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¿Por qué hay personas que necesitan buscar culpables de todo?

Los acusadores crónicos te harán responsable de todo aquello que les moleste. ¿Por qué lo hacen? ¿Es solo ganas de generar sufrimiento o hay quizá alguna teoría psicológica que explique este tipo de conducta?

Por Redacción

07 de julio, 2020 - 07:58

Hay quien parece vivir con una eterna reacción alérgica, todo le pica, todo lo molesta y le enfada. Son esas personas que necesitan buscar culpables de todo, porque ante sus ojos nada parece ir bien, el universo entero se ha conspirado para ir en su contra y se han acostumbrado a hablar el idioma del reproche y la acusación constante. Si te has encontrado a alguien así, tené paciencia, porque en el mundo abunda este perfil de personalidad.

Ahora bien, ¿qué es lo que hay detrás de este comportamiento? Como bien sabemos, en ocasiones, es más fácil limitarnos a criticar una conducta sin conocer o investigar sus motivaciones. Todos tenemos claro que agotan,sabemos que la queja y la acusación constante desgasta y que la salida más fácil en estos casos es poner distancia, y cuanta más, mejor.

Sin embargo, no siempre nos es posible, porque puede que esa persona irritante sea parte de tu familia. Es posible que tengás un compañero de trabajo que se ha doctorado en crear mal ambiente a fuerza de críticas o que contés con una amiga que todo lo ve mal. Más aún, puede que hasta te identifiqués con esta tendencia, la de sentir que nada a tu alrededor va como debería.

Sentir que debemos buscar culpables hacia muchas de las cosas que nos suceden es un tipo de reacción bastante común. Descubramos porqué.

 

Por qué hay personas que necesitan buscar culpables de todo

A menudo, suele decirse aquello de que un optimista ve el vaso medio lleno, el pesimista lo ve vacío y quien se queja de todo nos culpará de haberle dado un vaso sucio a propósito. Como podemos imaginar, adoptar este tipo de costumbres apuntan a que algo ocurre. No es normal que una persona se limite a ver el lado oscuro de la vida, y además, busque responsables a cada una de sus desafortunadas circunstancias.

¿Qué nos dice la radiografía psicológica del eterno buscador de culpables? Lo primero que nos revela es la falta de responsabilidad. Siempre es más fácil poner sobre hombros ajenos la culpa de lo sucedido en lugar de asumirlo en propia persona. Si he suspendido el examen es porque el profesor me tiene manía y no porque yo no haya estudiado. Si mi pareja me ha dejado es porque alguien la ha convencido de ello y no porque ya no me quiera.

El arte de echar balones fuera, de buscar culpables donde no los hay es algo muy humano. Tanto, que lo vemos desde en niños hasta en adultos hechos y derechos que siguen buscando cabezas de turco ante cada cosa que les sucede o les molesta.

Estamos básicamente ante un mecanismo defensivo que despliega el propio cerebro. Las personas que necesitan buscar culpables de todo y que no se responsabilizan de nada hacen uso de sofisticados sesgos cognitivos y enfoques claramente inmaduro.