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Tolerancia o acción: ¿Cómo responder ante las costumbres extranjeras?

La globalización y el acercamiento a diferentes realidades pusieron en evidencia las diferencias culturales y los desafíos de las sociedades occidentes de exportar los derechos conquistados

27 de septiembre, 2018 - 11:25

Con el paso de los años, las generaciones van evolucionando y, con ellas, las ideologías y pensamientos de la sociedad. Surgen nuevos pensadores y nuevas teorías y, de a poco, se va cambiando el panorama mundial. Aun así, en el plano internacional estos cambios varían según ciertos factores, tales como el hemisferio en el cual nos encontramos, la etapa en la que se vive o los sucesos históricos que marcan un salto de paradigma. Por ejemplo, en Irán, recién en 1979 con la Revolución Iraní, se hizo obligatorio para las mujeres el uso del Hiyab (vestimenta femenina islámica con la cual se cubren la mayor parte del cuerpo). Pero ¿qué debemos hacer cuando estas transformaciones desafían nuestros valores occidentales de libertad e igualdad?

En Malasia, el pasado mes de agosto, dos mujeres, de 22 y 32 años, fueron azotadas seis veces cada una en frente de familiares y oficiales estatales, sumado al pago de una multa de US$800. ¿Cuál fue la razón? Fueron descubiertas intentando mantener relaciones sexuales consensuadas en un vehículo en una plaza pública de Terengganu, una de las áreas más conservativas del país, lo cual constituye un grave delito para este Estado. Es la primera vez en este país en que se condenan las relaciones homosexuales y se es castigado por medio de azotes en público.

                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                     

Malasia

Malasia es un país asiático, ubicado en el centro de la subregión del Sudeste Asiático y dividido en dos por el mar de China Meridional. Es una sociedad multicultural, siendo el Islam la religión oficial, y se rige por la sharia. Entre los tópicos que se encuentran reglamentados por esta ley islámica, se encuentra la homosexualidad, la cual es ilegal y castigable por azotes o pena de prisión de hasta veinte años.

Nos puede resultar casi inconcebible que a estas alturas del siglo XXI la homosexualidad siga siendo vista como un delito, un pecado o una enfermedad. Aun así, a pesar de que nuestro país ya cuenta con ocho años de matrimonio igualitario, hay países como Arabia Saudita o Irán en los que se sigue penando de muerte a las personas del mismo sexo que mantienen relaciones consensuadas.

 

¿En qué lugar nos paramos para poder analizar o simplemente hablar del tema?

Hay que tener en cuenta que, tanto Malasia, como Arabia Saudita, Irán o muchos otros países, forman parte del Mundo Islámico. Estos Estados tienen al Islam como religión mayoritaria y toman a la sharia, la ley islámica, como única ley y, al fin y al cabo, como estilo de vida. A pesar de que a principios del siglo XX y antes de la colonización occidental, se aceptaba abiertamente la homosexualidad, es en estos países en los que últimamente la comunidad LGBT+ (Lesbianas, Gays, Bisexuales, Transexuales, etc.) se encuentra cada vez más presionada, limitada y, en ocasiones, atacada violentamente por la población musulmana.

Grupos islámicos malasios consideran que las condenas no son con ánimo de torturar o lastimar a los pecadores, sino de educar a las mujeres y a toda la sociedad. No obstante, organizaciones como Amnistía Internacional se han pronunciado en contra de estos hechos, los cuales demuestran una regresión, no sólo en los derechos de la comunidad LGBT, sino además en los derechos humanos en general.

¿Pueden las sociedades occidentales dejar pasar situaciones de estas características argumentando que sólo siguen sus costumbres, o deberían no tolerar la homofobia y transfobia a lo largo del mundo, sea el país que sea? ¿Hasta qué punto el mundo occidental tiene voz en el desarrollo de la vida política de los países islámicos, considerando el principio de no intervención?

Lo que nos puede parecer como una aberración a nosotros, para ellos es la forma en la que fueron criados y en la que deciden vivir. A pesar de que hay varias protestas feministas en países del Mundo Islámico reclamando derechos humanos para la población, el cambio tiene que producirse desde adentro y no mediante imposiciones occidentales. No es nuestro lugar el juzgar otras culturas totalmente distintas a la cual estamos acostumbrados, pero ¿debemos agachar la cabeza e ignorar las violaciones de derechos que se realizan a lo largo del mundo, o es nuestra obligación tener empatía y hacer algo al respecto?

 

 

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