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Polémica por el agua: ¿falta o la roban?

El recurso va en camino a transformarse en un problema crónico en Mendoza, si es que ya no lo es, y sumó polémica con las declaraciones del superintendente de Irrigación

06 de noviembre, 2019 - 14:19

Vecinos de varios sectores de Las Heras, sobre todo en los barrios situados al oeste, y también de la Sexta Sección de Ciudad, se han visto notoriamente afectados en las últimas semanas por la falta de agua en las redes. La situación ha sido adjudicada a la carencia de deshielos y escurrimientos, debido a la crisis hídrica que asola a la provincia desde hace una década y parece ser la nueva normalidad.

Pero a esto se sumaron las declaraciones del superintendente del Departamento General de Irrigación, quien señaló en declaraciones a radio Nihuil que hay también robo de agua que contribuye a acentuar la carencia: “Sigue siendo escaso el escurrimiento. Pero el problema de la gente de Las Heras es porque se descarga la cañería porque se roban el agua en la Ruta 82 cuando viene del acueducto de Potrerillos, donde está todo ese crecimiento irregular que hay hacia el Piedemonte. Hay hasta organizaciones que han vendido en algún momento el agua que es de Aysam. Entonces se castiga a gente que paga y que está regularizada, con gente que se está robando el agua. No es un problema de cantidad, en algunos momentos puede ser, pero hemos tenido que cortar el agua a usuarios nuestros para incrementar la dotación de noche y que produzca más”, declaró el funcionario, y agregó que “lo que pasa es que las reservas de Aysam son pequeñas y son técnicas solo para mantener la presión, no para guardar agua. Ese es la verdad del problema”.

Tomó la posta, ante esas fuertes declaraciones, el presidente de Aysam, Richard Battagión y en el mismo medio señaló: “No estoy en desacuerdo con lo que dijo Marinelli, pero sí que el problema que hemos tenido en la zona de la Sexta y en algunos sectores de Las Heras son producto de una multiplicidad de factores, uno de ellos es que el río Blanco no está en régimen de verano, ahí tenemos una planta que puede producir 1.100 litros por segundo y estamos en 500, ahí hay un volumen que se siente dentro del sistema, y luego un alto consumo”, y luego agregó: “Existen diversos factores donde la clandestinidad también juega, que están organizadas en el Piedemonte, la zona Sur a la altura de Chacras, un poco más arriba en la zona de Las Compuertas. Efectivamente tenemos algunas localizaciones que están tomando el agua de los acueductos de la compañía”.

Asimismo, hizo un diagnóstico de esa toma clandestina de agua en la zona Oeste de la Ruta 82: “Ahí tenemos una visión, Marinelli tiene razón cuando dijo que es injusto que el agua que se está tomando allí por familias que no tienen la conexión formal les esté afectando a otras que sí la tienen, que están pagando el servicio y por lo tanto se torna un verdadero despropósito. Hemos intentado hacer algunas acciones de controles de esta clandestinidad y automáticamente explota un problema social, porque ahí hay familias con niños y el agua la están tomando de manera irregular pero también la necesitan. Hay que actuar de una manera compensada. Hemos estado reunidos hoy con el superintendente en Aysam y con Natalio Mema para desplegar una acción estratégica en la zona del piedemonte donde vamos a dar un plazo para regularizar y vamos a comenzar con una serie de medidas que tengan por objeto que las conexiones se formalicen, aunque sea de forma precaria, pero que tengan una micromedición. La idea es hacer una subsidiaria del acueducto a través de la cual estamos terminando de evaluar para llegar a hacerla, y ese subsidiario va a permitir dar servicios precarios pero micromedidos”.  

El crecimiento desordenado contribuye de manera decisiva a estos problemas, y el ordenamiento territorial se vuelve imprescindible.