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Vecinos del barrio Urquiza II reclaman deficiencias en viviendas a estrenar

Según mostraron los vecinos, las viviendas presentan serios problemas de construcción. El presidente del IPV prometió una solución inmediata

08 de febrero, 2019 - 08:23

Pasaron 14 años para que 104 familias del barrio Urquiza II, ubicado en Maipú, recibieran sus viviendas. Pero este es un dato menor si se tiene en cuenta las graves irregularidades detectadas una vez entregadas las casas, valuadas en más de $1.500.000. 

Un complicado panorama que incluye, según los propietarios, desde desniveles en el terreno donde se construyó el barrio, fallas dentro y fuera de las unidades y la ausencia de servicios básicos, como cloacas y red domiciliaria de gas (aunque esto último no era condición para la entrega, ya que habían acordado el servicio con Ecogas).

Los damnificados dialogaron con El Ciudadano luego de una reunión que mantuvieron este miércoles con el titular del directorio del IPV, Damián Salamone. “Fue muy importante que nos recibiera el presidente”, reconocieron, y agregaron que el funcionario se comprometió a realizar un análisis global del barrio y de cada vivienda, además de atender el tema del gas. 

El piso se hunde en varios sectores de la barriada.

“Le explicamos que hicimos trámites en la distribuidora para que se instalara la red y ésta no avanzó en la obra argumentando que era responsabilidad del IPV”, indicaron.

Fallas al por mayor

En cuanto a las condiciones en que se encuentra el Urquiza II detallaron que “después de más de una década de espera se logró que se construyera el barrio en 24 meses. Una vez entregadas las viviendas nos encontramos que las casas fueron construidas en terrenos que no fueron nivelados, que los caños de desagües cloacales están soplados, por lo que no contamos con ese vital servicio”. 

“Dentro de las casas hay serias irregularidades en el cableado eléctrico, filtraciones de agua y baños con azulejos que se caen porque fueron sellados con yeso y no con pastina. Además el durlock está en malas condiciones y el desnivel del terreno hace complicado el piso cerámico”, detallaron.

Los vecinos, enojados, manifestaron también: “afuera tenemos veredas rotas y no existen acequias para desagüe pluvial. Cuando llueve, el mismo desnivel del terreno lleva a una importante acumulación de agua que se descompone rápidamente, produciendo olores nauseabundos y la procreación de mosquitos”. 

“En el terreno donde se debía hacer una plaza para el barrio, la empresa que construyó las viviendas dejó un gran montículo de escombros, que hasta ahora no ha retirado. Todo deja en claro que se entregó un barrio que no tuvo el 100% de condiciones básicas de seguridad e higiene”, agregaron.

Con referencia al asunto del gas, los propietarios son conscientes de que “no es una condición habitacional”, y resaltan la actitud del presidente del IPV “que se comprometió a que en 15 días el tema estaría solucionado”. Esto hizo que se calmaran los ánimos de las 104 familias, dado que Salamone se interesó en el delicado asunto y aseguró que la institución que preside hará que comiencen “a revertirse los problemas”.

Los vecinos del Urquiza II expresaron: “Entendemos que todos tuvimos que habitar las casas ante temores ciertos de que usurpadores de viviendas, que en el departamento Maipú abundan en demasía, se apropiaran de las casas. Pero no merecíamos recibir así un barrio donde cada vivienda costó y cuesta, porque todavía las seguimos pagando, más de $1.500.000”. 

“Debería estar primero la dignidad de nuestras familias, por sobre todo de nuestros hijos”, consideraron, y dijeron que esperan que “el arquitecto Salamone cumpla con lo comprometido ante todos nosotros”.