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Un pacto para convivir mejor

15 de marzo, 2019 - 18:34

Boca le ganó 3 a 0 a Deportes Tolima jugando bien el segundo tiempo. Reaccionó con carácter y personalidad. Convirtió a los dos minutos del complemento y a partir de ahí, se generaron espacios en la defensa del conjunto colombiano que supo aprovechar con velocidad y eficacia.

Segundo partido consecutivo que el Xeneize reacciona y modifica su imagen con respecto al primer tiempo. Pasó lo mismo el sábado pasado frente a San Lorenzo por la fecha 22 de la Superliga. El resultado final fue idéntico. El local jugó muy bien y se floreó. Pero ¿A que se debe ese cambió en la manera de jugar? A una reunión que tuvieron jugadores y cuerpo técnico para limar asperezas y hacer un pacto para convivir mejor.

El cónclave fue el viernes pasado. Un día antes del duelo frente a San Lorenzo. Duró una hora y media, previo al comienzo de la práctica matutina, ¿Qué se dijeron? Primero habló el entrenador sobre lo bien que ve al grupo unido.

Luego, fue el turno de los jugadores. No hablaron todos, sólo los referentes (Carlos Izquerdoz, Darío Benedetto y Carlos Tevez). Éstos le aclararon a Alfaro que están contentos con la forma de entrenarse y como se maneja él frente al grupo. Pero le plantearon que no les gustó como jugó el equipo tácticamente frente a Jorge Wilstermann en Bolivia, en su debut en la Copa Libertadores.

Los futbolistas le pidieron sí el equipo podría ser más atrevido, más audaz. Que sea más ofensivo y con vocación de ataque, con cuatro delanteros. El entrenador notó que llegó a un momento de desgaste y accedió al pedido.

Boca cambió su forma de jugar y los resultados se vieron reflejaron en los dos últimos encuentros.

En esa reunión también se tocaron otros temas. Hubo planteos hacía Mauro Zarate de sus compañeros para que deje su ego de lado y juegue más en equipo. El delantero lo aceptó y hasta cedió en la ejecución de varios tiros libres, cuando antes se hacía cargo de todos.

También, habló el colombiano Sebastián Villa. Mostró su disconformidad por las reiteradas críticas de sus compañeros.

Sintió que en determinadas situaciones dentro de la cancha hubo gestos de mala manera y que lo incomodaron. Y que esas reacciones no lo ayudaban. En los dos últimos encuentros los compañeros modificaron el trato hacía él. El delantero tuvo más confianza y jugó de otra manera.

Además, durante la charla se modificó la forma de festejar los triunfos en La Bombonera. A partir de ahora, el saludo post partido de los jugadores será extender los brazos y mirar a la segunda bandeja que da espaldas al Riachuelo, donde habitualmente se para la barra brava de Boca, la N° 12.

Luego de la victoria ante Deportes Tolima, el plantel tuvo el día libre por un pedido de los futbolistas al cuerpo técnico. Los referentes argumentaron que necesitaban descansar. El entrenador fue permeable y accedió. Es un claro ejemplo de que hay química entre las dos partes que comandan la parte futbolística del equipo.

Muchas veces es necesario pegar el volantazo a tiempo para que todos estén conformes. Para el entrenador fue una señal para poner un esquema más ofensivo, dejando de lado su conservador modelo de juego. Para los jugadores en general, un desahogo. Ellos cambiaron. El DT cambió. Boca cambió. Los resultados acompañan. Un pacto para convivir mejor…