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Lo que el coronavirus se llevó

2020 será recordado por todos los cambios que hubo en la mayoría de las actividades. Aconsejan observar los de 2021.

31 de diciembre, 2020 - 09:19

Finaliza un 2020 complicado en muchos aspectos, que además ha brindado la posibilidad, por ejemplo, de avanzar vertiginosamente hacia la digitalización de innumerables actividades como la que ya está presentando la Justicia de Mendoza.

En forma imprevista el aislamiento social preventivo, cuarentena de por medio, obligó a la gran mayoría a sumergirse en Internet con el fin de solucionar distintos quehaceres diarios. Desde la búsqueda de satisfacción para emergencias gastronómicas hasta la adquisición de electrodomésticos vía operaciones electrónicas.

Y el cierre de año ha sido motivo de análisis de algunos profesionales como del ministro de la Suprema Corte de Justicia, Mario Adaro o de la abogada mendocina, Carolina Jacky, quien antes de la pandemia venía casi en solitario proponiendo la digitalización de la Justicia provincial.

No solamente por la celeridad y la transparencia que ofrece la tecnología sino también para solucionar asuntos caros observados en la falta de vinculación de las distintas bases de datos que poseen los organismos del Estado. Tanto por cuestiones de geolocalización como de entidades que al salir de la era del papel improvisaron como pudieron para darle paso a la comunicación vía web. Y todo esto, en el primer lapso de la pandemia que ya vivió el país ahora es materia de estudio para poder calcular lo han bautizado en los últimos meses como "la nueva realidad".

Según reflexiona Carolina Jacky "hace un año terminábamos un 2019 plagado de política y grieta. Hace un año la economía dominaba el escenario y nos habían informado que Argentina tenía más pobres. Hace un año asumía un nuevo gobierno y, como siempre, las expectativas del pueblo estaban en un 2020 mejor".

Dicen que la esperanza es algo que nunca se pierde, pero parece que los argentinos deberán hacer un esfuerzo más para hacer realidad todo aquello que se viene esperando.

La letrada agrega: "Terminaba el 2019 con expectativas de cambio. El Gobierno que asumía debía resolver el tema de la inflación y de la deuda externa que teníamos. Desde que asumió hasta mediados de marzo, muy poco se hizo, para algunos nada y se perdió tiempo. Los argentinos y el mundo pasaban las fiestas de fin de año en familia, vacaciones, viajes, y una vida social que pronto terminó".

 

La llegada de la pandemia

Todos conocimos el COVID19, aprendimos sobre cuarentena, barbijos y alcohol en gel: "Aunque algunos argentinos ya vivimos cuarentenas por algunas enfermedades que tuvimos o que despertaban allá por la década del 50 y 60. Por una simple hepatitis debías guardar cuarentena. La poliomielitis y la varicela eran las que circulaban en aquellos tiempos, pero a lo sumo eran epidemias", repasa.

 

COVID-19

"El mundo ha sido golpeado por una pandemia que cambio nuestras vidas. Nadie olvidará este 2020 que despedimos. El COVID19 se llevó más de 40.000 argentinos y dejó a otros con secuelas. Despedimos un año pero también muchas familias despiden a alguno de sus miembros", reconoce.

Y agrega: "Por el momento nadie tiene la verdad de qué hacer o cémo enfrentar los cambios que trajo el COVID19. Muchos idiotas lo han usado y usan para hacer política, nadie se salva de esta imputación. Hay cambios que no retrocederán, algunos de ellos ya se avizoraban".

Jacky apunta al campo del trabajo, de la educación, del comercio, de la justicia y muchas actividades más que fueron impactadas por la pandemia.

"Nada volverá a ser igual. Como en una película de ciencia ficción, un virus está cambiando el mundo. Quienes vimos 2001 Odisea del Espacio tampoco imaginábamos que las computadoras tomarían el protagonismo que hoy tienen", admite.

 

Termina 2020 y llega 2021

El 2021 llega con nuevas cepas del COVID19, y nadie puede decir que las vacunas van a servir para el COVID-20 o el 21. Enfrentamos un nuevo año con nuevos desafíos.

"El diario del lunes es ver lo que pasa en el Hemisferio Norte y saber que también lo viviremos en el Hemisferio Sur. Los matices son solo matices. Lo cierto es que en 2021 seguiremos usando barbijo, distanciamiento, comunicación por videoconferencia y muchos trámites solo podrás hacerlos online", adelanta.

