|19/11/18 12:28 PM

El mendocino que peleó en la Vuelta de Obligado

19 de noviembre, 2018 - 17:35

El 20 de noviembre se conmemora un nuevo aniversario del combate de la Vuelta de Obligado, fecha en la que se celebra, desde hace unos años, el día de la Soberanía Nacional (aunque el feriado nacional fue corrido para hoy).

Este combate fue uno de varios enfrentamientos de la llamada "Guerra del Paraná" que protagonizaron en 1845 la escuadra anglo-francesa y las fuerzas de la Confederación Argentina.

En esa batalla un soldado mendocino, llamado José Videla, se destacó por su valentía en las filas del ejército federal. Y aunque quedó en el olvido, existen varios documentos en los que se menciona a este valiente cuyano, de quien hoy recordaremos su historia.

Mendocinos en alerta

A mediados de 1845, una noticia llegó desde Buenos Aires y conmocionó a los mendocinos. La misma señalaba que la flota anglo-francesa había bloqueado el Río de la Plata y sus alrededores. Esto produjo la ruptura de las relaciones entre la Argentina y los gobiernos de Gran Bretaña y Francia y la entrada en guerra del gobierno argentino.

Hacía muy poco tiempo que el gobernador José Félix Aldao había muerto en nuestra provincia. En febrero, fue designado Pedro Pascual Segura gobernador de Mendoza.

Pedro Pascual Segura, gobernador de Mendoza en 1845.

A mediados de ese año, Segura despachó varias notas al Restaurador Juan Manuel de Rosas, ofreciendo tropas desde nuestra provincia para que marcharan con el objetivo de auxiliar al gobierno nacional en el conflicto que se había declarado.

Ante esas circunstancias, el gobierno porteño agradeció el ofrecimiento y quedó en solicitarlo en caso que fuese necesario. Por otra parte, el funcionario mendocino puso en alerta a su ejército.

Desde el Río de la Plata llegaban a Mendoza informaciones que dispersaban las nefastas consecuencias de este bloqueo. Muchos mendocinos estaban preparados para marchar y luchar por la soberanía de estas tierras, pero la orden no se pronunciaba. Y así lo hizo José Videla y otros cuyanos que se unieron a las milicias rurales y  partieron para servir a la Patria.

La Nación, expectante

Días previos al combate, Juan Manuel de Rosas ordenó organizar sobre el río Paraná, en el lugar denominado Vuelta de Obligado (San Pedro, provincia de Buenos Aires) la construcción de importantes fortificaciones. Además, ordenó que las fuerzas al mando del general Lucio Mansilla se posicionaran en ese sitio.

La costa se había fortificado con baterías. Una fila de chalupas y pontones, que sostenían gruesas cadenas de costa a costa, impedirían, a su vez, el paso de los buques. También se desmontaron de algunos barcos argentinos varios cañones para la defensa: eran cinco baterías con un total de treinta cañones antiguos, servidas por cien artilleros a las órdenes del capitán de Marina Thorne (de origen estadounidense) y lo protegían tropas de infantería y de caballería para repeler posibles desembarcos.

Fuerzas de la Confederación enfrentan el ataque anglo-francés (1845)

En tierra se posicionó el regimiento Patricios al mando del coronel Ramón Rodríguez, en tanto que la caballería quedaba a cargo del coronel Santa Coloma. Mientras, los cuerpos de milicias rurales estaban al mando del teniente riojano Facundo Quiroga, hijo del Tigre de los Llanos. En ese cuerpo se encontraba precisamente el mendocino José Videla, listo para entrar en acción.

A vencer o morir 

En la madrugada de aquel día, la escuadra británica, que estaba al mando del almirante Inglefield y la francesa, comandada por el almirante Lainé, iniciaron el ataque.

Escena de la batalla de la Vuelta de Obligado (1845)

A las 8 de aquel 20 de noviembre de 1845, los buques anglo-franceses abrieron un intenso fuego de artillería. Los cañonazos se confundieron con los gritos del paisanaje a las órdenes del general Mansilla

Por la tarde comenzó el desembarco de los invasores. Las baterías patriotas intentaban con su fuego diezmar a las tropas extranjeras, pero se fueron quedando sin municiones, lo que produjo una ventaja transitoria a las balas de los buques enemigos.

Al ver que la infantería anglo-francesa tomaba posición en suelo argentino, los milicianos de Quiroga los atacaron. Allí, el mendocino Videla entró en combate como los demás. Los argentinos, claro, luchaban con armas muy inferiores a las de las tropas europeas.

La pelea se prolongó hasta la caída de la tarde y llegó el enfrentamiento cuerpo a cuerpo. Los defensores, a fuerza de heroísmo, dejaron en el campo de batalla 250 muertos y más de 400 heridos entre soldados y oficiales de un total de 2.160 combatientes criollos. 

El mendocino José Videla, quien peleó en aquel enfrentamiento, no regresó a nuestra provincia, por lo que se estima que pudo haber sucumbido en el campo de batalla.

Hoy rescatamos a éste héroe casi anónimo que dio su sangre cuyana por su Patria.