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No tienen micros desde que empezaron las clases

Los chicos de Colonia Molina, en Guaymallén, esperan durante horas al colectivo que los lleva al colegio. Los micros vienen llenos, no levantan pasajeros y deben caminar más de 7 kilómetros hasta sus hogares

24 de marzo, 2019 - 18:57

La vuelta a clases no ha sido alentadora para los habitantes de Colonia Molina, en Guaymallén, Mendoza. Es que muchos jóvenes están teniendo serias dificultades para movilizarse en colectivo, desde sus hogares hasta los únicos dos colegios de la zona: la escuela estatal Leopoldo Lugones, de Nivel Primario y jardín de infantes, y la escuela de Nivel Secundario Nº 4-215, ambas instituciones se encuentran a 7 km de donde viven estos ciudadanos.

Colonia Molina es un nuevo distrito de carácter mayormente rural que fue fundado en julio de 2014 sobre terrenos que anteriormente estaban bajo la jurisdicción de los distritos Los Corralitos, Puente de Hierro y Colonia Segovia. Además, su principal actividad es la agricultura y la extensa producción de camote (también conocida como batata), en donde todos los años se lleva a cabo el famoso Festival Nacional del Camote.

Infografía: Los Andes.

Por su parte, la escuela Leopoldo Lugones es una institución referente e histórica para los lugareños, que en el año 2013 cumplió 100 años educando a varias generaciones.

Esta nueva localidad se encuentra a 20 km de la Ciudad de Mendoza y posee una superficie total de 10 km2 aproximadamente. Allí, los residentes cuentan con un solo centro de salud y una escuela primaria. Asimismo, carecen de necesidades básicas, como mercados en donde comprar alimentos, falta de alumbrado público y de telefonía fija, entre otras insuficiencias.

Como si fuera poco, los ciudadanos de Colonia Molina tienen un nuevo conflicto, que surge a raíz de los cambios en los recorridos de los micros, con la reciente implementación del MendoTran, el nuevo servicio de transporte público para el Gran Mendoza.

En este inicio del ciclo lectivo escolar 2019, chicos y niños, de entre 7 y 18 años, esperan largos periodos de tiempo a los colectivos que los llevan del colegio hasta sus hogares, "poniendo en riesgo su integridad física y vulnerando su seguridad. De hecho, a principios de marzo a un chico de 13 años, el colectivo no lo quiso levantar y lo asaltaron. Como se resistió para entregarles la mochila, lo apuñalaron", relató a El Ciudadano una madre muy preocupada.

Puntualmente, el problema surge cuando los jóvenes finalizan la jornada escolar. Los chicos de Nivel Primario acuden a la escuela Leopoldo Lugones y los del Secundaria asisten a la escuela Nº 4-215. Ambos establecimientos están situados uno al lado del otro, en la calle Buenos Vecinos Nº 3.972, en Colonia Segovia, Guaymallén, a 7 km de distancia de Colonia Molina.

"Allí, a la salida deben tomar dos colectivos para volver a sus respectivas viviendas, por lo que necesariamente realizan un trasbordo. Primero, toman un micro (el 553, de la línea 500) desde el colegio hasta la intersección de las calles Buenos Vecinos y Ferrari, donde aguardan por el siguiente autobús. Luego, hacen trasbordo en el colectivo 561 (de la línea 500) y es aquí donde comienzan los severos inconvenientes, donde los pequeños esperan más de 2 horas para tomar el micro. No obstante, los colectivos frecuentemente pasan saturados de gente y, por ende, no levantan a más pasajeros. Entonces, si como de costumbre vienen repletos o se les pasa el colectivo a los chicos, estos deben caminar más de 7 km para volver a sus casas. Incluso, algunos niños que viven más alejados tienen que caminar 9 o más kilómetros", detalló la mujer y se quejó: "Para colmo, adentro de los ómnibus varios chicos fuman, toman alcohol y salivan, entre otros improperios, lo que hace aún más engorroso el trayecto".

Ante estas perturbantes situaciones, los padres de los menores que asisten a clases se ven obligados habitualmente a pararse justo en medio de la calle para suplicarle a los choferes de micros que suban a sus chicos, ya que sino deberán esperar nuevamente 2 horas hasta el próximo autobús, o caminar varios kilómetros hasta llegar a sus casas.

En consecuencia, madres y padres de los alumnos afectados solicitaron respuestas a las empresas de las líneas 500 y 200 del MendoTran, en un desesperado pedido que reclamaba más frecuencias de colectivos. Sin embargo, según contaron los afectados por esta falta de transporte "ninguna de las compañías les brindó una solución y culparon a terceros, desentendiéndose del tema".

Según trascendió, la directora del colegio Leopoldo Lugones habría elevado un reclamo a las autoridades correspondientes del Ministerio de Transporte, pero no habría recibido respuesta alguna.

Manifestación

Debido a la falta de respuestas, este martes 19 de marzo de 2019 se reunirán en horas del mediodía varios grupos de madres y padres afectados en una marcha para reclamar más frecuencias de colectivos en la zona.

La manifestación se llevará a cabo en la puerta de la escuela primaria Leopoldo Lugones, en la que se exigirán respuestas por parte del Gobierno y del Ministerio de Transporte de la Provincia.

Lo llamativo del caso es que en 2018, antes de la puesta en marcha del MendoTran -el nuevo servicio de transporte público que comenzó a funcionar en enero de 2019 en el Gran Mendoza-, esta problemática no existía en Colonia Molina.

De acuerdo a los testimonios de las madres afectadas, el recorrido de micros siempre funcionó correctamente en el distrito de Guaymallén y ninguno de sus habitantes tuvo inconvenientes a la hora de usar el transporte público.

Cabe recordar, que con la implementación de MendoTran se modificaron prácticamente todos los recorridos y frecuencias de los colectivos que circulan en el Gran Mendoza. Por lo tanto, una gran cantidad de usuarios que utiliza el transporte público se ha visto perjudicado desde entonces.