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Las costumbres de los gatos

Las costumbres y comportamientos de los felinos tienen explicación

27 de julio, 2018 - 17:46

A menudo observamos a nuestros gatos y nos llena de asombro o incertidumbre el porqué de determinado comportamiento. Algunos nos resultan graciosos y no los cuestionamos y otros nos parecen muy negativos porque se vuelven en contra de nuestros intereses o nuestra integridad, pero muchas de sus costumbres y comportamientos son naturales y otras son alteraciones de la conducta.

 

Amor a las alturas

Es asombroso cómo los felinos escalan y caminan por cornisas altamente peligrosas o ramas inalcanzables para nosotros.

Los gatos domésticos como su pariente, el gato salvaje africano, es un gran e intrépido escalador. La razón de sus habilidades radica en un excelente equilibrio y un gran balance de su sistema locomotor, que le permite escalar con sus garras y trepar dando grandes saltos con exquisita fineza y precisión. 

Su cuerpo ágil y atlético le permite desarrollar proezas físicas que a simple vista parecen sencillas pero resultan imposibles para la mayoría de los animales. Esta peculiar capacidad, al gato salvaje le sirve para la caza de aves y para refugiarse y escapar de sus predadores y nuestro gato conserva sus habilidades.

Es por eso que no es raro verlos caminar por los techos o subidos a las copas de los árboles e inclusive a la parte más alta de nuestros muebles desde donde miran sigilosos como controlando sus dominios. En definitiva, de eso se trata de vigilar, cuidar y acechar alguna presa en su dominio.

 

Rasguñar los muebles

Hablando de sus dominios y propiedades, la razón de que nuestro gato arañe los muebles es la de marcar propiedad del territorio que recorre y domina. 

Las marcas visuales a través de los rasguños y olfativas a través de los olores que deposita a través de glándulas de sus almohadillas plantares resulta como un cartel que dice “esta casa es mía”. 

Los machos son mucho más territoriales que las hembras y si no están castrados su actitud de marcaje es más intensa y puede incluir marcas urinarias.

 

Pasión por los escondites

Es habitual ver que si dejamos una bolsa olvidada, una caja vacía o la puerta del placar abierta nuestro gato se esconda en estos sitios por más pequeños u oscuros que sean. 

Los escondites sombríos y apartados representan una tentación irresistible para ellos, semejan a una guarida o cueva que les entrega confort y seguridad aunque el motivo inicial de su entrada a los mismos es la curiosidad.

Son famosos los dichos populares que hacen mención a esta característica del felino que lo hace explorador, arriesgado, inquieto pero también lo expone a peligros impensados. 

El gato adora sentirse protegido y sobre todo tener cubierta sus espaldas, dejando sus capacidades sensitivas visuales, olfativas y auditivas al frente del escenario para poder decidir cuándo escapar atacar o descansar plácidamente.

 

Acecho y ataque

En ocasiones, nuestro gatito aparece de la nada y simula atacar nuestros tobillos o nuestros cordones del calzado, huyendo raudamente tan veloz como apareció sin ser visto. 

Este rito forma parte de uno de los comportamientos más primitivos de los felinos en sus jornadas de caza. Nuestros gatos domésticos que viven en la comodidad de nuestros hogares y con la comida garantizada no necesitan cazar, pero aún así algunos igualmente lo hacen o simulan hacerlo. 

El acecho paciente o la mirada casi hipnótica que les propinan a algunos insectos o animales verdaderos como pájaros o ratones, es semejante a la atención que le propinan a una bola de papel que rueda por el piso o a una flor que es mecida por el viento. 

Luego del acecho viene el ataque repentino y certero que sorprende a la presa verdadera, o a nuestros inocentes tobillos.

 

Atendiendo sus necesidades

Como podemos apreciar, los comportamientos de nuestro gato posee casi siempre una explicación que surge miles de años atrás cuando ellos eran salvajes y necesitaban esconderse, cazar, determinar y disputar su territorio de caza para garantizar su supervivencia.

Es muy importante permitir y favorecer estas conductas para que nuestros gatos no sufran la privación de estos instintos primitivos y solo se dedique a dormir, engordar o alterar su comportamiento normal hacia conductas destructivas o dañinas. 

Es importante desde temprana edad hacerlos jugar persiguiendo bolas de papel, colgando cuerdas con nudos en la punta que se muevan para que éstos los ataquen despuntando el vicio de la caza. 

Jugar con punteros láser sobre paredes y pisos suele resultarles muy cautivador y los mantiene ocupados y entretenidos. De igual manera dejarles cajas vacías apiladas de manera segura en diferentes rincones es muy tentador, pero es necesario ir cambiándolas de lugar. 

Construirles muebles para escalar con escondites, comederos y senderos en altura son fascinantes para ellos, como también lo son los rascadores que pueden ser simples troncos o leña que estén fuertemente fijos al piso para que no se tumben al rascarlo con las uñas o utilizar estructuras de madera en posición vertical revestidas de alfombra o cubierta por hilo sisal para cumplir con la misma función de rascar, marcar y determinar quién es en definitiva el verdadero dueño de nuestra casa.