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Sacerdote tiktoker causa furor en las redes sociales

Se trata del padre Julio Ramos, salesiano sanjuanino que se ha desempeñado como educador en provincias como Mendoza, San Luis, Salta y Buenos Aires 

24 de julio, 2020 - 13:45

No es novedad que en la actualidad los jóvenes tienden a distanciarse de las religiones institucionalizadas como el catolicismo y asumir, por ejemplo, creencias sobre el universo o la subjetividad que involucra energías o principios no determinables por la razón y la ciencia.

En este contexto, las religiones tradicionales intentan adaptarse a un mundo que cambia de manera constante, utilizando distintas herramientas para lograr cercanía. Tal es el caso del padre Julio Ramos, sanjuanino, sacerdote y salesiano de Don Bosco, quien ha sabido volcarse a las redes sociales desde hace 15 años, para poder así acompañar la juventud.  

Julio tiene 53 años y según indicó a El Ciudadano, es un educador "de toda la vida". Este momento lo encuentra al norte de la Provincia de Buenos Aires, en la zona rural de La Trinidad, partido de General Arenales. 

"Viví 11 años en Mendoza, en dos períodos diversos. De 1998 a 2003 estuve en la escuela vitivinícola Don Bosco, de Rodeo del Medio. Estuve luego en Salta, en San Luis, y volví al colegio Don Bosco de la Ciudad de Mendoza, donde estuve cinco años. De ese destino me enviaron aquí (La Trinidad), hace ya siete años", contó.

Si bien ha tenido diversas estadías, se caracteriza por seguir cerca de los jóvenes que han sido parte de su camino. Las redes sociales para él han sido un vehículo para lograr sostener este vínculo. 

Es un usuario activo y actualizado en las redes sociales. Recientemente incursionó en el mundo de TikTok y por su forma de transmitir su carisma salesiano, es muy aceptado y seguido.

 

"En todas las plataformas siempre mantuve mi presencia de salesiano, de sacerdote, de educador, de amigo, con mis características", manifestó y puntualmente en TikTok aseguró que ha hecho hincapié en transmitir alegría, más en estos tiempos difíciles. 

Contó que su intención en las redes sociales no es la de destacarse a sí mismo, "sino acompañar el camino de la gente, en donde se encuentre. Mis alumnos siempre han ido mutando de un lado a otro, de Facebook a Instagram, de Instagram a Snapchat, de Snapchat a otras redes sociales... No persiguéndolos pero sí acompañándolos para comprenderlos mejor, en el lenguaje que manejan y no dejarlos solos", comentó el católico.

A su vez, explicó que esta herramienta virtual ayuda a mostrar "un rostro diverso de la Iglesia, que no es por ahí el que se ha estereotipado". De manera seguida, aseguró que los recientes y públicos casos de abusos (como fue el caso Próvolo) "ha debilitado muchísimo la credibilidad de la Iglesia" y ha generado que "el rebaño de fieles se achique", "pero indudablemente el sentido de la fe de la gente, sabe descubrir el olfato de la fidelidad de tantos sacerdotes, de los que no son todos iguales como aquellos". 

Confesó que "el hecho de poder vivir tanto tiempo con los chicos, es una posibilidad educativa inmensa" y advirtió que ver luego el futuro de ellos, lo llena de orgullo. Y este sentimiento es correspondido con un grupo de egresados (promoción 2012) de la escuela mendocina Don Bosco, que lo recuerda principalmente por su carisma y disposición. "Siempre nos escuchaba, nos hacía chistes, nos preguntaba cómo estábamos", contó uno de los alumnos.

"Para que tengan vida y la tengan en abundancia", es el lema de Julio, con el cual intenta indicar horizontes, sin obligar a que vayan en esa dirección, sino que cada uno en su camino encuentre los motivos de su vida.

Al finalizar, brindó un mensaje esperanzador remarcando que "la solidaridad nos va a sacar adelante", en este contexto de crisis.