El abandono es el principal motivo de suicidio en adultos mayores

A raíz de la tragedia en la que dos ancianos habrían decidido quitarse la vida en el marco de un pacto suicida, El Ciudadano se contactó con especialistas en patologías mentales presentes en la última etapa de la vida.

Al respecto, la Fundación Argentina de Clínica Neuropsiquiátrica indica que los adultos mayores constituyen el grupo de edad en el que el suicidio alcanza con mayor frecuencia su expresión más categórica: la consumación.

Ancianos: el grupo social que más se suicida

Recientes estudios epidemiológicos realizados por la entidad mencionada, ponen de manifiesto un incremento progresivo de la tasa de suicidio con la edad en los varones. 

En ese sentido, se indica que entre los varones mayores de 70 años esa tasa es de dos a cinco veces superior a la de los adolescentes de 15 años. En las mujeres también se constata un incremento de la tasa de suicidio con la edad, pero el pico se produce alrededor de los 55 años. 

Estas tendencias se repiten en varios países, y lo que cambia entre ellos es únicamente las tasas más o menos altas de suicidio.

Por otra parte, según datos de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), en nuestro país, para el grupo comprendido entre los 65 y 74 años, la tasa de mortalidad por suicidio cada 100.000 habitantes es del 19,2%. Esto significa que en la Argentina y muchas otras partes del globo, las personas que más se suicidan son ancianos. 

¿Por qué se produce este triste fenómeno? 

De acuerdo a los profesionales que integran el equipo de la Fundación Argentina de Clínica Neuropsiquiátrica, el suicidio en la tercera edad tiene explicaciones del tipo social, económico y también sanitarias.

Lo cierto es que la elevada prevalencia de síndromes depresivos en edades avanzadas se produce con marcada presencia de las depresiones endosituativas, en la que los factores psicosociales desempeñan un rol fundamental. Entre estos factores se incluyen:

- Situación de soledad y aislamiento afectivo.
- Imposibilidad real de reponer el objeto perdido (muerte de familiares y amigos).
- Jubilación, deterioro económico y pérdida de status y roles.
- Carencia de soporte familiar, institucional o social.
- Impacto psicológico de los trastornos somáticos invalidantes.

“El sentimiento de abandono, la sensación de vacío, la desesperación ante el desmoronamiento orgánico y la autopercepción de ser una persona inútil, sin proyectos, genera lo que algunos sociólogos han dado en llamar ‘vergüenza social’. Esto conlleva a que la importancia de los factores psicosociales en la depresión y el suicidio del anciano sea considerablemente más determinante que en los sujetos de menor edad”, publica la página web https://www.clubensayos.com/Psicología/ABANDONO-Y-SOLEDAD-EN-LA-TERCERA-EDAD/196843.html.

Por otra parte, también es cierto que el progresivo deterioro de la calidad de vida a raíz de las bajas jubilaciones y la falta de apoyo económico, determina que la mayor parte de los ancianos argentinos vivan con recursos catalogados como de pobreza y con frecuencia no pueden afrontar una atención médica apropiada, como consecuencia de un sistema previsional deficiente y poco equitativo.

LEA MÁS: