón o el fin último de la OSEP.

Las excepciones son las buenas administraciones, pocas, pero las hay. Ahí la obra social tiene necesarios despegues que redundaban con eficiencia en prestaciones, más servicios y estructuras edilicias.

Sí queda claro que siempre es un apetecible bastión de muchos dirigentes políticos que la utilizaron –¿la utilizan?– para catapultar sus caminos que van más allá de una buena administración.

En ese sentido el afiliado vio de todo, sufrió de todo y se asombró de todo. Desde faltantes de medicamentos, precariedad en los servicios y hasta administradores políticos que hicieron su jugoso colchón con fondos que vaya uno a saber hacia dónde fueron aparar.

Aunque no se debe ser ingenuo para atender y entender que esos dineros fueron utilizados con fines non santos.

Lo grave de todas esas situaciones es que el único perjudicado fue el afiliado, su familia y nadie, absolutamente, produjo investigación alguna. Ni desde la Legislatura provincial, ni desde organismos de contralor, ni siquiera de la Justicia. Es como que le dicen al trabajador estatal: “pasó algo, es natural y está previsto que sea así”.

En la OSEP ha pasado de todo y sigue pasando de todo. Prestadores de distintas modalidades de la salud, como así servicios de laboratorios y otros rubros que antes recibían la obra social, hoy ya no lo hacen. Algo que transmiten a los afiliados al momento que estos concurren a ellos por alguna dolencia o atención.

Entonces se cae en la cuenta que algo no está funcionando con normalidad en la obra social.

Muchos se remontan a pocos años atrás, cuando derechos esenciales que le asisten a los afiliados y sus familias, caso discapacidad u otras anormalidades, no eran atendidos por la OSEP. El empuje ciudadano hizo que eso se revirtiera. Tarde para los que lo sufrieron, pero se revirtió al fin.

Se habían cometido injusticias sobre esos seres que padecen discapacidades, esencialmente mentales. Padres y familiares tuvieron que deambular con sus hijos por diferentes organismos del Estado mendigando ayuda para solventar tratamientos, medicación y todo tipo de elementos y asistencia que necesitan personas especiales.

Aspecto inadmisible, cuando a ese afiliado se le descuenta rigurosamente todos los meses de su salario el porcentaje para la obra social. La injusticia se terminó cuando entró a tallar la modificación a la ley 5041, que fue fruto de la lucha de la gente.

El bono de haberes del Estado mendocino refleja que la obra social descuenta todos los meses un fondo por discapacidad, fondo de enfermedades catastróficas y la obra social propiamente dicha. Ítems que tienen importantes montos que varían al sueldo del trabajador estatal activo o pasivo, pero que hace a las millonarias cifras mensuales que recibiría la OSEP. Se debería agregar el monto que anualmente concluye a la obra social desde el presupuesto general de la Provincia.  

Otros aspectos que se ventilan de la obra social, es lo que ocurre con los médicos residentes. A ellos se les hace una modalidad de contrato tan particular como cuestionable. A los flamantes profesionales recibidos y matriculados les indican que son ubicados en la modalidad de beca estudiantil para abonar sus honorarios.

Una cuestión inaceptable si se tiene en cuenta que estamos hablando de médicos, no de estudiantes, y de normativas del pago de sueldos que no se estarían cumpliendo, ya que esa beca implicaría pago en negro.

Esto es parte de lo que sucede con la obra social de los empleados públicos. Con muchas historias que contar, analizar, ponderar, cuestionar, investigar y archivar. Algunas de esas historias se conocen, otras no.

Quedará en la responsabilidad generalizada de quienes hacen a la obra social expresar si todo lo que se fue dejando en el camino se puede recuperar. Si todo lo alcanzado se condice con las prestaciones que deben brindarse a los afiliados.

Fundamentalmente si hoy la obra social abarca el universo prestacional que necesita el afiliado. Todos esos puntos que encierran el aporte mensual del empleado o jubilado estatal y el presupuesto que la contiene, como para responder si la OSEP funciona.