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Empresarios empiezan a salir de empresas y cámaras

Por Redacción

21 de octubre, 2018 - 10:54

En una nota publicada este domingo por diario Perfil, se pone en evidencia la preocupación de los empresarios argentinos involucrados en la causa de los cuadernos K para liberar a sus empresas de los problemas a las que fueron sometidas.

La periodista Patricia Valli escribe que la Cámara Argentina de la Construcción, una de las entidades más afectadas por las denuncias, pondrá a un abogado histórico al frente, debido a que ejecutivos más jóvenes presionan por el recambio. El riesgo de no conseguir más préstamos es una clave para limpiar la imagen de las constructoras.

Según Valli, una encuesta presentada en el Coloquio de IDEA fue lapidaria con el sector privado: sobre 500 consultados, solo el 22% cree que la imagen de los empresarios es positiva. En Brasil, pese al Lava Jato, esa porción llega al 46%, según el relevamiento a cargo de Luis Costa y Asociados.

Es por eso que la Cámara de la Construcción busca recuperar no solo la imagen, sino también remontar el impacto en la actividad y el financiamiento para el sector de los cuadernos.

Perfil destaca también que a fin de noviembre, la Cámara que hoy preside Gustavo Weiss reelegirá a sus autoridades, y la presidencia quedaría en manos del secretario de la Cámara, Julio Crivelli, un abogado y filántropo, de familia de constructores industriales. La depuración en camino estará “en línea con lo que marcan las normas de compliance”, explicaron quienes trabajan en la renovación. Eso incluye que quienes están involucrados en casos de corrupción no participen del directorio, por ejemplo.

Hasta ahora, Juan Chediack era el vicepresidente primero y Aldo Roggio el cuarto. Damián Mindlin, hermano de Marcelo, que fue a declarar a Comodoro Py esta semana, es uno de los vocales.

“Los que están en la causa ya dejaron de estar en el comité”, señalan en la Cámara de la Construcción. La idea, según Perfil, es que no vuelvan a un cargo, aunque sí podrá hacerlo alguien de sus empresas. “Es un tema de las personas, no de las empresas”.

La idea es la misma en todo el sector empresarial y en el Gobierno. Y es una lección aprendida del Lava Jato en Brasil, por el impacto económico que podría generar la sanción a la empresa. (Fuente: www.perfil.com)