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Comenzó el juicio contra Luis Lobos por defraudación al estado

Se desarrolla desde ayer a raíz de una demanda que involucra también a su esposa y su suegra

16 de abril, 2019 - 12:11

Dicen que la tercera es la vencida, por eso los jueces, con mucha firmeza y demostrando que debían sortearse las denominadas chicanas que inundan todo proceso judicial, dieron inicio el lunes al primero de los juicios a los que será sometido el exintendente de Guaymallén Luis Lobos. 

En el mismo, el polémico dirigente justicialista enfrenta, junto a su mujer, Claudia Sgró, y su suegra, María Elena Fernández, cargos por defraudación al Estado en la modalidad infiel. 

La carátula de la causa surge tras las denuncias de Laura Far y su hijo, Pablo Müller, quienes consideran que fueron engañados en su buena fe desde 2011 hasta diciembre de 2015, figurando como personal de planta de la Municipalidad de Guaymallén, sin saberlo. 

Por esa acción, ambos percibían $500 mensuales, según consta en el expediente de la causa, en forma de ayuda solidaria, mientras que en las cuentas que se abrieron a nombre de ambos habría depósitos con cifras $380.000 y $130.000, respectivamente, montos que nadie testimonia dónde fueron a parar, lo que hoy investiga la Justicia.

La madre política de Lobos, al mando del procedimiento

En la primera sesión el Tribunal Penal Colegiado Nº 2 –que integran Ezequiel Crivelli, Jorge Del Póppolo y Marcelo Gutiérrez del Barrio– fueron escuchados los testimonios de Far y Müller. 

Los denunciantes de Lobos contaron en forma pormenorizada cómo se dieron los pasos para que ellos abrieran cuentas de caja de ahorro en la delegación Guaymallén del Banco Nación, procedimiento que fue sugerido e instruido por la suegra de Lobos, María Elena Fernández. Según declararon ambos, también se les dijo que debían entregar las tarjetas y los documentos que les dieron en la sede bancaria y municipal, y una vez que dieron el primer paso todo fue manejado por la madre política del exjefe comunal.

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La maniobra fue descubierta por Far en el inicio de la administración del intendente Marcelino Iglesias, cuando le informan desde Asuntos Jurídicos del municipio que ella estaba en plantel de personal desde el año 2011, mientras que su hijo estaba desde el 2014. A partir de allí se inicia la investigación que recaló en el juicio que hoy se lleva adelante.

Al concluir la primera jornada del juicio, Lobos se mostró esquivo con la prensa, expresando escuetamente: “Hasta hora, con mi abogado venimos analizando este juicio. Y reitero lo que dije al principio a los jueces, no conozco a quien hoy me denuncia y jamás la vi”.

Los montos de la defraudación, exorbitantes por la inflación

El Ciudadano dialogó brevemente con el abogado querellante que representa al municipio, Armando Chalaba, quien expresó que “se ha nombrado en forma irregular a dos personas como agentes municipales, cuando jamás prestaron servicios en la Municipalidad de Guaymallén”. 

“Esto significa una defraudación al municipio de aproximadamente $500.000. También se está tramitando otra causa que abrió una persona de apellido Loyola ante el Juzgado de Delitos Económicos por una defraudación de alrededor de $200.000. Le debo aclarar que todas estas cifras son a diciembre del 2015, por lo que sustancialmente son mayores si hablamos de indexación”, consideró el letrado. 

Al referirse sobre la situación del imputado, el profesional reflexionó: “Sin romper el principio de inocencia y hasta el derecho a la legítima defensa, creo que si Luis Lobos es hallado culpable de lo que se le acusa arriesga una pena de entre dos a seis años. Algo que podría ser excarcelable por ser primera condena”.

“Saber que era ‘empleada’ desde el 2011 me dolió y molestó”

También se expresó brevemente ante nuestro diario Laura Far, quien tras concluir su testimonio ante el tribunal resaltó: “He tenido una linda relación con la suegra, María Elena Fernández. Le creí y hasta confié aspectos de mi vida privada. Por eso me dolió mucho que esta señora me mintiera, junto a su hija y al marido de su hija. Además me siento defraudada”.

Cuando se le solicitó que diera detalles, explicó: “María Elena me dijo que quería ayudarme. Que debía ir al banco y tenía que abrir una cuenta de caja de ahorro a mi nombre. Que el monto que figuraba en la cuenta no me lo podía dar todo, porque debía ayudar a otras personas. A mí me daban solo $500 en concepto de ayuda económica. Cuando hice lo que me pidió tuve que entregarle la tarjeta de débito que me dio el banco y ella comenzó a sacar mes a mes la plata y solo me daba ese monto. Algo similar hizo con mi hijo. En mi caso fue desde el año 2011 hasta diciembre de 2015, pero con Pablo fue desde el año 2014”.

Cuando El Ciudadano le preguntó si conoció a las personas que beneficiaba, respondió: “María Elena me dijo que el resto del dinero que percibía lo repartía entre otras ayudas sociales. Le aclaro que nunca supe el monto que percibió y mucho menos quiénes fueron las otras personas. Al descubrir lo que hizo conmigo y mi hijo se rompió la muy buena relación que teníamos. No la volví a ver más, ni siquiera para pedirle explicación del porqué de su proceder”.