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El “lado B” de los créditos ATP y los jardines de infantes: crece la polémica

La pandemia golpea duro, por obvias razones, a los sectores económicos que tienen un tránsito activo de personas dentro de sus establecimientos. Los jardines de infantes privados, son uno de los rubros que espera respuestas sensatas por parte del Gobierno y ayuda acorde al momento que atraviesan

22 de mayo, 2020 - 19:31

 “No todo lo que brilla es oro”, refrán que cabe para describir la actual situación que padecen cientos de jardines de infantes y maternales a pesar de que el Gobierno nacional les haya permitido acceder al Programa de Asistencia en Emergencia para el Trabajo y la Producción (ATP).

El aislamiento social, preventivo y obligatorio (ASPO) ha hecho que estos establecimientos deban cerrar sus puertas en todo el país y su vez su futuro sea una completa nebulosa, ya que dependen en gran medida del retorno de las clases y ni desde el mismo Ministerio de Educación, aún tienen una respuesta clara sobre ese tema. La decisión final la tendrán los epidemiólogos, aseguró el propio ministro Trotta a este diario.

El ATP que lanzó el Gobierno y que incluye a diversas empresas e independientes, no es efectivo para este sector que comprende a los dueños y dueñas de jardines privados. Por eso la calificación para ingresar al mismo ha sido del orden del 20% -un número extremadamente bajo- según cifras que barajan desde la agrupación de jardines maternales privados.

El “lado B” del ATP

“Este programa tiene un impedimento que nos complica ingresar. Las empresas no pueden tener más de un 5% de crecimiento de un año al otro, por eso hay compañeras que no calificaron porque en el 2019, facturaron por encima de esa cifra. Si nosotros por ejemplo el año pasado tuvimos un buen año (económicamente hablando) y este año lo comenzamos igual, y superamos esta cifra del 5%, ya no calificas”, explicó Verónica Díaz de la agrupación de jardines maternales privados de Mendoza a El Ciudadano.

A lo que se refiere la dueña de un establecimiento privado de los que venimos hablando en esta nota, es a que el plan del Gobierno, estipula que los trabajadores que quieran solicitar este subsidio, deben estar en una rama afectada por el ASPO y la facturación de las firmas entre abril 2019 y abril 2020, no puede registrar una variación superior al 5%.

El problema queda de manifiesto. Propietarios y propietarias que el año pasado facturaron mes a mes, con las diversas condiciones que le tocaron o proyectaron en cada caso, luego en el receso veraniego tuvieron sus meses más bajos del año y ahora, en marzo 2020, la pandemia los obligó a cerrar por lo que vienen de varios meses de números rojos, con incertidumbre hacia el porvenir y su situación queda invisibilizada porque no es fácil que califiquen para el ATP y tampoco son una PYME, que para su producción o reinventa su manera de entregar los productos. No, ellos trabajan con docentes y con chicos y viven de la cuota que pagan sus padres.

¿Un “blanco legal”?

“Hay una gran confusión, lo peor de todo es que los jardines maternales privados no están encuadrados en ninguna gestión, ni Educación y no están encuadrados en Comercio. Nos habilitan como un comercio, nos regulan como un comercio, pagamos todos los impuestos como si fuéramos uno de estos, pero somos el único comercio que va a mantener sus puertas cerradas y sin ingresos hasta que esto se solucione”  agregó por su parte Jimena Vallee, también de la agrupación de jardines maternales privados.

Una sonrisa incómoda

La cuestión es muy preocupante admitieron desde este sector a El Ciudadano y la noticia de que podrían inscribirse para formar parte del ATP, hizo que muchos padres y madres, felicitaran a las docentes o directoras de estos establecimientos, cuando en realidad la ayuda no deja ser muy exclusiva y deja afuera al 80% de los de jardines de infantes y maternales.

¿Y la ayuda?

“Desde Nación, dijeron que vino plata a las provincias para dar subsidios a los jardines. Supuestamente se dice que esa plata fue a parar a la DGE pero nosotros no dependemos de ella, no tiene jurisdicción sobre nosotros (la DGE), dependemos del Municipio, entonces si verdaderamente hubo una bajada de dinero, se perdió porque nosotros no dependemos de  ellos (DGE). Con este tipo de planes también pasa lo mismo, “si porque los jardines podrán entrar en los créditos ATP” y hace el Gobierno todo un circo respecto a eso que la gente se lo cree. Los papás, las docentes y en realidad no es así”, disparó Verónica Díaz.

“Nosotros trabajamos con personas, somos el primer eslabón de los pequeñitos en su inserción escolar entonces verdaderamente creo que somos sumamente importantes en dos sentidos, por un lado el que te decía y por el otro somos un servicio social totalmente indispensable para muchas familias que cuentan con nosotros para poder desempeñar sus funciones laborales. Y ahí está el tema, no se nota esa importancia que tenemos a la hora de valorarnos”, agregó Díaz.

“Los créditos a tasa “0” no nos convienen en absoluto porque cuando nosotros los tengamos que empezar a devolver, no sabemos si vamos a estar funcionando pero suponte que sí fuese así, siempre diciembre, enero y febrero son nuestros meses más bajos, entonces tampoco podemos saber, si vamos a poder pagar las cuotas del préstamo y más allá de que pudiésemos pagarlo, no todas califican (para la inscripción al crédito) por las compras que tienen en la tarjeta o por el modelo del auto, si es nuevo, tampoco califican al préstamo”, dijo por su parte Roxana Carro, miembro también de la agrupación de jardines maternales privados.

“Estado en proceso de análisis”

“Estado en proceso de análisis”, es el aviso que AFIP informa a aquellos que se inscriben para formar parte de los créditos ATP, aseguró a este diario una contadora que trabaja para una de las personas que conforman la agrupación de jardines maternales privados. “No te lo rechazan porque dicen que hasta junio van a estar analizando y no te lo deniega porque le podrían hacer una presentación judicial (a AFIP), solo dice “estado en proceso de análisis”, no te da ninguna contestación, ni por sí ni por no”, explicó la contadora que reconoció por otro lado que los créditos a Tasa “0”, se concretan en contadísimos casos.

En fin, los jardines no hacen delivery, no funcionan con el modelo “take away”, tampoco son una fábrica que guarda sus productos hasta que pueda operar con ellos y por el contrario, tienen una grandísima responsabilidad social ya que las familias les conceden lo que para ellos, -podemos decir de forma casi unánime- es lo más importante de sus vidas: sus hijos.

A pesar de que esto sea así, solo en Mendoza hay unos 300 establecimientos educativos de este tipo que se encuentran en jaque por la situación actual y no logran acceder a la ayuda estatal.  Ojalá que su reclamo no quede en el aire. Niños, maestras y padres necesitan que este tema derive en buen puerto.