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¿Cuál será el destino político de Alfredo Cornejo?

Solo muy pocos y con necesaria sinceridad, dicen no saber qué será de Cornejo cuando termine su mandato. Quien sea designado como su delfín deberá medir fuerzas con el ascendente Omar De Marchi en las PASO.

31 de diciembre, 2018 - 08:34

Mientras los principales contrincantes de la arena electoral local velan armas estratégicas, cuando las encuestas de verdad hablan por sí mismas al son de los intereses de la gente, frente a las especulaciones infladas de aquellas “no tan reales”, cuando muchos se bajan, otros suben y otros se fortalecen mirando el 2019, nadie sabe qué será de Alfredo Cornejo cuando le coloque la banda de Gobernador a su sucesor.

Algunos dicen que jugará en las ligas mayores del complejo esquema nacional. Otros consideran que será vital su función en el Senado argentino. Otros tantos consideran que no asumirá ningún compromiso público, para tomarse un tiempo, y en el descanso, preparar la estrategia de un regreso inmediato.

Solo muy pocos y con necesaria sinceridad, dicen no saber qué será de Cornejo cuando termine su mandato. Quizá estos últimos intuyen y no lo pueden exteriorizar, que el líder de Cambiemos en la provincia hará una de esas jugadas magistrales que ha utilizado en sus saltos políticos de los últimos años.

Lo cierto es que hoy, el mandatario mendocino está abonando fortaleza en dos problemas políticos en los que se le va la vida: despegarse del complejo esquema económico y financiero nacional que tanto perjuicio ha producido en la gente, para tener chances electorales sin romper lanzas con el gobierno de Mauricio Macri, y que un dirigente de su entorno sea el candidato a la gobernación.

En el primero, las cosas las tiene un poco mejor, no fáciles, pero sí mejor. En lo segundo, la realidad le señala serias complicaciones porque su primer delfín, esto es Martín Kerchner, no mide para nada. Ahora solo le quedan los pocos porcentajes de consideración ciudadana que tiene el intendente capitalino Rodolfo Suarez. Aun así, el hombre que supo absorber poder dentro y fuera del Frente Cambia Mendoza, se estaría preparando como un cruzado.

Cornejo se pondría ese overol que le valió ganar muchas luchas y calzaría sobre sus hombros la campaña con algún precandidato a la gobernación. Enfrentaría, como lo hizo el año pasado, el destino final de las urnas con el prestigio de buen administrador que cree haber obtenido potenciando su figura.

Una jugada muy riesgosa, ya que si, otro precandidato dentro del Frente Cambia Mendoza gana las PASO, el Gobernador quedaría fuera de combate y se debería limitar a acompañar a la persona consagrada a disputar la gobernación con el resto de las fuerzas políticas de la provincia.

Para los observadores de la política mendocina, el precandidato triunfador con el que tendrá que librar una gran batalla es, potencialmente, Omar De Marchi. Una cuestión que para Cornejo se transformaría en una circunstancia muy dura de aceptar Con consecuencias que rozarían su impetuoso camino y por primera vez lo bajarían a tocar el polvo de la política.

Sus proyectos de ser el gobernador en las sombras que perpetúen en el tiempo su liderazgo quedarían archivados, como aquel estratégico y clave proyecto de ley que podría haberle dado la única luz de posibilidades de ser reelegido.

Sin lugar a dudas el 2019 implicará una gran parada electoral disputada en un solo terreno, el oficialista. Donde la oposición puede ser un convidado de piedra, más allá de que el justicialismo está haciendo denodados esfuerzos para lograr esa unidad, que por interese mezquinos, no alcanzó hasta ahora.

Lo increíble es que la épica puja tiene un hombre (Cornejo) que ha trabajado mucho y ese trabajo lo ha desgastado, mientras que su contrincante (De Marchi) está transitando con una buena imagen de administrador que le insufla la Nación. El primero no tiene ningún objetivo electoral, pero el segundo si: ser el gobernador de la provincia después del 2019.

Lo dicho será una cuestión de poder político, en un escenario electoral sin precedentes en la historia institucional de la provincia. Alfredo Cornejo jugará para siempre su trayectoria, su predicamento, su accionar estratégico y el modo de vivir la política. Omar De Marchi podría ingresar a la arena política de esa lucha de titanes, donde no solo estará en juego su prestigio, sino el modo de querer sacar a la provincia de los problemas que hoy la acucian. Porque él es consciente de que si se lo vota será para ese gran y complejo objetivo.

Mientras tanto, y cuando el incendiado 2018 se va buscando el esperanzador 2019, Cornejo, frente al Océano Pacífico, espera el nuevo año mirando la inmensidad y pergeñando el año de su vida política, como Gobernador de la provincia, como definidor final del destino del Frente Cambia Mendoza, como dueño absoluto de su destino político y como presidente del Comité Nacional de la Unión Cívica Radical.

Aunque esto último no pase más allá del título.