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Una oportunidad para que la Justicia sea creíble

La repercusión que tuvo en la semana pasada el llamado “cuadernos gate”, un hecho de corrupción que involucraría tanto a exfuncionarios como a importantes empresarios de la obra pública, impone que el cuestionado poder vuelva a estar a la altura de las circunstancias para que podamos creer en él.

06 de agosto, 2018 - 17:48

Como si fuera el guión de una película de ciencia ficción, los cuadernos con detalles de reuniones para repartir dinero espurio tan minuciosamente anotados por Oscar Centeno, chofer de Roberto Baratta, el número dos del exministro de Planeamiento Julio De Vido, han provocado la sorpresa y estupor en una gran parte de los argentinos.

Es que no dejamos de asombrarnos por la manera en que presuntamente se repartían los bolsos repletos de dinero producto de coimas por obras públicas en la era kirchnerista.

Curiosamente, como ocurrió en el caso Ciccone, que involucra al exvicepresidente Amado Boudou, fue el despecho de una mujer lo que dejó al descubierto una monumental operación craneada exclusivamente para desviar fondos públicos, que en vez de ir a obras necesarias para la gente derivó en el enriquecimiento de inescrupulosos funcionarios.

Por supuesto que también hay una parte importante que descree de los dichos mencionados en los cuadernos y atribuye esto a una cortina de humo del Gobierno para tapar la difícil situación económica que vive el país.

 

Prisión para todos... ¿y todas?

Los analistas judiciales con más recorrido en Comodoro Py creen en la autenticidad de los cuadernos, y en este caso aún lo hace más verosímil el hecho de que las anotaciones salpican tanto a exfuncionarios como a importantes empresarios, ‘amigos’ del actual Gobierno.

Es una olla de presión que promete hacer saltar a todos sin distinción de banderías políticas. Por ahora, el juez Claudio Bonadio les confirmo la prisión preventiva a todos los detenidos, y todo hace suponer que además de los mencionados escritos del chofer hay más pruebas que comprometen a los indagados, y hoy se sumaron como arrepentidos colaboradores con la Justicia algunos de los empresarios sospechados.

Pero como vivimos en una Argentina atravesada por una grieta de proporciones, cada uno de los lados da distintas interpretaciones del llamado “cuadernos gate", un caso que promete varios capítulos que seguirán asombrándonos.

Las opiniones de un lado y del otro estuvieron a la orden del día, por lo que pudimos escuchar desde las declaraciones esotéricas de Lilita Carrió, que dijo que “la Virgen es lo más, le hizo escribir los cuadernos a Centeno”, hasta la interesada opinión del repuesto presidente del PJ José Luis Gioja, afirmando que “hoy la Justicia mete en cana a cualquiera, (por eso) hay que terminar con la dictadura de los Ceos”. 

 

Una cosa no quita la otra

Queda claro que a los argentinos ya no les meten tan fácil el dedo en la boca, y por eso nadie puede pensar que porque aparezcan estos cuadernos se van a olvidar los difíciles momentos que se viven con ajustes, inflación y tarifazos incluidos. A esta altura ya nadie cree en cortinas de humo.

Por eso el presidente Mauricio Macri tendrá que dar cuenta del desaguisado económico que sufre el país; Cristina Fernández y sus exfuncionarios kirchneristas tendrán que enfrentar estas denuncias en los juzgados y no en los estadios televisivos, y por primera vez los empresarios tendrán que decir cuál fue el rol que tuvieron en esta matriz de corrupción que se investiga.

Como dice el ‘filósofo’ Ivo Cutzarida: “Cortita la bocha”.

 

Es la hora de la Justicia

Siempre se dice que de los malos momentos se pueden sacar buenas cosas, y por eso es un anhelo de todos que la Justicia se ponga los pantalones largos. 

La pelota está en su campo y a ella le toca jugar; tal vez esta sea la oportunidad que todo el país espera de ver alguna vez un corrupto preso.

En este caso, los jueces tienen el respaldo de la gente y hasta del propio Presidente, que este viernes expresó: “Que la Justicia nos diga si esto es verdad, que esta Justicia nos demuestre que no hay impunidad”.

Vaya un párrafo final para algunos senadores del PJ que tienen cajoneado el proyecto de Ley de Extinción del Dominio. De aprobarse esta ley significará que se hará un proceso civil, además del penal, que determinará la responsabilidad sobre hechos delictivos, de tal forma  que los procesados deberán acreditar de qué forma adquirieron sus bienes.

De no poder hacerlo fehacientemente en forma inmediata, la Justicia dictará una sentencia de extinción del dominio y esos bienes pasarán a manos del Estado. Como vulgarmente se dice, que devuelvan lo robado. 

Esta ley se aplicará en –además de los hechos de corrupción mencionados– operaciones de narcotráfico, enriquecimiento ilícito y tráfico de armas, entre otros. 
Una oportunidad única para empezar a ser un país en serio.

 

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