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Caso Próvolo: Montero pidió que el Vaticano envíe señales reparadoras

El avance de la causa y las nuevas confesiones, obligan a la Santa Sede a que se expida formalmente sobre la investigación

27 de septiembre, 2018 - 08:01

El exmonaguillo José Bordón (55 años) reconoció once violaciones a chicos sordos e hipoacúsicos del instituto Antonio Próvolo (Mendoza) y esta situación, sin lugar a dudas, complica a otros imputados y procesados.

Por medio del lenguaje de señas, las alumnos confesaron, con dolor y pudor, las vejaciones de las que fueron víctimas y ahora se espera que confiesen más involucrados.

De esta forma, el caso del empleado (Bordón), que ahora deberá cumplir diez años de pena efectiva en la cárcel, coloca a Mendoza a la cabeza de una indisimulada megacausa que arrastra los hechos ocurridos en el Próvolo de La Plata y de Verona (Italia). 

A raíz de esta situación, para muchos observadores, se hace necesario tener un pronunciamiento por parte de la Iglesia Católica desde la Santa Sede.

Sobre esto habló con El Ciudadano,una de las personas que colocó en manos de la Justicia la causa Próvolo y acompañó a las víctimas en los momentos más difíciles del largo proceso judicial: la vicegobernadora Laura Montero.

A raíz de los hechos recientes relacionados a la confesión de Bordón, la entrevistada dijo: “Sentí que empezaba la reparación y que por fin se llegaba a impartir justicia. Yo siempre tuve la certeza de que esos chicos habían sufrido y que todo lo que expresaron es totalmente cierto, por lo que es muy duro lo que vivieron, viven y vivirán por el resto de sus vidas. Entonces, era vital que lleváramos ese proceso judicial a buen puerto, teniendo en cuenta que en anteriores oportunidades había fracasado. No solamente aquí, también en Verona (Italia) y en La Plata, de allí que era muy importante darle la legitimidad procesal adecuada para que el juicio se llevara a cabo en Mendoza”.

Lamentablemente en todo este proceso hubo intervenciones desafortunadas por parte de la Iglesia, como sucedió con el interventor que envió el Vaticano, quien había expresado que el instituto Antonio Próvolo era de excelencia, algo que puso muy mal a los chicos que debían declarar en Cámara Gesell; estaban angustiados, porque sintieron que ante tanta presión, tal vez no tendrían un juicio justo. Hoy están más tranquilos, seguros y felices”, agregó Montero.

Luego destacó: “Eso me lo han demostrado con la importante cantidad de mensajes que me han enviado, no solo las víctimas, sino otras personas comprometidas del resto del país, donde han expresado que sienten que ha comenzado a repararse el daño, a impartir justicia y, fundamentalmente, a llegarse a la verdad”.

Sobre la repercusión nacional que tiene el caso, Laura Montero expresó: “Al menos en La Plata ya hay un fuerte rebote, con un movimiento sumamente importante. Hay que recordar que cuando nosotros libramos la compulsa, tuve que viajar y estar en la Asociación de Sordos. Ahí escuché durísimos testimonios de chicos que pasaron por el Próvolo. A pesar de eso, la causa en La Plata quedó demorada, hasta que con el cambio de fiscales, el proceso se reactivó y hoy tiene un avance sustancial. Por eso lo que ha sucedido en Mendoza pone una luz que incidirá con fuerzas en los hechos que se investigan en la capital de la provincia de Buenos Aires. Y con los efectos en Verona (Italia), a nivel mundial, la convierten en una megacausa”.

Lo cierto es que la declaración del exmonaguillo echa por tierra la estrategia que ponía en tela de juicio la verdad de lo declarado por las víctimas. Si José Bordón reconoció los hechos aberrantes, significa que los niños no mintieron sobre él y los curas.

Así, nuestro diario le preguntó si no cree que la Santa Sede debería expedirse, a lo que Montero expresó: “Sería reparador que eso sucediera, una buena y oportuna señal desde allí ante tantas cuestiones injustas y dolorosas que se vivieron en el Próvolo, también ante las expresiones de los abogados defensores, sobre todo el que defiende a (Kosaka) Kumiko, donde se llegó al extremo de hacer demandas penales contra los intérpretes, porque sabían que era un punto sobre el cual podían poner en peligro la causa, hasta su anulación. Puedo asegurar que esta parte del proceso ha sido muy dolorosa para los chicos y los traductores, momento donde se estaba trasmitiendo a la Justicia todo lo que en el instituto había sucedido”.

Finalmente, la vicegobernadora consideró: “Creo que las víctimas se han transformado en héroes y heroínas, porque han logrado vencer miedos, vergüenza y pudieron sacar a la luz todo lo que pasó. Lo otro que quiero resaltar es la fuerte determinación del Ministerio Público Fiscal para enfrentar y llevar adelante una causa muy difícil, algo que no había pasado en otras oportunidades, conducta en la que encontramos decidido apoyo a todos los que tomamos la determinación de denunciar y acompañar a las víctimas hasta las últimas consecuencias”.