Y lo dice basada en que casi todos los trabajos que se puedan hacer desde la casa o a distancia se harán de ese modo.

"Se perderán muchos puestos de trabajo y se crearán otros para los cuales tendrás que estar capacitado. La conectividad será un bien preciado para acceder a tus derechos y esto será algo que el Estado deberá garantizar", alerta.

 

Todo cambia

Nunca más cierto de que todo cambia y cambiará. El desafío será saber si estaremos dispuestos a cambiar para sobrevivir en este nuevo mundo.

"El cambio no solo será de hábitos y costumbres, también será de trabajo, de actividad, y esto dentro de una crisis mundial de la que nadie podrá escapar. Todo aquello que pensamos que iba a cambiar en el tiempo se adelantó con la enfermedad COVID-19 y seguirá con las nuevas cepas que vienen apareciendo", dice preocupada.

Haciendo blanco en que "ninguna vacuna te dará seguridad. Podrás seguir arriesgando tu vida o la de tus seres queridos. Pero tarde o temprano tendrás que cambiar", remarca.

 

Feliz Año Nuevo

La abogada vaticina que "muchos trabajos serán reemplazados por computadoras. La educación será mayoritariamente a distancia, y profundos cambios se realizarán en ese aspecto. No está lejos el día en que simples “avatares” reemplacen a los docentes en algunos aspectos y tareas".

"El avance de la física cuántica ha llegado y los procesadores cuánticos pronto estarán entre nosotros", anticipa aludiendo al primer computador de esa generación que ya está utilizando Google.

Esto sumado a la inteligencia artificial y los algoritmos desplazarán gran cantidad de empleos. "Habrá bancarios robot. Para esto también falta poco, ya te ofrecen la billetera virtual Modo, que es un primer paso hacia ese camino. Luego vendrá el cierre de sucursales. Todo lo manejarás desde tu celular y no necesitarás tener billetes papel", refiere recordando el caso de Suecia.

 

Políticos robot

También los políticos podrían ser alcanzados con estos avances. Seguramente a muchos esta idea les alegraría el día al pensar el alivio en los presupuestos nacionales y provinciales.

"En un futuro podríamos estar votando “avatares de diputados o senadores” y en el Congreso y en las Legislaturas habrían avatares que seguramente cumplirían con sus promesas de campaña. No cobrarían dietas, no le tendríamos que pagar jubilaciones de privilegio, y desde ya no necesitarían asesores ni colaboradores", elucubra.

Cada partido político, frente o alianza haría su propuesta, y esta sería cargada en un ordenador cuántico con inteligencia artificial y siempre quedaría el veto presidencial y el control del Poder Judicial.

 

Jueces robot

Algunos se estarán riendo, pero ya existen computadoras que ejercen como jueces: "Estonia ya está iniciando esto en causas menores y avanzando rápidamente en todo su sistema judicial y China ya está aplicando la inteligencia artificial en la justicia. Otros países avanzan en esta Justicia con Inteligencia Artificial. La inteligencia artificial se asoma a la Justicia pero despierta dudas éticas", manifiesta.

En Argentina “Prometea” es un software para resolver pleitos y se está aplicando en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires por parte del Ministerio Público Fiscal.

En Mendoza: "Mario Adaro, ministro de la Corte Provincial ya está usando “Prometea”, un camino para automatizar la Justicia", destaca.

En Estados Unidos ya existen este tipo de programas y también ya han aparecido los inconvenientes, pero hacia allá vamos.

El COVID19 aceleró los cambios en el mundo, y las nuevas cepas se extienden por el planeta.

"Nadie está a salvo, y la virtualidad es la mejor vacuna. Estos cambios no se detendrán y avanzaran cambiando todo lo que conocimos hasta el 2019", calcula.

Desde la “Perspectiva y Violencia de Género” se pregunta: "¿Quiénes carguen esa Inteligencia Artificial estarán capacitados en perspectiva y violencia de género? ¿Cuántos hombres y mujeres trabajarán en esa carga de Inteligencia Artificial? ¿Estará contemplada la participación igualitaria en esta carga?"

Lo cierto es que nuevos desafíos se presentarán ante los que ya conocemos y deberemos, sin demoras, prestar atención y ocuparnos.