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Los riesgos del consumo de alcohol en adolescentes

26 de abril, 2018 - 12:10

Hoy en día, las salidas de fin de semana de los adolescentes se caracterizan por el consumo de cantidades excesivas de alcohol, buscando sus efectos. Creen que sin alcohol no hay diversión y es más difícil vincularse y ser integrado por otros.

 

¿A qué edad están en riesgo?

En nuestro país, años atrás, ingresaban en las guardias de los hospitales, casos de intoxicación por exceso de alcohol a los 16 o 18 años, lo cual indicaba que estos jóvenes habrían comenzado dos o tres años antes con el consumo de alcohol.

Actualmente la edad de casos de intoxicación bajó a 14 años, los que nos da la pauta de que se comienza a ingerir alcohol a los 12 años.

Estas cifras alarman a la salud pública, como a la sociedad en general, sobre todo a los padres de adolescentes y niños.

 

¿Qué efectos trae el alcohol?

Distorsión en la percepción y habilidades psicomotoras, lo que supone un riesgo para la salud y la seguridad. Los efectos negativos no duran sólo mientras  haya alcohol en el cuerpo , hay un alto riesgo de daños futuros para la salud física o mental, afecta el desarrollo normal del cerebro, toma de decisiones y autocontrol; provoca euforia y lleva a involucrarse en peleas y conductas agresivas; causa depresión y ansiedad; problemas de aprendizaje y memoria; propensión a tener más accidentes automovilísticos; provoca hipertensión y algunos tipos de cáncer.

 

¿Que los puede llevar a consumir alcohol en exceso?

Cuando la familia está en conflicto y no cuentan con apoyo;  el consumo de drogas por algún familiar; la edad (13 años promedio) y el sexo (mayor promedio en varones);  baja autoestima; ansiedad y depresión.

En la prevención de este fenómeno creciente, es necesaria la información sobre los riesgos del consumo de alcohol, un  trabajo formativo para encontrarse en condiciones adecuadas de cuidarse a sí mismos y a sus compañeros.

Un punto interesante en la reflexión es sobre algunas posiciones paternas: “prefiero que tomen en casa…”. Como lo señalan los expertos, esta declaración se sostiene en la ilusión de lograr un mayor control sobre el consumo, si es bajo supervisión paterna. Esta postura no protege sino que habilita y legitima el consumo. Los padres pueden estar abiertos al diálogo,

sin ser permisivos y manifestar sus opiniones con firmeza respecto al cuidado. Finalmente, el compromiso de las instituciones educativas en la promoción de salud es muy importante en la prevención.

 

Mariana Lucero

Licenciada en Psicología Matrícula 3797

Egresada de la Universidad Nacional de San Luis

Psicóloga Clínica Cognitiva Integrativa – Psicoterapia de la Obesidad

Niños, Adolescentes, Adultos- Contacto: [email protected]