Otro año de recesión y van...
La presentación del proyecto de Presupuesto Nacional 2019 vuelve a mostrar números preocupantes, con alta inflación y nulo crecimiento
Por Redacción
El lunes comenzó su tránsito en el Congreso Nacional en un escenario que adelanta muchas dificultades para su aprobación. En primer lugar porque es un presupuesto netamente de ajuste, y frente a la ausencia de mayorías propias, el gobierno cuenta con las abstenciones para ilusionarse con su aprobación. La fragmentación opositora suma para esa esperanza, pero no va a ser fácil.
Los puntos salientes, pese al optimismo mostrado por el ministro Nicolás Dujovne, no dan mucho lugar a pensar que el próximo será un año fructífero para la Argentina. Un análisis puntual de los aspectos más relevantes abona esa tesis.
El proyecto prevé una caída de 0,5% en la actividad económica en 2019, partiendo de una baja del 2,4% para este 2018 que se va poniendo cada vez más árido. En cuanto al mercado cambiario, estipula un dólar a 40,10 pesos para 2019; 44,30 en 2020; 48,20 en 2021; y 50,5 en 2022.
La expectativa inflacionaria se sitúa en el orden del 23% para 2019, pero podría ser más elevada debido al "arrastre de 2018". Vale recordar que para este año se pronosticó un 15%, rápidamente desmentido por la realidad.
El gran punto del presupuesto, y el que augura malos tragos, es el compromiso -que además tiene que ver con las metas acordadas con el Fondo Monetario internacional- de reducir el déficit fiscal a cero. En el año en curso el déficit primario se ha estimado en el 2,6% del PBI, por lo que significará un ajuste muy fuerte.
Otro punto fuerte es el de la deuda pública, que a fin de año representará el 87% del PBI, con un stock de 315.698 millones de dólares. Las necesidades de financiamiento para 2019 llegarán a 38.900 millones de dólares: 2.500 millones nueva deuda, 20.100 millones se refinanciarán; 11.700 millones del acuerdo con el FMI y otros 4.600 millones de organismos internacionales. En cuanto a los recursos, se estipula que la recaudación de impuestos nacionales y de contribuciones de la seguridad social crecerá 38,9%, al superar los 4.829 billones de pesos.
En cuanto a los gastos, el proyecto de Dujovne señala que el gasto primario crecerá a un ritmo del 24% en 2019, y los recursos sociales se expandirán un 32%. El gasto en salud crecerá al 29%, con recursos en vacunas y remedios aumentando un 95% en el año.
Un tema que a priori suponía reducciones, como la inversión en infraestructura, crecerá a pesar del ajuste fiscal, al pasar del 4,2% del Producto Bruto Interno (PBI) al 4,4%.
Proyecta para 2019 una corrección en más de un 50% el déficit de cuenta corriente medido en dólares, alcanzando los 9.900 millones de dólares para todo el año, equivalente al 2,2% del PBI. En lo que hace al consumo privado se prevé una caída del 1,6%, mientras que la inversión privada también se contraerá, con una estimación de menos 9,7%.
Como conclusión, se espera un año difícil, y esto se volverá más complejo al tratarse de un año electoral, donde el gobierno se juega su futuro y las chicanas y operaciones estarán a la orden del día. Dujovne se mostró optimista y aseguró que estamos frente a un nuevo escenario. La lectura de los números no parece darle la razón.