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Vendimia 2021: tironeo y especulación por las uvas para mosto

La disputa se cierne entre los empresarios y los productores de uvas que pelean por mejorar el precio de sus frutos.

14 de marzo, 2021 - 10:49

Avanza marzo y la iniciada cosecha de uvas para la elaboración de los vinos 2021 comenzó a mostrar un escenario que había sido anticipado. Como lo había planteado El Ciudadano a mediados de febrero la pulseada de los stocks y los precios inició un movimiento en búsqueda de un equilibrio en el que ahora se mece la fuerte industria del jugo de uva con compromisos de exportación que presionan a las bases productivas.

De tal manera que ya empezó la danza de los tironeos y la especulación respecto a la interpretación de lo que podría suceder en aras de contener, desde las empresas, el precio de la uva y desde los productores para que se aprecie el valor de los frutos. Esto fue considerando desde una merma oficial, calculada tardíamente por el Instituto Nacional de Vitivinicultura, INV, con un 6,39%. Aunque extra oficialmente se habla de algunos puntos porcentuales más, teniendo en cuenta la alta humedad que se hizo presente luego de las últimas y abundantes lluvias. Como las de anoche en los oasis Sur, Centro y del Este de Mendoza.

El viernes fue que la flamante Mesa Vitivinícola, armada en las mismas horas en las que se disponía la celebración de la Fiesta Nacional de la Vendimia 2021, con blanco en el tradicional Desayuno de la Corporación Vitivinícola Argentina, COVIAR, ofreció su conclusión.

 

 

Ese día, tanto, Sergio Uñac como Rodolfo Suarez recibieron el consejo de que era conveniente que el cupo para este año del Acuerdo Mendoza - San Juan, que dispone el porcentaje obligatorio de uva para la elaboración de productos que no sean vinos, fuera de un 10%.

"Sin resignar nuestra convicción de que dicho acuerdo debe ser derogado tal como lo hemos manifestado recurrentemente, consideramos que dada la coyuntura y en virtud de la decisión mostrada por vuestros gobiernos a intervenir con similares programas de asistencia financiera vitivinícola, complementariamente y en coherencia con esa línea, la pauta de diversificación anual de la producción de uvas, de mantenerse la vigencia de la ley, no debe superar el 10%", expresaron en el texto de su mensaje a los mandatarios.

Y casi inmediatamente hubo una reacción de una entidad viñatera que alertó sobre el peligro de ese 10% considerando que el cupo debería ser de un 22%. Lo cual produjo una segunda reacción de otra entidad de la producción primaria que también alertó, pero con otra lectura, en que desafió a las mosteras a salir a competir en el mercado de uvas pujando por los racimos a mejores precios. En 2020 ese mismo cupo fue de un 26%.

 

 

 

A menor oferta, que la demanda pague más

Gabriela Lizana, de la Asociación de Productores del Este de Mendoza, APROEM, opinó respecto al mensaje de la Asociación de Viñateros provincial desde donde anunciaron que no podrán cumplir con los contratos para la elaboración de mosto. Sostuvo que “es una vergüenza que una entidad que supuestamente defiende a los productores haya realizado tal expresión”.

En cambio planteó que existe una solución para el problema que expusieron desde la Asociación de Viñateros: “Si adelantan que no se podrá cumplir con los contratos porque habrá un excedente de vinos entonces que los mismos mosteros salgan a comprar uva con un precio un poco más alto, lo que beneficiaría al productor primario considerando sus costos”.

En ese sentido la dirigente del Este de Mendoza, añadió que “de esa manera esta asociación protegería los intereses de los productores porque si los elaboradores de mosto necesitan uvas deberían salir a competir adquiriéndolas a precios más altos. ¿Acaso esa no es lo que marca la ley de la oferta y la demanda de la que tanto se habla?”, cuestionó.

 

 

“De esa manera se cuidaría a la producción primaria de la vitivinicultura argentina que tanto viene sufriendo y no solamente los intereses de una industria poderosa como es la del mosto desde donde esperan que les vendamos la uva al precio que a ellos más les convenga”, se quejó.

La mujer sugirió que las empresas a las que aludió “deberían ser más cuidadosas porque no hay tanta uva como parece, no habrá sobre stock de ningún vino, según lo revelan las estadísticas, y con ese panorama tendrían que salir rápidamente a comprar uva para sus negocios. De esa manera podrán cumplir con los contratos y si no deberán repensar en ser más eficientes o dedicarse a otra cosa”, espetó.

 

La primera y cuestionada alerta

Desde la Asociación de Viñateros de Mendoza, en la voz de Eduardo Córdoba, recientemente plantearon que la sugerencia de la nueva Mesa Vitivinícola sobre el cupo de uva para diversificar con destinos no vínicos de un 10% no es conveniente y por ello solicitaron que fuera de un 22%.

“Hemos evaluado y considerado que la pauta diversificadora para mosto este año debe rondar el 22%, teniendo en cuenta la devolución de nuestra cosecha, los stocks vínicos disponibles, las perspectivas de exportaciones y la evolución del mercado interno”, expresó Córdoba. 

La postura no compartida por Lizana es la que considera que “si se tiene una pauta inferior lo que va a suceder es que habrá un excedente de vino blanco escurrido, que no tiene posibilidades de exportación, lo que producirá una sobre oferta de este producto y por lo tanto perjudicará al productor”. 

 

 

“Por otro lado, elaborando menos mosto no podremos cumplir con las exportaciones de mosto del cual hay un mercado sostenido. No entendemos la propuesta de menor porcentaje excepto que el objetivo sea bajarle el precio al productor. Por eso reafirmamos nuestra posición de una pauta diversificadora de un 22% para mosto”, completó el titular de la Asociación de Viñateros.   

 

Una tendencia que ajusta hacia abajo

La tendencia de caída de producción de uvas para vinos en los últimos años se viene observando de manera sostenida. De 24 a 22, un poco más tarde a 20,5 y ahora a unos 19,3 millones de quintales. Esto viene confirmado que el ajuste es hacia abajo, en las producciones.

Esto implica un desafío para el sector, más allá a las circunstancias climáticas o que tengan que ver con razones empresarias o políticas, debido a que el pronóstico de cosecha de uvas no es la razón por el que se está fijando el precio del vino ante la escasez de stocks, o reservas.

Ese es el factor determinante. La demanda de las empresas que no tenían stocks, al estar haber estado más ligadas a una cuestión financiera, hoy se ven en la obligación salir a buscarlos y esa demanda aumentará su relación con la oferta ya confirmada.

 

 

Seguramente esto será motivo de conversación mañana lunes cuando el Gobernador de Mendoza se reúna con los intendentes en el Centro de Congresos Francisco en el departamento de General San Martín, donde está previsto un temario que tocará algunos puntos referidos a la economía local y a la pandemia por el coronavirus.