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La grieta llegó a la UCR: Cornejo deberá atender los dos frentes

Un sector de la UCR impulsa una nueva propuesta para la Convención Nacional, que consiste en ratificar su pertenencia a Cambiemos

Por Redacción

24 de mayo, 2019 - 17:43

Un sector de la UCR impulsa una nueva propuesta para la Convención Nacional, que consiste en ratificar su pertenencia a Cambiemos y propiciar la "incorporación de otros partidos" con la mira puesta en el balotaje, a través de negociaciones a cargo de los gobernadores radicales.

De cara a la cumbre del próximo lunes en Parque Norte, apareció un nuevo borrador del documento final que deberá emitir el máximo órgano partidario, empujado por la UCR bonaerense -que viene de ratificar la integración en Cambiemos- y dirigentes menos críticos del PRO como Ernesto Sanz, según deslizaron fuentes radicales.

El documento plantea una postura más moderada que la del sector que encabeza el presidente de la UCR y gobernador de Mendoza, Alfredo Cornejo, de crear "una nueva coalición" que incluya a otros partidos -sobre todo peronistas- y forzar la definición de candidaturas a través de las primarias (PASO).

¿En qué consiste la propuesta del "sector no Cornejista" de la UCR?

La propuesta moderada no menciona las PASO, pero afirma que la coalición "debe ampliarse a todos aquellos" que compartan el programa de Cambiemos de "mejoramiento y ampliación de la democracia liberal, la lucha por la decencia en el orden público y contra la corrupción y el narcotráfico", al tiempo que recuerda que "la ampliación ya estuvo planteada en la resolución tomada en la convención de 2015".

Además, subraya la idea de permanecer en la alianza con el PRO, al señalar que "el proceso de incorporación de otros partidos debe procesarse en el marco de la coalición" y agrega que "también debe elaborarse una estrategia de ampliación con miras a la segunda vuelta presidencial".

De esta manera, al mismo tiempo que ratifica la pertenencia a Cambiemos y evita tocar los puntos más espinosos de la discusión entre los radicales (como la candidatura o no del presidente Mauricio Macri y la definición en primarias) y deja entrever que la ampliación debe buscarse después de las PASO y no antes.

Con la idea de reunir el mayor consenso posible entre los 347 convencionales, el documento hace un guiño al sector más duro al remarcar que uno de los "problemas" de Cambiemos es que "no tiene reglas de funcionamiento" y reclamar un acuerdo con los socios del PRO y la Coalición Cívica para tener una mayor "intervención en el proceso decisorio gubernamental".

Y como para terminar de englobar a todos los sectores, se propone que la comisión encargada de negociar con los socios de Cambiemos la ampliación de la alianza este integrada por Cornejo y los otros dos gobernadores radicales, Gerardo Morales de Jujuy y Gustavo Valdés de Corrientes.

También integrarían esa mesa el vicegobernador de la provincia de Buenos Aires, Daniel Salvador, un representante de la conducción de la Convención Nacional (cuyo presidente, Jorge Sappia, es uno de los que pide directamente la ruptura de la alianza oficialista) y uno por cada bloque de legisladores nacionales.

De esta manera, el documento intenta alcanzar un equilibrio interno en la UCR, dado que mientras Cornejo mantiene una posición más dura, Valdés es uno de los que sostiene que no debe haber PASO en Cambiemos y que la conducción debe seguir en manos de Macri, en tanto que Morales tiene una línea más ligada a lo que expresa el documento.

Morales evita atacar a la Casa Rosada pero está a favor de invitar a dirigentes del peronismo a sumarse a la coalición dado que él mismo en Jujuy tiene una alianza de ese tipo: su vicegobernador, Carlos Haquim, es un referente del massismo.

El documento lleva las firmas de los convencionales radicales Ángel Valmaggia, de Corrientes, Liliana Puig, de Santa Fe, y el José Artusi de Entre Ríos, y contaría con el apoyo de figuras como los diputados José Cano y Mario Negri, ambos de buen diálogo con la Casa Rosada.

El debate de la Convención Nacional empieza así a perfilarse como una puja entre un sector que intenta tensar la cuerda con el reclamo de primarias y revisión de la candidatura a la reelección de Macri y otro que intenta consolidar la posición del partido dentro de Cambiemos pero sin ir al choque frontal con los socios.