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Expectativa y temores de dos sectores de la economía

Mientras que en el sector inmobiliario esperan con interés la sanción de una nueva ley de alquileres, aunque con algunas prevenciones, analistas de las perspectivas económicas con el futuro gobierno advierten que los anuncios de Alberto Fernández y los expertos que lo acompañan no son un buen presagio

08 de noviembre, 2019 - 12:59

El Ciudadano pudo acceder a diferentes análisis, desde un mercado inmobiliario local, prácticamente paralizado y a la espera de una nueva ley de alquileres que sancionaría el Congreso Nacional, hasta la observación con ceño fruncido sobre dichos de gremialistas y del futuro gobierno.

En ambos casos pueden constatarse las dificultades cada vez mayores que hoy tiene la gente para soportar un delicado momento económico, financiero y social que transita el país.

A propósito, para un economista local es irresponsable y preocupante lo que expresan gremialistas y del entorno de Alberto Fernández. Sobre lo que debería hacer el presidente electo a penas asuma. Algo que, aseguran, “aumenta la desconfianza de lo que el consagrado primer mandatario haga en su administración para arreglar la crisis económica que deja la actual administración”.

Un sector que muestra parálisis es el inmobiliario. Para quienes lo integran, la actividad está inamovible y hay mucha más preocupación con el proyecto de ley nacional de alquileres, porque al decir de los corredores inmobiliarios: “Si bien es cierto que muchos puntos de la ley de alquileres fueron consensuados con la Federación Inmobiliaria de la República Argentina, hay otros que producirán escozor en los propietarios. Un tema no menor, porque podría repercutir en los mercados, si muchas personas deciden sacar sus propiedades del circuito de alquileres”.

Nueva ley exige registrar los contratos en la AFIP

Nuestro diario entrevistó a Roberto Irrera, corredor inmobiliario, quien al preguntársele, ¿cómo está en Mendoza este sector?, respondió: “Luego del impacto causado por el mercado financiero, el aumento del dólar y las altas tasas de interés en plazo fijo, el mercado inmobiliario cayó aproximadamente un 90%. Porcentaje de referencia con lo sucedido en el año 2017. Lo que demuestra que el efecto es muy fuerte, que hace que los que tenemos cartera de alquileres, apenas, solo nos sostengamos. Esto, en el mercado de ventas de Mendoza se complica aún más, al no poder acceder a créditos por lo inalcanzable de las tasas de interés. Donde la relación cuota ingreso es inexistente”.

–Ante este panorama, ¿la nueva ley de alquileres en qué incide?

Los corredores públicos inmobiliarios no podemos estar en contra de normas legales, sí advertimos las reacciones del mercado locativo. Por todo esto es obvio que no estamos en contra del pago de impuestos, pero este paso obligado que pretende el proyecto de ley en el Congreso nacional, que todos los contratos tienen que ser registrados en la AFIP, de no ser así y ante cualquier controversia no pueden ser ejecutables. Un punto que puede retraer el mercado locativo local, ya que la mayoría de los propietarios o locadores no tienen más de una o dos propiedades. Muchas de ellas fueron adquiridas con el fin de ayudarse en su jubilación y eso es una demostración que en nuestro medio no tengamos propietarios que tengan 20, 50 o 100 alquileres. Algo que está plasmado en los registros de las inmobiliarias de Mendoza, que indican que un 80% de personas que tienen uno o dos departamentos o viviendas, es decir, que esto no es el gran comercio, menos hoy que la rentabilidad está tan baja.

–¿Qué expectativas tiene su sector sobre el nuevo gobierno?

Desde nuestro sector tenemos expectativas para el próximo año en bajar la inflación, tasas de interés y se recupera el salario. Creo que son tres condimentos óptimos para recuperar el mercado inmobiliario. Consideramos que de esta manera la gente volvería a esa herramienta tan valiosa que es el crédito hipotecario para obtener su casa, hoy totalmente perdido.

Una visión pesimista del futuro de la economía

Argentina tendrá mayor inflación y se profundizará su crisis”, es lo que sostiene el economista y conferencista en diferentes universidades de Latinoamérica, Daniel Garro, en el breve diálogo que mantuvo se mostró molesto por los dichos de algunos dirigentes gremiales que le sugerían públicamente a Alberto Fernández que debe hacer andar la maquinita para llenar de plata el bolsillo de la gente y dentro de un año devaluar, al respecto expresó: “Lo que proponen los sindicalistas, incluso en sintonía con parte del equipo económico de Alberto Fernández, que la inflación no es un problema monetario. Por eso dicen que hay que ponerle plata en el bolsillo de la gente. Toda una barbaridad, porque si eso fuera así, deberíamos hacer algo muy simple, que no nos cobren más impuestos y que el gasto público lo solvente con emisión monetaria, para no molestarnos más y listo. Clara demostración que todo lo que le proponen al presidente electo es un gran absurdo”.

Ampliando, detalló: “La inflación, siempre y en todo lugar, es un problema monetario, porque cuando la economía es de trueque puro, si no hay moneda no hay inflación. Demostrativo que eso llevaría a una híper y suba de tipo de cambio astronómica, con una gran crisis mucho más fuerte de la que hoy tiene el país”.

Cuando se le consultó, qué pasará entonces con el futuro gobierno, dijo: “Yo al presidente electo no lo veo para sacar a la Argentina de la actual crisis, creo que la va a profundizar aún más. Esto último, teniendo en cuenta los nombres que se dan para integrar su equipo económico, como Emmanuel Álvarez Agis o Matías Kulfas que son keinesianos y que su aporte solo será profundizar el desastre que deja Mauricio Macri. Esto es emitir moneda, gasto público, endeudarse de otras formas, o endeudarse al fin. La única persona más o menos seria que tiene Alberto Fernández es Guillermo Nielsen, pero, como no se habla de él, no pareciera ser que estaría en un lugar de preponderancia”.

Finalmente vaticinó: “Considero que está asegurada mayor inflación, mayor suba del tipo de cambio y profundización de la crisis. Algo que se complicará mucho más con un mundo que no ayudará a la futura administración de la Nación, porque ese mundo también va camino a crisis y recesión entre el 2020 y 2021”.