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Energía más cara: el impacto en el sector productivo

Sin dudas 2021 será un año muy difícil en términos económicos que el Gobierno Nacional no sabe como controlar.

21 de marzo, 2021 - 10:19

La última reestructuración tarifaria en el sistema eléctrico argentino, mediante la Resolución 131/21, emitida por la Secretaría de Energía de la Nación, sin dudas tiene un impacto en los costos de distintos sectores productivos.

Esto ya fue calculado desde la Confederación Intercooperativa Agropecuaria, CONINAGRO, donde las cuentas dieron, por ejemplo, que en la elaboración de un vino tinto, los cambios representan un incremento de entre el 18% y el 21%.

Luego de conocer la publicación de la citada resolución, referente a la quita de subsidios nacionales que derivaron en el incremento en el costo de la energía eléctrica para los GUDI (Grandes Usuarios de Distribuidor), la entidad que dirige el mendocino Juan Carlos Iannizzotto (foto), analizó minuciosamente el impacto en las distintas economías regionales. Y la preocupación central para la organización es que involucraría a muchas de las cooperativas a lo largo de la República Argentina.

 


“Estamos seguros de que estas medidas tienen un impacto en el desarrollo de nuestras economías regionales, con aumento de costos, en general en los índices de inflación. Justamente en contra de lo que sostenemos desde CONINAGRO, en proyectos que promuevan la generación de empleo, alienten la producción y brinden un marco de previsibilidad. Estos incrementos, sumado al aumento de los combustibles, en el mismo contexto, no son una buena noticia para el productor”, sentenció el dirigente.

En este contexto, Iannizzotto, pronunció: “Entendemos que se debe revisar el incremento tarifario considerando el momento en el cual se aplica, las particularidades de cada sector y de cada economía regional, en este sentido. Creemos que la aplicación de los incrementos debe ser progresiva” dijo. 

Y además consideró: “Es necesario fortalecer las líneas de financiamiento de acuerdo a cada realidad productiva que permitan una mayor eficiencia en el uso de la energía eléctrica junto con políticas estables y permanentes en materia de energías renovables para autoconsumo”.

 

 

Al mismo tiempo, Iannizzotto añadió que “consideramos que es necesario avanzar con políticas que permitan recomponer las cuentas fiscales del Estado. No obstante, estas acciones deben ser consensuadas con el sector privado, en función de la realidad y particularidad de cada sector de manera de elaborar un plan de acción energético a mediano y largo plazo”.

Según datos suministrados por la Comisión Asesora Regional, CAR, Cuyo de CONINAGRO junto a ACOVI, Asociación de Cooperativas Vitivinícolas Argentinas, en Mendoza los recientes incrementos nacionales y provinciales, impactan considerablemente en las cuentas de los elaboradores. Tanto en bodegas como así también sobre los productores que elaboran a maquila o cuenta de terceros, al afectarse la cantidad de litros que recibirían por la uva ingresada. 

“Por ejemplo, se calcula que en la elaboración de un vino tinto, los incrementos tarifarios representan un aumento en los costos de entre el 18% y el 21%”, confirmó Iannizzotto.

 

 

Aumento nacional

A nivel país, si bien la quita de subsidios implicó un incremento de 63% en los cargos para los usuarios con un consumo de potencia de más de 300 KW. (GUDI), también impactó en los usuarios con una potencia menor, incrementando sus cargos variables en un 4% por aumento en el gravamen destinado al Fondo Nacional de Energía Eléctrica (FNNE). 

Se debe tener en cuenta que, si bien esta medida afecta principalmente a industrias grandes, tanto del sector agropecuario, como así también del sector comercial y de construcción, Iannizzotto explicó que “existen casos de cooperativas con un consumo de potencia bajo durante todo el año y que sólo superan los 300 KW en dos o tres meses del año, los de elaboración, por lo que también se ven impactados por esta medida en el momento de mayor consumo”.

En el estudio se estima que el impacto de esta medida generaría un incremento de 41% en el costo de la temporada de elaboración para aquellos establecimientos que igualan o superan los 300 KW de potencia. A esto debe sumarse el impacto generado por la adecuación del Valor Agregado de Distribución, VAD, provincial que determinaría un incremento conjunto, nacional y provincial, de un 78% en la temporada de elaboración respecto a la del año pasado.

 

 

La matriz energética en Mendoza

En relación a lo anterior debe considerarse que, más allá del impacto nacional en los establecimientos elaboradores de mayor consumo, el procedimiento de adecuación del VAD provincial incrementó desde enero de 2021 el costo de la energía eléctrica para aquellas cooperativas que consumen menos de 300 KW de potencia. 

Es así que en el primer mes del año se observaron facturas eléctricas con incrementos en torno al 70% de aumento respecto al mismo mes de 2020. 

Al respecto, Nicolás Vicchi, sub gerente de ACOVI, informó que la entidad participó en la Audiencia Pública del Ente Provincial Regulador Eléctrico, EPRE. Y aseguró que “sorprendió el incremento efectivo ya que superó considerablemente el impacto de un 35% calculado por el EPRE y expuesto en dicha audiencia. Además solicitamos que el aumento fuese progresivo, fundamentando que su inmediata aplicación a comienzos de año iba a generar un perjuicio considerable para el sector vitivinícola por tratarse de meses donde comienza la temporada de elaboración que son los de mayor consumo eléctrico”.

 

 

En consecuencia se estima que el aumento total para los elaboradores de menos de 300 KW de potencia rondaría el 53% para la época de elaboración actual respecto a la temporada 2020. Sin descartar que estos valores podrían incrementarse ante la posibilidad de nuevos aumentos de índole nacional.