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Entre la reactivación ausente y la pandemia que lo justifica todo

Las diferencias entre el Gobierno Nacional y los empresarios es cada vez más notoria en cuanto a recetas económicas.

17 de mayo, 2021 - 09:09

Podríamos casi festejar las enseñanzas que nos está brindando la pandemia por el coronavirus y al mismo tiempo analizar el descontrol de la inflación en Argentina no sin antes reconocer que el efecto de los bolsillos con menos ingresos están asegurando un fin de 2021 con números verdaderamente inquietantes.

En ese mismo sentido de análisis deberíamos no dejar de observar lo que está tratando de obtener el Poder Ejecutivo Nacional en cuanto a lo que se conoce simplemente como los superpoderes con el fin de tener la libertad de establecer, por ejemplo, toques de queda, cierre de actividades comerciales, suspensión de las clases y hasta un nuevo encierro de la población. Claro, todo en nombre de la pandemia.

Además habría que tomar nota de la inflación que fue dada a conocer para abril último con una escalada de un 4,1% con relación a marzo pasado, un nuevo aumento de los combustibles durante el fin de semana y un aumento del índice de precios internos al por mayor de 3,9% respecto a su mes inmediato posterior.

 

 

Y entonces cobra relevancia lo que desde esta misma columna en El Ciudadano venimos advirtiendo respecto a la inflación para fin de año cuando anticipamos una marca cercana a un 50%. Ya los bancos y las consultoras afirmaron que el año cerrará con una inflación de un 46% con un dólar que se ubicará en $ 118,81 en el mercado oficial y de $ 164,12 en el informal.

Ahora es cuando debemos detenernos a observar lo que el Gobierno de Argentina insisten en aplicar en materia económica, mostrando siempre la misma iniciativa de medidas que, sabemos, en forma aisladas, no funcionan. Obviamente, porque sin la colaboración ni el compromiso de todos los sectores que componen la economía argentina seguiremos asistiendo a un aumento de la pobreza que ya está alcanzando a unos 20 millones de argentinos. En otras palabras, a casi el 50% de la población que, en su camino a la subsistencia teme a la mentada segunda ola de la pandemia.

“Esta problemática adquiere más profundidad debido a la segunda ola de COVID-19 que no deja de castigarnos, que tantas vidas se ha llevado y que amenaza al tejido social con un nuevo encierro. Esto es a propósito del nuevo proyecto de Ley presentado por el Poder Ejecutivo Nacional y que busca superpoderes para obtener un mayor control de la situación”, analizaron en un nuevo documento sobre la realidad argentina desde la Unión Comercial e Industrial de Mendoza, UCIM. 

 

 

De aprobarse el proyecto del Ejecutivo Nacional, anticiparon desde UCIM, “le permitiría determinar criterios epidemiológicos y establecer medidas sanitarias y comerciales por ley, brindando facultades para tomar decisiones en aquellas zonas en las que se declare el alerta epidemiológico. Las medidas pueden comprender el toque de queda nocturno, la suspensión de clases y la prohibición de actividades comerciales, recreativas y sociales, de acuerdo al número de contagios”.

“Sabemos que la toma de medidas indiscriminadas, sin distinción de regiones que se encuentran en distintas situaciones y violentando las potestades de estados provinciales y municipales, no han garantizado que la enfermedad se detenga y sí han provocado parálisis económica que nuestros bolsillos ya no podrán volver a soportar. Muchas empresas han cerrado y un gran número de ellas cerrará, seguramente, durante este año dado que la enfermedad nos sigue castigando, las medidas de las autoridades siguen su tendencia a encerrarnos y la reactivación tan esperada, nunca llegó”, manifestaron.

Eso se traduce en pérdida de empleo. Como muestra de esto, es oportuno citar los datos que la Cámara Argentina del Comercio, CAC, obtuvo de su habitual encuesta: "En enero de 2021, el sector Comercio y Servicios disminuyó en 126.223 la cantidad de trabajadores registrados respecto al mismo período de 2020, lo que significó una caída de 3,1%. Cabe recordar que en el mes anterior la baja había sido de 3,3%". Lo mismo se repite en todos los sectores, sin querer meternos en el ámbito informal, en donde la situación es, sin dudas, peor”.

 

 

“Desde UCIM no nos cansamos de reclamar medidas pro empresa. No podemos seguir soportando el hundimiento de nuestra economía. Con pandemia o no, el aparato productivo, comercial y de servicios debe sostenerse y fortalecerse para cuando esto termine. Ventajas impositivas o apoyos para sostener las fuentes laborales se vuelven indispensables para que las empresas vuelvan a producir riqueza”, sostuvieron desde la entidad que preside el mendocino Daniel Ariosto. 

Y agregaron: “Tenemos que apostar al futuro pero para ello, tenemos que estar preparados. Empresas, ciudadanos y todos los actores sociales. Y en países como el nuestro el futuro es igual a educación. Es por ello que no debemos abandonarla a su suerte. La educación presencial con cuidados máximos y el respeto a los protocolos debe continuar. Nuestros niños y jóvenes sin educación están condenados a la pobreza y a una vida de marginalidad y más carencias”.

“Cuanto antes, necesitamos estar todos vacunados. Necesitamos que el país haga el máximo esfuerzo y todas las gestiones para proveerlas, para que todos los ciudadanos puedan encontrarse protegidos ante este virus tan agresivo y que tanto daño nos está causando, a más de un año después de pisar nuestro territorio”, remarcaron.

 

 

Argentina está mal, esto nadie lo puede poner en tela de juicio, ni hasta el más necio. “Este combo explosivo, imparable, amenaza nuestra vida social día a día. Cuidémonos, trabajemos, estudiemos pero sin perder de vista el futuro y apostando a que economía y salud son dos partes importantes de un todo que nos implica y que tiene que ser mejor”, concluyeron desde UCIM.