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Se partió la CGT de Mendoza y un ala se acerca a Cornejo

Disconformes con la CGT “oficial”, por la que no se sienten representadas, 17 agrupaciones gremiales decidieron escindirse y tomar vida propia.Ya pidieron una audiencia con Alfredo Cornejo y se reunieron con funcionarios del IPV

13 de noviembre, 2018 - 16:24

Muy distanciados de la actual conducción cegetista local, 17 gremios decidieron conformar una suerte de CGT disidente y romper lanzas con sus pares. 

El combo explosivo estalló cuando lo primero que hicieron es acercarse a la administración del Frente Cambia Mendoza, pedir un aumento de emergencia y comenzar las tratativas con autoridades del Instituto Provincial de la Vivienda (IPV) para obtener viviendas para trabajadores.

De esto, dicen que esperan que no suceda lo que pasó durante el kirchnerismo que, con actitud sectaria, solo fueron beneficiadas las organizaciones Túpac Amaru y Madres de Plaza de Mayo con su ONG Sueños Compartidos.

“La CGT ‘oficial’ no nos representa” 

El Ciudadano tuvo acceso a la ruptura gremial en forma exclusiva y, en una entrevista con el flamante secretario general Miguel Sosa (del gremio de celadores), éste aseguró: “Somos CGT disidente porque no nos sentimos representados por la CGT ‘oficial’. Hay muchas cosas que están pasando los trabajadores y por eso asumo la doble responsabilidad de representar como siempre a los celadores y ahora asumir como secretario general de esta CGT”.

Y agregó: “Cómo estaremos decididos, que muchos secretarios generales de los 17 sindicatos que nos acompañan piden que no se denomine disidente, sino CGT Regional Mendoza”. 

—¿Por qué se dio esta división?

—Todos los que integramos este nuevo núcleo cegetista tenemos un común denominador: no ser escuchados. Y por eso no nos sentimos representados por la actual conducción de la otra CGT. Nosotros apuntaremos a unir a todo el movimiento obrero de Mendoza ante lo que le está pasando a la clase trabajadora. Inflación, sueldos que no llegan a fin de mes, empleo en negro y despidos, son puntos más que graves como para no atender a los compañeros obreros”.

Miguel Sosa (Celadores) y Facundo Quiroga, la nueva conducción disidente.

Más adelante, el dirigente sindical aclaró: “Nos sentimos identificados con esa lucha desde siempre del desaparecido compañero Jorge Córdoba (de los trabajadores petroleros) y ocupamos el lugar histórico de la CGT local, en 25 de Mayo 1245, de Ciudad”. 

“Sabemos que eso está haciendo mucho ruido, pero todos los gremios deben saber que somos una representación genuina de los trabajadores”, advirtió Sosa.

Palo al kirchnerismo y acercamiento al Gobierno

Muy entusiasmado se mostró en la entrevista quien fue consagrado secretario adjunto de la CGT disidente, Facundo Quiroga (del gremio de Empleados de Cooperativa de Farmacias). 

Al referirse a los primeros pasos que decidieron dar apenas conformado el nuevo nucleamiento cegetista, Quiroga expresó: “Nosotros hemos tenido el primer acercamiento con el Gobierno provincial. Ya nos atendió el ministro de Gobierno Lisandro Nieri, a quien le hemos solicitado un aumento de emergencia, como ya se está haciendo a nivel nacional. Ahora vamos por una audiencia con el gobernador Alfredo Cornejo”. 

“Mientras tanto, nos hemos reunido también con funcionarios del IPV, a quienes les hemos solicitado las viviendas que necesitan los trabajadores que representamos”, agregó.

“Esperamos que nos escuchen y no suceda lo que pasó con el gobierno de nuestro mismo color político. Ahí, el denominado kirchnerismo no dio viviendas ni a las cooperativas, ni a las mutuales ni a los sindicatos. Ellos solo beneficiaron a la Túpac Amaru y Sueños Compartidos (Madres de Plaza de Mayo). Esa actitud sectaria perjudicó a la clase trabajadora y hoy, todos nuestros trabajadores necesitan una vivienda, espero que se dé”, remarcó Quiroga.

Finalmente, y ante eventuales choques con la otra ala de la CGT local, Quiroga advirtió: “Nosotros solo apuntamos al movimiento obrero y lo tendrán que entender. El mensaje que llevamos nosotros es totalmente distinto al de ellos”.

“Usted le debería preguntar a ellos, por ejemplo, cuánto gana un celador, un trabajador municipal, un jornalero o un campesino. Ellos se tienen que definir: o son sindicalista o son políticos. Entonces que no nos vengan con chapa e internas; discutamos cómo unimos al movimiento obrero y salimos a buscar soluciones al mal momento que pasa la clase trabajadora”, desafió el gremialista.