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Elecciones: Mendoza espera en calma el 2019

A pesar de la crisis, los integrantes de Cambiemos muestran optimismo y tranquilidad cuando hablan de las elecciones del año próximo. Una encuesta de ‘El Ciudadano’ posiciona al oficialismo por sobre la oposición

19 de noviembre, 2018 - 16:01

Cambia Mendoza trabaja con la confianza que le da la aceptación de la mayoría a la gestión del Gobierno provincial, y a pesar de la crisis espera con optimismo las elecciones del 2019. 

Alfredo Cornejo, afianzado como único líder y conductor político del Frente, se carga al hombro la elección plebiscitando su gobierno y dejando para más adelante la hora de elegir el sucesor entre varios de los candidatos que tiene el Frente.

Mientras, en la oposición el PJ ajusta las clavijas, endurece el diálogo con el Gobierno y empieza a reacomodarse de cara al futuro, pero todavía sin un rumbo cierto que lleve a pensar que le harán fuerza más o menos intimidante a Cornejo.

En tanto, los dos partidos más chicos siguen compitiendo entre sí para tratar de afianzarse en el tercer puesto, lo que hasta ahora logra el Partido Intransigente de Mario Vadillo y José Luis Ramón por sobre el FIT, espacio que tiene como cara visible a la exsenadora Noelia Barbeito.

La encuesta de ‘El Ciudadano’

Cuando comentaban una encuesta de El Ciudadano, en los corrillos legislativos decían entusiasmados y jocosos: “Sumando a los candidatos del frente Cambia Mendoza obtenemos el 50% de los votos. ¿Te imaginás un resultado así?”. 

En esa consulta a los lectores aparecían los principales popes del frente con aspiraciones de suceder a Cornejo, desde el movedizo ministro Martín Kerchner –según dicen los comentarios, el “pollo” oficial– hasta el presidente de la UCR y buen intendente de la Ciudad de Mendoza, Rody Suarez, de muy buena relación con el Gobernador; el intendente Tadeo García Zalazar, un buen cuadro político aunque por lo bajo aseguran que se la jugará por su reelección en Godoy Cruz; el exgobernador Julio Cobos, otra figura de importancia aunque todavía no termina de definir su futuro político, y el intendente de Luján, Omar de Marchi, quien manifiesta a los cuatro vientos su voluntad de dirigir los destinos de la provincia. 

Sumados, todos ellos se quedan con el 50% de los votos de aquella encuesta, aunque como es lógico, algunos, a la hora de las efectividades conducentes, tendrán más intención de voto que otros.

Por el lado del justicialismo, todavía están acomodando las cargas. Hay quienes quieren desempolvar viejos laureles y mencionan tanto al Pilo Bordón, actual embajador en Chile, como al Rolo Gabrielli como posibles candidatos y así mover fuertemente la aguja electoral, mientras otros apuestan al buen presente del intendente de Maipú, Alejandro Bermejo, y de la senadora nacional Anabel Fernández Sagasti. 

Todavía se puede apreciar a simple vista dos formas distintas de hacer oposición: la constructiva y la que se opone a todo, como sucedió a la hora de discutir el Presupuesto, cuando el PJ se opuso a la intención del Gobierno de refinanciar deudas, lo que hubiera permitido seguir haciendo obra pública. 

Pensando en 2019

De esta manera se ven pinceladas de las intenciones del PJ de lo que hará de aquí hasta el día de las elecciones, seguramente tratando de aprovechar los errores y debilidades del Gobierno nacional para caerle a la administración de Cornejo. 

Tratarán también de endurecer el rol opositor en la Legislatura provincial y sobre todo terminar de darle forma a la alianza interna con el Frente Ciudadano, que como todos saben, está compuesto por los más acérrimos adversarios del oficialismo, aunque pecan de falta de memoria sin reconocer que entregaron una provincia sumida en una profunda crisis económica y financiera que de a poco el actual Gobierno ha ido subsanando. 

Pero como es lógico en épocas de campaña, nadie quiere ceder nada y en eso el PJ ortodoxo y el Frente Ciudadano se unieron para llevar a la práctica una oposición dura con el solo objetivo de mellar al Gobierno y tratar de arrimar el bochín con posibilidades más o menos ciertas de volver a gobernar la provincia.

Esto quedó evidenciado este sábado en la asunción de Guillermo Carmona como presidente del PJ provincial. En ese acto, el senador nacional dio un discurso encendido y reafirmó que reivindicará la apertura hacia todos los ámbitos para conformar un amplio espacio que contemple las necesidades de la gente. Asimismo, se comprometió a avanzar en un interbloque en la Legislatura “para funcionar articuladamente”.

En cuanto al Partido Intransigente, sigue aferrado a la muletilla del aumento de los servicios para criticar al Poder Ejecutivo y tratar de llevar agua para su molino. Por ahora eso les alcanza para mantener el tercer lugar que perdiera el FIT luego de que los mendocinos entendieran que hubo candidatos de la izquierda que solo utilizaron a los votantes como trampolín para llegar a la Nación y algunos, como Nicolás del Caño, terminaron cambiando el domicilio para radicarse en Buenos Aires y darle la espalda al electorado que lo catapultó a las grandes ligas en la Capital federal.

Así las cosas, más allá de algún chisporroteo, Mendoza sigue dando señales de ser distinta a otras provincias, con una clase política más seria y civilizada que podrá tirar la soga sin que llegue a cortarse. 

De lo contrario, cualquier acción que perjudique a los mendocinos será como un búmeran que los golpeará en las próximas elecciones.