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Los motivos de la posible marcha atrás con la expropiación de Vicentin

El Gobierno solicitó que la justicia determine los alcances de la intervención. Alberto Fernández se reunirían con el CEO de la empresa

Por Redacción

11 de junio, 2020 - 09:29

Las fuertes protestas en el Norte de Santa Fe y los cacerolazos que se oyeron en varias ciudades del interior del país e incluso en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, pusieron en alerta al gobierno Nacional sobre el proyecto que busca estatizar el grupo cerealero y alimenticio Vicentin.

El fantasma de los miedos se vuelve corpóreo cuando se apela a la memoria y se recuerda el año 2008. Fue cuando el campo cortó las rutas y se alzó contra el gobierno de Cristina Fernández de Kirchner por la 125. El presidente sabe muy bien que ese conflicto, en principio menor, fue creciendo y creciendo a medida que el gobierno no daba el brazo a torcer y no quiere caer en el mismo error. A sabiendas de que su capital político no es el mismo al que tenía Cristina por aquellos años.

Alberto Fernández, junto con Matías Kulfas y la senadora Anabel Fernández Sagasti, había anunciado el lunes pasado la intervención y eventual expropiación de una de las empresas cerealeras y exportadoras más importantes del país, el grupo Vicentin.

El gobierno apostaba porque esto tuviera una buena aceptación por parte de, al menos, los productores que trabajaban con esta empresa y de quienes fueron afectados por la cesación de pagos de la misma. Sin embargo las quejas más fuertes se dieron en la zona núcleo del Norte de la provincia de Santa Fe, en las localidades de Avellaneda y Reconquista.

Hay que sumarle que hubo comunicaciones entre los directivos de Vicentin y varios funcionarios del gobierno nacional que ayudaron a acercar posiciones, con lo cual, el proyecto de expropiación y búsqueda de "soberanía alimentaria" estaría quedando de lado.

Fuentes cercanas a la empresa alimenticia indican que intentarán convencer al presidente Fernández de que la expropiación mute hacia un salvataje por parte del Estado. En tal sentido se conoció en las últimas horas que fue el mismo gobierno quien puso adelante una estrategia de consensos y pidió a la justicia Federal que defina cuál será el alcance de la intervención y la eventual expropiación.

Esta nueva táctica habría sido pergeñada en calle Balcarce luego de las protestas, pero también fue escuchado el rechazo que realizó uno de los principales asesores, el economista Roberto Lavagna. A esto hay que agregar una fuerte caída de las acciones argentinas en los mercados globales, las diversas renuncias dentro del gabinete de gobierno de Omar Perotti y las dudas por parte de los bonistas que negocian la deuda Argentina con el ministro Guzmán.

En tanto se espera que Alberto Fernández tengo una reunión hoy con el CEO del grupo Vicentin, Sergio Nardelli. Ambos mantuvieron una reunión de tipo telefónica durante el miércoles y acordaron encontrarse en persona en la misma Casa Rosada. Nardelli es en el nieto del fundador del grupo Vicentin, que se encuentra en concurso de acreedores.

Este nuevo plan será estudiado por el mandatario nacional junto con un grupo de asesores muy cercanos al ejecutivo. Si bien todavía no tiene luz verde para comenzar a desandarlo, sería el camino que optaría por tomar  ante las dificultades que se avecinaron luego del anuncio de expropiación.