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Fernández: "Estamos en condiciones de que el aborto se convierta en ley"

El presidente remarcó las diferencias principales con el tratamiento del proyecto en el 2018

Por Redacción

19 de noviembre, 2020 - 11:51

El presidente Alberto Fernández reiteró este jueves que con el proyecto enviado al Congreso sobre legalización del aborto, no se está haciendo obligatoria esa práctica, sino que se busca "garantizar la vida de la mujer que enfrenta un embarazo".

"Creo que estamos en condiciones de que esta vez el aborto se convierta en ley", dijo el mandatario en declaraciones a la radio online FutuRöck, en las que agregó: "Esta vez no habrá un presidente llamando a un gobernador para que sus senadores voten en contra".

Advirtió que desde marzo quería enviar el proyecto, pero "no quería era sumar más estrés al sistema sanitario", debido a la pandemia por COVID-19.

Sobre las chances de que esta vez se apruebe la iniciativa, y al comparar la situación actual con el proyecto de legalización del aborto rechazado por el Parlamento en 2018, el mandatario indicó: "La diferencia con otros tiempos, es que más allá de la enorme lucha del movimiento feminista por esto, yo la verdad me siento el primer abanderado de este reclamo".

Tras rechazar los episodios de violencia contra algunas militantes feministas de las últimas semanas, Fernández insistió en que "no se trata de aborto sí o aborto no, porque los abortos siguen ocurriendo".

"Aquí lo que discutimos es si los abortos se hacen en clandestinidad, con todo el riesgo que ello implica, o podemos hacer abortos en los hospitales públicos y dándoles las condiciones sanitarias a las mujeres que los piden", argumentó el jefe de Estado.

Enfatizó en que "no estamos haciendo obligatorio el aborto", remarcando a su vez que el proyecto de legalización de la interrupción del embarazo va junto al proyecto conocido como "Plan de los 1000 Días", que implica una asistencia integral a la mujer durante su gestación y la primera infancia de su hijo.

 

"Por eso mandé las dos leyes juntas, para terminar con la hipocresía. La mujer que quiere seguir adelante con el embarazo, bienvenida sea, y tendrá el hospital público para atenderse. Y la que decida interrumpirlo, que sepa que no pondrá en riesgo su salud y su vida", aseveró.

Al ser consultado sobre los reparos de la Iglesia a que este proyecto de interrupción legal del embarazo se convierta en ley, indicó:

Yo soy católico, pero tengo que resolver un problema de la salud pública".

También opinó que en la historia de la Iglesia hubo distintas miradas sobre la cuestión y recordó que "Santo Tomás o San Agustín decían que había dos abortos, uno que merecía castigo y otro no. Y marcaban los abortos no punibles entre los 90 y 120 días de embarazo".