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Las medidas en los primeros días de gobierno de la marca Bolsonaro

Brasil, como muchos países de Latinoamérica, giró su péndulo hacia la derecha y ésta ya lleva dos semanas a cargo del país más Grande de América del sur. ¿Cuáles son sus medidas?

17 de enero, 2019 - 11:33

Los nombramientos polémicos, asi como también decisiones de gobierno “jugadas”, son las banderas de los primeros días de gobierno de Jair Bolsonaro,  “mito” como le llaman sus seguidores. Un ejemplo de ello fue la designación de Sergio Moro para la agenda de Justicia. Éste estaba a cargo de la investigación conocida como Lava Jato en el país carioca. En el cumplimiento de sus funciones impidió la candidatura de la persona de mayor nivel de aceptación en Brasil, hablamos de Ignacio Lula Da Silva; quitando quizás la legitimidad de muchos sectores. Esto no deja muchas más especulaciones que un intercambio de favores.  Los partidarios del “mito”, en cambio, refieren a este hecho como un gesto en la lucha contra la corrupción. También vale recordar el caso de Damares Alves como referente en el Ministerio de la Mujer. Alves es conocida por frases como  “este gobierno marcará una nueva era, una en la que los niños visten de azul y las niñas de rosa”.

Desde el inicio de su campaña, el acercamiento a E.E.U.U fue una de sus medallas más pulidas, tanto es así que generó las expectativas para la posible instalación de una base militar del país de norte. Esta posibilidad causó disgusto entre los militares aliados a Bolsonaro, hecho que motivó que el presidente saliera rápidamente a despegarse. La posibilidad de la instalación de la base obedece a contrarrestar la influencia rusa en la región por medio de Venezuela. Pero la falta de comunicación hacia los altos mandos militares generaron intranquilidad en la fuerza y obligó a que el presidente diera un paso atrás en la decisión.

Reformas

Otro de sus primeros tropiezos fue comunicar la baja de impuestos de la renta a los ricos y un aumento de las transacciones financieras. Horas más tarde el ministro de la Casa Civil salió a dar marcha atrás: “Él se equivocó “ sostuvo. Durante esa semana Bolsonaro comentó el desconociendo que tenía sobre algunas áreas de la propuesta económica.

Sobre las reformas por decreto el flamante presidente despuntó sus primeras decisiones a través de decretos temporales que luego deberán ser ratificados por las cámaras. El primero de ellos es quitar los límites al poder al Ministerio de Agricultura para delimitar las reservas indígenas. Esto significa un fortalecimiento a la industria agropecuaria a costas de los pueblos originarios.

Además de esta serie de medidas se lanzaron propuestas para garantizar la impunidad a policías que maten a presuntos delincuentes. Estas propuestas vienen en consonancia con las promesas de campaña realizadas por el “mito”, como la de limpiar al estado de los “izquierdistas”  del PT (Partido de Los Trabajadores).

Es importante destacar el proceso político que se está viviendo en algunos países del mundo con la derechización de la política y la estrategia de agresión discursiva que se va transformado en el nuevo activo político. Algunos líderes han sabido capitalizar este nuevo recurso (como Donald Trump). Bolsonaro aún está testeando sus capacidades y corrigiendo mientras pasan los días. Prueba de cierto amateurismo viene de la mano del rumor sobre la base estadounidense. El partido militar es el principal sustento del presidente y comenzar su presidencia erosionando sus expectativas demuestra que debe aprender y rápido a lidiar con sus impulsos. Las diferencias entre Trump y su contexto político frente a Bolsonaro son grandes. Encuentra mayor parecido al caso del filipino Duterte.

Por el momento ya ha dado pasos para fortalecer la posición de quienes han sustentado su campaña: evangelistas, partidarios del uso de las armas y los terratenientes. Pero sus impulsos pueden llevarlo a contradecirse y mellar rápidamente su legitimidad.