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Tener en casa mascotas no tradicionales

07 de diciembre, 2018 - 17:55

Tradicionalmente, cuando nos referimos a las mascotas en general se nos vienen a la mente los perros y gatos, ya que estos son los animales más tradicionales que nos acompañan desde tiempos remotos.

Sin embargo, existe una variedad de animales muy dóciles y manejables que pueden adoptarse como mascotas, sobre todo para las personas que no cuentan con mucho espacio o tiempo para dedicarles. 

Durante muchos años, la tenencia de animales en el hogar no era regulado o controlado debidamente y era posible ver, y lamentablemente aún en la actualidad, a animales salvajes e inclusive aquellos en peligro de extinción, en ambientes inapropiados e incómodos.

El capricho o la oportunidad de tenerlos hacía que, apelando a cualquier medio, se tuvieran en los hogares de la ciudad a pumas, monos, yacarés, tortugas, lagartos, tucanes, serpientes y múltiples variedades de aves amenazadas de extinción.

Afortunadamente esta costumbre dejó de ser popular e impune y se fue perdiendo gracias a las campañas de concientización y a los controles y penas más severas. 

No obstante, quedan inescrupulosos que por unas monedas condenan al sufrimiento a los animales traficándolos para satisfacer el capricho de muchos ignorantes que los adquieren. 

Existen reglas y recomendaciones de cuáles son los animales salvajes o exóticos permitidos para tener en el hogar, que deben estar debidamente permitidos por las autoridades y con los correspondientes certificados del criadero o reserva que procedan. 

Más allá de lo legal o ilegal, debemos comprender que es más apropiado elegir animales que provengan de muchas generaciones de mascotas acostumbradas al hombre, o de criaderos autorizados con responsabilidad y trayectoria para adquirir especies no tradicionales como mascotas. 
Dentro de las alternativas más recomendables hablaremos de dos animales que resultan excelentes mascotas y deleitarán a grandes y chicos con su compañía y cariño.

Hámsters y conejos

Los conejos pueden resultar maravillosas mascotas para una familia. Son adorables y mimosos, les encantan las caricias y adoran mantenerse cerca de a las personas que los respetan y los cuidan. Son animalitos muy fáciles de entrenar y resultan muy limpios si los mantenemos en un ambiente acondicionado y mantenido especialmente para ellos.

Sin embargo, tienen necesidades y cuidados diferentes a las mascotas tradicionales que son necesarias conocer a la hora de adoptarlos. Es importante adoptarlos desde muy pequeños y en especial si son de criaderos donde llevan generaciones reproduciéndolos con contacto humano, eso nos garantizará mayor aceptación, que si compramos un conejo de una zona rural que vive en soledad sin contacto humano. 

Una vez que llegue a la casa deberemos hacer los esfuerzos para que exista un contacto fluido con todos los miembros de la familia, ya que esto lo sociabilizará ayudando así a tolerar e interactuar con todos los miembros del hogar.

El acostumbramiento de conejos con perros y gatos es más difícil, ya que de manera natural el conejo es presa de estos animales, pero si los criamos a ambos desde cachorros podremos alcanzar una convivencia apacible.

Es necesario que los conejos tengan un límite y no un encierro marcado, ya que eso los disgusta, es decir, una jaula pequeña es una tortura pero en un jardín muy grande lo perderemos de vista y hará una vida menos social con nosotros.

Es por ello que mantener una combinación de estos escenarios es lo ideal. Son muy limpios y se acicalan con frecuencia pero suelen dejar desparramado migajas de su alimento por todas partes y adoran mordisquear lo que tengan al alcance, sin discriminar la apetitosa zanahoria que le dimos, de las zapatillas nuevas o la carpeta de apuntes que dejamos a su alcance.

Los hámsters, siguiendo la moda, en un momento se hicieron muy populares y luego decayó el interés por ellos hasta encontrar un punto medio en la actualidad donde se considera unas mascotas muy fáciles de tener y cuidar. 

Se debe adoptarlos desde muy pequeños y dentro de lo posible antes de las tres semanas de vida para así poder acostumbrarlos paulatinamente al contacto humano. 

Su mantenimiento no es costoso ni complejo, su alimentación es sencilla en base de granos y algunas verduras pudiendo adquirirse las mezclas de semillas preparadas especialmente para ellos. 

Pueden vivir en una jaula tipo pecera con la base de aserrín y en un terrario que resulta más difícil de mantener, aunque es un ambiente más real y parecido al natural que ellos disfrutan. 

Poseen hábitos nocturnos y suelen descansar de día, aunque se acostumbran a los ritmos del hogar. Adoran vivir en soledad y dominar su pequeño reino aunque en época reproductiva son una máquina generadora de hijos a la cual debemos controlar si no queremos llenarnos de muchos ejemplares. 

Como desventaja debemos saber que no viven más de tres años y que son delicados físicamente no tolerando golpes ni caídas, por ello debemos manipularlos al nivel del suelo para evitar involuntario daño sobre sus frágiles cuerpos.

En muchos casos adoptamos una mascota siguiendo el pedido de nuestros niños y se nos pasa por alto que si bien son animales pequeños y parecen manejables fácilmente, estos roedores son frágiles y sensibles y en muchos casos los niños pequeños no poseen la conciencia suficiente para controlar sus acciones de cariño o manejo y le producen daño involuntariamente.

Por ello debemos ser conscientes de que los pequeños no debieran manipular a estos animales sin supervisión de los adultos por el bien de ellos mismos y de las mascotas.