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En tan solo un año, los argentinos pasaron de “sacarse el sombrero a ponerse un casco”

Jorge Giacobbe explica el resultado de un sondeo sobre las preferencias y rechazos a funcionarios de gobierno y las medidas tomadas con respecto a la pandemia de COVID-19. “El humor de la gente ha cambiado”, asegura

20 de abril, 2021 - 07:57

No causa asombro que la gente piensa con total convencimiento que la corrupción es el gran problema del país, incluso con el inédito e inmenso dolor que está causando en la vida de los argentinos la segunda ola de la pandemia de COVID-19.

El dato surge de otro importante sondeo de opinión realizado pocos días atrás por la empresa del grupo Giacobbe y Asociados SA Opinión Pública. Allí, la gente da su parecer sobre las nuevas medidas implementadas desde la Casa Rosada, opina sobre cómo se inclina la confianza social en las vacunas que llegaron al país para repeler el coronavirus, las elecciones de medio tiempo y la imagen que tienen los principales referentes políticos nacionales.

El trabajo, al que tuvo acceso El Ciudadano, muestra en su portada la imagen negativa y positiva que arrojó el sondeo. Allí se puede apreciar que el jefe de Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, Horacio Rodríguez Larreta, tiene el 41% de imagen positiva frente a un 29,3% de negativa, seguido por Patricia Bullrich, con 40,6% positiva y 39,6% negativa

El presidente Alberto Fernández alcanzaría el 27,6% de imagen positiva y el 60,3% de negativa, frente a Cristina Kirchner, con el 25,1% de positividad y el 64,1% de imagen negativa. El otro punto que no pasa desapercibido es que mientras Rodríguez Larreta está al tope de consideración, Mauricio Macri solo obtuvo el 21,2% de imagen positiva, con un 50,7% de negativa.

Acerca de la evaluación que hace la gente consultada en el país, el director de Giacobbe y Asociados, Jorge Daniel Giacobbe, expresó que “el vuelco de identidad de Alberto Fernández durante el trajín de la pandemia ha representado un cambio rotundo en el ánimo social. Los ciudadanos hemos pasado ‘de sacarnos el sombrero’ a ‘ponernos el casco’ en tan solo un año”. 

“Aquel Alberto que gozó de 68% de imagen positiva al inicio de la cuarentena, cayó más de 40 puntos porque abandonó todos los atributos de identidad que la sociedad supo reconocer. De refugiarse en la ciencia y en las estadísticas, pasó a sustentarse en los ejemplos que no configuran regla (‘los niños juegan con sus barbijos’). De la empatía a la falta de ella (‘no importa la economía, la angustia no existe’).

De la coherencia a la incoherencia, de ser predecible a impredecible, de comandar en grupo (nosotros) al individualismo del macho alfa político (yo); de estar ajustado a derecho un DNU polémico. De construir política pública y también figuras políticas (junto a sus ministros y la oposición), a destruir el diálogo y los personajes que lo rodean (desconociendo a propios y ajenos)”, destacó el encuestador.

 

Un alto porcentaje no quiere que gane el oficialismo

En otro tramo de su análisis, Giacobbe afirma que “los anuncios del endurecimiento de la cuarentena funcionaron del mismo modo que la vacunación vip. Aunque parezca contraintuitivo, no mermaron demasiado la imagen positiva del Presidente (apenas un punto). Es decir que ambos eventos profundizan el enojo de quienes ya estaban enojados, que crecieron 2%. Fernández tiene ahora el 28% positivo y el 60% de negativa".

"Sigue pareciéndose a Cristina y a Axel Kicillof, todos pescando en la misma laguna. Ganaron en imagen los dos opositores más involucrados en el combate: Rodríguez Larreta (+4 de positiva) y Patricia Bullrich (+1 de positiva). Al jefe de Gobierno le creció el 2% la negativa”, agregó.

Finalmente, y al referirse a lo que los ciudadanos consultados respondieron en cuanto a las elecciones legislativas que vienen, detalló que “bajó 4% la cantidad de encuestados que quieren que el Frente de Todos gane las elecciones, pero solo el 1% se fue a ‘quiero que pierda’. El resto pasó a especular. El corazón del votante oficialista está en públicos partidizados que se autodefinen kirchneristas, peronistas y de izquierda. En el resto, como los apolíticos y apartidarios, el abandono es total”.

Sobre esto, en la gráfica respectiva indica que el 27% de la gente quiere que gane el Frente de Todos, mientras el 56,7% quiere que pierda. Solo a un 13,9% le da lo mismo.

 

Medidas, preferencias de vacunas y cierre de escuelas

El sondeo plasma no solo las opiniones de la gente sobre la pandemia y lo que ocurre con su segunda ola, sino el hartazgo que está produciendo la duración con su secuela de contagios y muertes. A propósito, el 34,4% de la gente considera que las medidas duras se van a extender durante todo el invierno, el 22,9% todo el año y el 14,5% durante el mes. Sobre las medidas tomadas el 40% de los ciudadanos están indignados, el 20% mostraron seguridad y el 17% mucha bronca.

Al momento de aceptar colocarse alguna de las vacunas que llegan al país, las preferencias de la gente se las lleva la Sputnik V, con el 64% que se la pondría y el 24,3% que no se la colocaría. La sigue Pfizer con el 50,6% y el 25%; la Oxford-AstraZeneca con 39,6% y 33,9%; Sinopharm 33,6% y 39,3%, y finalmente la Janssen: 33,2% se la colocaría y el 35,9% no lo haría.

La rebeldía social también se nota cuando el 63,4% muestra desacuerdo en los principales distritos, como Capital Federal y la provincia de Buenos Aires, sobre el cierre de las clases presenciales, una decisión presidencial que solo apoya el 33%. Esa situación también se refleja en un 45,8% de ciudadanos que no respetarían si se llegase a volver a fase 1, frente a un 37,2% que respetaría y un 16,1% que no sabe. 

Para ese segmento de personas consultadas surge una respuesta con formato de respaldo, cuando se preguntó qué opina de los gobernadores que se niegan a implementar una cuarentena más estricta, donde el 59,9% da su apoyo a esos mandatarios frente a un 31,9% que los rechaza.