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Implicancias de la Reforma en Cuba

Carentes de pluralidad ante un único partido, sin poder asociarse con fines políticos y con claras restricciones a la libertad de expresión, la República de Cuba el pasado 24 de febrero reformó su constitución

06 de marzo, 2019 - 10:00

El gobierno logró su objetivo a través de una fuerte campaña para que se aprobara la reforma constitucional, empapelando las calles del país con leyendas que decían: “¿Ratifica usted la nueva constitución de la República? Sí por nuestras tradiciones, sí por el socialismo, sí por los jóvenes, sí por el futuro”. El referendo fue aprobado pero más del 20% de los cubanos dijo que NO, hecho que sorprende en un país donde la mayoría de las decisiones se tomaban por mayoría casi absoluta.

El gobierno cubano de Diaz Canel, con este proceso, tuvo la intensión de sustituir la primera y única Ley de leyes de la Revolución; la cual en el año 1976 había declarado su “amistad fraternal” a la Unión Soviética.

El Estado solo legitima el voto afirmativo, aunque expresamente ha reconocido la existencia de dos bandos: el de los enemigos tradicionales de Cuba que votaran por el no, y quienes quieren y creen en un mejor país que votaran por el SI.

¿Qué significó votar por el SI?

Uno de los ítems más innovadores del proyecto del nuevo texto constitucional incluía el matrimonio entre personas del mismo sexo. Sin duda este aspecto fue el que más controversia causó y, a pesar de estar de acuerdo gran parte del pueblo cubano con esta idea, el gobierno decidió dejar fuera este derecho dejando abierta una puerta a un posible tratamiento del tema en el Código de Familia.

Otro tema que se trató es el sistema electoral que tiene la isla que es a través de Comisiones; esto quiere decir que es indirecta desde 1976. En el referéndum se decidió mantenerlo y que, así, los cubanos sigan teniendo un sistema de participación mínima en las elecciones de sus máximos representantes.

El histórico Partido Comunista de Cuba sigue siendo la fuerza política superior que conduce el país y lo continuará siendo porque se reafirmó esta postura en el nuevo texto constitucional. La constitución lo pone por encima de las instituciones elegidas democráticamente.

La propaganda oficial por el SI en las calles de Cuba.

Se declara irrevocable el sistema socialista y se combatirá a cualquier persona que intente o pretenda un cambio en el orden político, social y económico establecido.

La nueva Carta Magna incluye garantías constitucionales como el debido proceso y reconoce el acceso a la información y a datos personales. Se considera, sin dudas, un avance; aunque hay que recordar que todos los derechos reconocidos en la Republica son restringidos.

Entre retrocesos y avances se aprobó el referéndum. Decir que Cuba dijo que SI a la reforma es muy relativo, ya que ningún cubano sabía exactamente de  qué se trataba la reforma de su propia constitución. En la isla no se conoce otro sistema de vida, no se puede opinar distinto y mucho menos revelarse ante las autoridades. Cuba aun transita la década de los sesenta o setenta, la gente mayor reconoce los grandes pasos que supieron dar que hacen que hoy en día no tengan analfabetismo y una medicina reconocida a nivel mundial y se enorgullecen de ello. Los jóvenes quieren conocer otra cosa; tienen un espíritu más inquieto y apuestan algún día a poder salir del país. Hace pocos años que lo tienen permitido pero es extremadamente costoso. Es un día a día complejo; un país desabastecido que tiene ya más de dos generaciones asistiendo a bloqueos comerciales norteamericanos, esperando hacer la revolución y tratando de subsistir en un régimen que actualmente deja ver más desventajas que ventajas.

Es una sociedad mucho más diversa y plural que hace 60 años; cansada de “periodos especiales” (crisis cubana como resultado del colapso de la Unión Soviética) y que intenta avanzar hacia un mayor desarrollo a veces obstaculizado por el oficialismo. Es difícil augurar cuánto tiempo más subsistirá el régimen tras la muerte del espíritu que lo originó.