Dolarización y convertibilidad, recetas del pasado
Ante la incertidumbre que despierta la economía argentina, con una inflación indomable y la recesión presente, vuelven a escucharse ideas superadas hace mucho tiempo
La Argentina de estos días recuperó una polémica que parecía zanjada hace tiempo. Es que cuando se recuerda el fin de la convertibilidad, sistema que estalló en mil pedazos en 2001 arrastrando al país a su crisis más profunda y desgarradora, la sola mención de una idea parecida se volvió mala palabra.
No obstante, la palabra volvió a sonar en este tiempo. Se comprende: hay agoreros que hacen lo posible por homologar el actual momento histórico con aquellos tiempos en que Fernando De la Rúa debió abordar el helicóptero, dejando un país quebrado y a la deriva, en una historia que tiene muchos mas matices de lo que normalmente se conoce. Y también, justo es decirlo, hay miles de personas y dirigentes trabajando y operando para garantizarle a Mauricio Macri un futuro similar.
Pero quien encendió la mecha ahora es el director del Consejo Económico Nacional de la Casa Blanca, Larry Kudlow, quien en una entrevista recomendó que la Argentina debe "atar el peso al dólar" tal como en los años de la convertibilidad, o directamente debe dolarizar su economía como única forma de salir de la crisis.
Los dichos tuvieron lugar durante una entrevista con el canal de noticias Fox, donde Kudlow aseguró que el gobierno de Trump está "profundamente involucrado" con lo que está pasando en nuestro país y se siguen con mucha atención las negociaciones con el Fondo Monetario Internacional, en la renegociación de las condiciones del préstamo por u$s 50.000 millones. El funcionario fue más allá, y expresó que "la única forma de salir del dilema de Argentina es establecer una junta monetaria, el peso se vincula con el dólar. No hay creación de dinero a menos que tengas una reserva en dólares. Funcionó en los 90: derribó la inflación y mantuvo la prosperidad, eso es lo que necesitan para volver a hacerlo". Pero lo más llamativo de todo fue su frase de cierre, cuando dijo que "La gente del Departamento del Tesoro está en eso". Vale recordar que hace muy pocos días Nicolás Dujovne tuvo reuniones en USA con la gente del Tesoro.
Pero no es la única voz que sonó en ese sentido. Según la analista Mary Anastacia O’Grady, a través de un artículo publicado en el Wall Street Journal, deberíamos “adoptar el dólar para terminar con la miseria causada por el peso. Los mercados predicen que la economía se contraerá más del 2% este año y que la inflación llegará al 40%. La pregunta que parece estar en boca de todos es ¿por qué vuelve a pasar, bajo un presidente que debería representar el cambio? La respuesta: porque Argentina todavía tiene un Banco Central. Para resolver el problema de una vez por todas, debe convertirlo a dólares”, aseguró O’Grady en una columna de opinión.
Inmediatamente, tanto desde el Ministerio de Economía como desde el Banco Central de la República Argentina salieron a desacreditar los dichos de Kudlow, negando cualquier posibilidad de ir en ese sentido.
Los especialistas coinciden en que dolarizar la economía, como hizo Ecuador en 2000, no eliminaría los problemas estructurales, agravaría los efectos de la crisis y le quitaría al Gobierno las herramientas con las que cuenta para tratar de contener la situación.
Por el lado de los economistas, las opiniones tampoco van en sintonia con los dichos de Kudlow. Es que con la dolarizacion todos los pasivos están también dolarizados y se torna insostenible. La pérdida de competitividad y el déficit fiscal serían un lastre inlevantanbles en moneda fuerte. Además, que el Estado resigne herramientas de la economía que pueden servir para el desarrollo y el impulso de políticas productivas es una idea que, a esta altura, es completamente anacrónica.