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La maratón de las ideas y las promesas

Un año más de saludable ejercicio democrático y republicano en el que nadie sabe para dónde correr ante un presente olvidable y un pasado reciente demasiado recordable

08 de abril, 2019 - 15:35

Millones de argentinos, cientos de miles de mendocinos, es decir todo el mundo desde una perspectiva “argentocéntrica”, se preguntan sinceramente para dónde arrancar una vez que ingresen al cuarto oscuro en una de las tantas idas a los comicios que tendrán que sufrir durante 2019.

Empezando que ya es una pena que digamos, “sufrir”, cuando se nos ha enseñado desde chicos que el día de elecciones es una fiesta de la democracia. Sin duda lo es pero últimamente la música es bastante mediocre, cuando no directamente mala.

La gran profusión de candidatos, precandidatos y simples aspirantes se desgañitan tratando de hacerle creer a la gente que están en una verdadera tormenta de cerebros para elaborar, con la propuesta de la ciudadanía, la plataforma electoral que nos va a sacar de una buena vez de esta postración de las ideas.

Desde el comienzo de la actual etapa democrática nos hacemos la ilusión de que estamos examinando las distintas recetas que nos proponen desde los espacios (antes partidos) políticos. 

Con distintos nombres: plataforma electoral, propuesta política, oferta electoral, equipos técnicos, programa de gestión, etcétera, los candidatos recorren el territorio y se sacan fotos besando chicos y saludando señoras.

Eso ha pasado, pasa y pasará desde que felizmente gozamos de la democracia. Ahora, ¿eso es malo en sí mismo? Por supuesto que no. Porque de todos los que van ilusionados a los actos proselitistas, siempre habrá quienes queden prendidos de esa ilusión de participación ciudadana y lo vuelvan a intentar en las próximas elecciones. Otros habrá que hacen mérito para alguna consideración especial en el momento de las designaciones de funcionarios.

Este cada vez más debilitado ejercicio de la institucionalidad es el resquicio que va quedando de la intermediación que hacen los partidos políticos entre la ciudadanía y el poder de los que por turno republicano dirigen los negocios del Estado.

Por más mala que sea la percepción de la actividad política por parte del pueblo, siempre es mejor que el que está en la cima del poder asuma la repesentación directa y la fiel interpetación de la voluntad popular.

Cuando nos digan eso o cuando alguien lo prometa, hay que rechazarlo porque quien dice ser fiel a lo que el pueblo quiere, sin intermediarios institucionales, casi siempre es solamente fiel a lo que él quiere.

En Mendoza ese peligro está bastante lejos por la protección institucional que brinda la Constitución provincial, no obstante las prácticas preelectorales son como las más arriba descriptas. A medida se van definiendo las figuras que se presentarán salen en bandada a disputar espacios y preferencias, tratando de sorprender con alguna propuesta diferente.

De Marchi y Suarez en la interna de Cambia Mendoza

En el ámbito de Cambia Mendoza, los dos referentes que competirán en las PASO tratan de tentar el voto. Omar De Marchi rompió la expectativa por él mismo creada cumpliendo con lo anunciado y llevará como candidata a la vicegobernación a una mujer, que además es docente, a la que casi ningún mendocino puede mirar mal más si viene de fuera de la actividad política y por si fuera poco desarrolla una importante misión de ayuda social en una de las zonas más excluidas de las provincia, el Bajo de Luján. 

De Marchi, no conforme con este novedoso detalle, no se ha quedado quieto y la última actividad de la semana pasada fue un acto en Godoy Cruz, evidente territorio cornejista, en el que recibió el apoyo de un grupo de radicales que con bandera y banda expresaron su apoyo al intendente de Luján, que cada vez está mas lejos de bajarse de la candidatura, como muchos esperaban.

En el otro rincón del frente Cambia Mendoza, el más moderado Rodolfo Suarez se presenta en todas las inauguraciones posibles y este fin de semana armó un acto en un territorio esquivo para el radicalismo como es San Rafael. 

