Para el hijo de una de las israelíes desaparecidas se trata de un caso de inseguridad

Continúa la intensa búsqueda de las hermanas israelíes, que se encontraban vacacionando en Mendoza, y no se sabe nada de ellas desde el pasado sábado 12. 

La investigación, liderada por la fiscal Claudia Ríos, ya descartó que Pyrhia Sarusi y Lily Pereg se hayan ido a otro país, ya sea Chile u otro destino, por tierra o aire. Y, por el momento, todas las miradas apuntaron contra el hijo de una de ellas, Nicolás Gil Pereg (hijo de Sarusi), que fue quien las vio por última vez.

El joven dijo haber compartido todo el sábado con ellas hasta que, en horas de la noche, se tomaron un colectivo para volver al departamento que estaban alquilando en la calle España, de Ciudad. Esa fue la última vez que el hombre de 36 años vio a su madre y fue lo que declaró ante la Justicia.

La fiscal Ríos efectúo un rastrillaje este jueves en la zona para detectar o definir el trayecto seguido por las mujeres aquel sábado.

“Estuvimos en mi casa todo el día, desde la mañana hasta el sábado a la noche y el sábado se fueron a tomar el micro para llegar al departamento que alquilaban en el centro y fue la última vez que las vi. Las busqué el domingo y el lunes y no pude encontrarlas. Nos teníamos que encontrar en el departamento, fui, toque timbre abajo, no contestó nadie, les grité al balcón y tampoco salió nadie y me fui y volví el lunes y fue lo mismo. La chica que limpia me dejó entrar al edificio, golpeé la puerta y tampoco había nadie, vino el dueño del departamento y la policía y encontramos que no había nadie, no sabemos donde están”.

Sin embargo, en el departamento habían pertenencias de las mujeres. "No sé si todas las pertenencias estaban en el departamento, no sé con qué pertenencias vinieron a Argentina, no puedo decir que eran todas", dijo Gil Pereg.

Se le consultó al hombre cuál sería la hipótesis de lo que sucedió con las turistas, y él respondió: "Para mi alguien las forzó para hacer algo que no querían, algún delincuente o alguien las forzó y enganchó para hacer cosas que no quería. Sé seguro que de su voluntad no desaparecerían porque son responsables, inteligente y aparte, no conocían nada acá. Cuando ellas salieron el sábado a la noche quedamos en juntarnos el domingo a las 10.30 en el departamento. Son gente que si les decís algo entienden y lo cumplen, no cambian y hacen lo que quieren sin avisar, son responsables, inteligentes, no son gente que se levantan y hacen lo que quieren, sin avisar".