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María Jose Erquiaga, especialista en seguridad informática destacada en Europa

El Ciudadano conversó con la destacada especialista en seguridad informática, que se forma y trabaja en Europa. Además de dar conferencias en todo el mundo. 

21 de octubre, 2019 - 18:28

Su simpatía y calidez no coinciden con el estereotipo de una persona que devora conocimiento y es especialista en seguridad informática (reconocida en el mundo). Su physique du rol tampoco encaja con el de alguien que se destaca en el mundo de la ciencia.

Lo cierto es que María José Erquiaga (32), docente e investigadora de la Universidad Nacional de Cuyo en la facultad de Ingeniería y Licenciada en Redes Inalámbricas y Seguridad en Redes, se desenvuelve con total simpleza y lejos de los tecnicismos que su vasto e impresionante currículum supone. Tiene además la capacidad de contar simple lo complejo de su trabajo, que la espera en una semana en un laboratorio informático en República Checa. 

La llama por absorber conocimiento se le encendió de muy chica, asegura. “El trabajo de mi papá requería hablar en inglés, y cuando tenía 5 años lo escuché hablar en otro idioma y supe que quería tener esa posibilidad de comunicarme con todo el mundo”, comienza diciendo María José. Además recuerda: "mi mamá me dijo que cuando aprendiera a dominar el español podía aprender otro idioma". La nena ávida de conocimiento "se puso las pilas", como ella misma dice y a los 6 ya estudiaba inglés y francés.

En tiempos donde en Argentina se habla de “jóvenes ni/ni” (ni estudian, ni trabajan); María José, una suerte de rara avis, dice “sentirse fuera de lugar, por ser muy inquieta y proactiva”. Además marca que "conoce muy poca gente con las misma sed de progreso", y señala: "acá el mismo sistema te lleva a cruzarte de brazos, resolver el día a día y listo. Conozco muy poca gente con mis inquietudes".

La joven profesional, que participa de un ambicioso proyecto de seguridad informática en Europa, nos cuenta que para ella el entorno es muy importante a la hora de las motivaciones: "sé que es muy personal, pero para mí es muy influyente la gente que te rodea. Soy muy sensible a la gente que está conmigo. Me ha pasado de estar en entornos, que por más que le pongo toda la onda, no avanzo, en cambio con el grupo de trabajo en República Checa siento que estamos en la misma sintonía".

En cuanto a su formación, destaca los dos últimos años de secundario en el Colegio Integral del Huerto que según afirma: "le cambio la cabeza"  por la forma en que se dictaba la educación. A la hora de los estudios universitarios, probo con comunicación y dejo, luego intento con Ingeniería electrónica, (mientras trabajaba con su padre) en la Universidad Tecnológica Nacional donde señala que se frustro por un ambiente machista y bullyng por parte de los profesores que entre otras cosas la "mandaban a estudiar Turismo", su lugar en la educación superior lo encontró en el ITU mientras retomaba las clases de francés y gano una beca para formarse en Francia.

Fuga de cerebros

En un país en crisis económica, la ciencia no esta exenta a la situación general, María Jose nos cuenta que: "ha habido un recorte muy fuerte" en el presupuesto en los últimos 4 años y agrega, "tengo compañeros que trabajan en CONICET que aseguran que el recorte ha sido tremendo y además no se sienten cómodos trabajando". 

"De nuestro grupo ya somos tres los que emigramos", contó la joven, quién le cuenta a El Ciudadano que "le encantaría quedarse en la Argentina y que siente que el país la expulsa" al no tener oportunidades de desarrollo en su área.

Sus planes

Siempre en sus objetivos está la formación continua, ahora además de seguir colaborando en el desarrollo de sistemas de seguridad informática, la espera su tesis y dos conferencias internacionales la primera en Nueva York y la segunda en el mes de diciembre en Londres, mientras sigue ayudando en el progreso del antivirus Avast.  

No todo es color de rosas

La joven señala que le "resulta muy duro, tener que dejar su país, la familia y los afectos" que extraña demasiado "la comida, el vino, el sol y la montaña de Mendoza  y las largas charlas con amigos"