También en tren de presentar propuestas y plataformas, y acompañado por Alfredo Cornejo, el Rody sorprendió anunciando que se propone crear un banco provincial, con lo que podría recuperar algo del orgullo perdido por ser una de las dos únicas provincias que no tiene un agente financiero propio. Mal que mal, aunque muchos bancos provinciales se privatizaron, han tenido la delicadeza de conservar el nombre de la provincia de origen con algún aditamento en sus marcas.

Por otra parte, a muchos les traerá dudosos recuerdos después de ver cómo cayeron los  bancos de Mendoza y de Previsión a pesar de su privatización, agobiados por un pasivo irrecuperable, resultado de la dispendiosa financiación de los gastos del Estado.

No se sabe aún si la idea de Suarez se concretará, pero ya salió a aclarar el ministro de Hacienda Lisandro Nieri que las cosas no serán igual que antes y que los bancos no se funden por ser estatales sino por cómo son manejados.

El anuncio sin duda no podía dejar de ser ocasión de durísimas críticas a las gestiones justicialistas en la provincia, en las que se incluyó a Gabrielli, Lafalla, Jaque y Pérez. Cuidadosamente se dejó afuera a Bordón.

Peronistas sin definición

El justicialismo, por su parte, si bien tiene dos postulantes que se han presentado expresamente como aspirantes a ocupar la oficina del Cuarto Piso, todavía busca su norte para evitar la confrontación interna.
Bermejo-Fernández Sagasti, en orden indistinto, parece ser el esquema posible, pero la demora en una definición está empezando a preocupar. De allí que se convocaran todos bajo la presidencia del titular pejotista, Guillermo Carmona, a una presentación de plataforma electoral en San Martín (territorio propio). 

Los peronistas mendocinos no terminan de definir qué van a decidir en cuanto a la cercanía, inclusión o exclusión del kirchnerismo.

Un dato en ese sentido fue otra reunión impulsada por el diputado nacional Rubén Miranda, donde se juntaron Rodolfo Gabrielli, Alejandro Bermejo y Omar Félix. El ex intendente lasherino, como se recordará, fue uno de los primeros en abjurar del kirchnerismo y ahora se enrola en el espacio Alternativa Federal.

Es de destacar que uno de los frentes que tuvo hace poco el peronismo fue la cuestionada reelección permanente de los intendentes, pues Miranda, exjefe comunal con varias reelecciones, deslizó que no estaba bien permanencer tanto tiempo en el cargo y que posiblemente los cuatro reincidentes no se presentarán a competir.

El PD sigue en el frente

Otra pata importante de la política mendocina, tal vez no por volumen pero sí por tradición, es el Partido Demócrata, el que ya prácticamente a modo de despedida se autoexcluía del frente Cambia Mendoza al compás de los cuestionamientos y votos en contra en la Legislatura de su titular Marcos Niven. Pero hubo marcha atrás y decidió quedarse en el frente oficialista.

Los que deben estar mirándose entre sí son los ex afiliados al partido de la calle Sarmiento que optaron seguir siendo funcionarios del Gobierno. Oscar Sagás, Josefina Canale y Richard Bataggion, entre otros, se separaron del PD y formaron una expresión local del antiguo Partido Demócrata Progresista.

Finalmente, otra de las movidas con la mirada puesta en las elecciones y en la participación de las listas de candidatos a las Cámaras legislativas fue la reafirmación de pertenencia de otros ex fugados, del Frente Renovador, que firmó con la UCR un tiempo más de permanencia en Cambia Mendoza.

Ante esta intensa actividad de políticos y funcionarios, a la gente le queda poco tiempo para estudiar las propuestas y plataformas, tal vez menos aún para elaborar propuestas y llevarlas como un aporte de las bases. Tal vez lo que la gente más espera es que a la hora de gobernar o representarla, los elegidos sepan qué tienen que hacer y lo hagan bien.