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Las carnicerías de barrio deberán dejar de ser monotributistas

Por falta de control, la AFIP decidió que estos comercios se sumen a la factura electrónica. La medida, si bien es correcta, complica la situación crítica que enfrenta el sector

Por Redacción

25 de marzo, 2019 - 13:25

Entre marzo y abril se viene una nueva manera de tributar para las carnicerías de barrios: deberán dejar de ser monotributistas. La actividad en estos comercios no estaba controlada y, como todos, deberán sumarse a la factura del Gobierno para respaldar todas las operaciones de traslado que se hagan dentro de la provincia, desde el centro de distribución hasta el consumidor final.

Claudia Ianizzotto, contadora, explicó: “La finalidad del remito es optimizar los controles y ayudar al contribuyente a que facilite el cumplimiento de sus obligaciones fiscales y optimizar los controles cruzados".

“Ahora se exigirá que el remito se suba a la página a través del sistema registral de la AFIP (Administración Federal de Ingresos Públicos), donde tendrá que registrar una inscripción. Deberá contar con clave fiscal, con su número de CUIT habilitado, con el punto de venta habilitado y la actividad que corresponda a carnicería. Hay minimarkets que son polirubros donde quizá la carnicería no está declarada. Entonces, tiene que coincidir la inscripción como carnicero para poder hacer la emisión del remito", agregó Ianizzotto.

“Ese remito, una vez llegado al punto de destino, será recibido por la persona y puede ser aceptado parcial o totalmente, o rechazado. Para el cliente no hay cambios, es un remito válido entre las partes comercializadoras, lo que sí el cliente debe exigir su factura", dijo la contadora.

Se refirió también a los impuestos que podrían verse reflejados en aumentos en los alimentos: “La única consecuencia que puede recibir el consumidor es en el caso que no estén registrados los abasteros, faenadores en el registro cárnico y en ese caso se les hará una retención que será mayor de lo que está vigente. La penalidad de la AFIP es para la persona que no esté registrada, hacerle una retención de IVA mayor y eso sí se va a trasladar al precio de la carne".

“La pena cae sobre el comprador, el carnicero, que tendrá un costo mayor porque tendrá una percepción y retención que antes no tenía y puede estar excluido del registro por no cumplir determinadas formalidades y esa exclusión hará que el frigorífico no le venda si no está inscrito”, concluyó. 

Los comerciantes conocen de la medida aunque hay dudas sobre su implementación. Varios comerciantes hablaron de la crisis en el sector; a la baja en las ventas se suma el pedido de la AFIP y aseguran estar "complicados". Para contrarrestar, muchas carnicerías han reducido el personal.