Tiene 10 años, vende plantines y dona solidaridad al Banco de Alimentos

La solidaridad en tiempo de pandemia no tiene límites y es así que Eugenia de tan sólo 10 años decidió un día poner todos sus esfuerzos en ayudar a los que más lo necesitan. Son acciones que se hacen enormes en momentos de incertidumbre y que inspiran a otros a sumarse.

Hace más de un año que junto a su pequeño hermano Nicolás y sus padres hacen plantines que luego los venden a sus familiares amigos y vecinos para recaudar fondos y comprar cacao y leche; que luego llevan al Banco de Alimentos Mendoza.

Eugenia es alumna del Colegio Vitivinícola del departamento de Maipú, Mendoza; institución que siempre apoyó la iniciativa de la niña.

La mamá de Euge es Nerina y le contó a El Ciudadano que su hija quiere colaborar para hacer un mundo mejor, porque veía niños que no tenían para comer y eso la entristece.

"En casa siempre hacemos plantitas como actividad familiar y las regalamos a familiares o amigos que vienen. Un día nos comentó que habían hablado de valores en la escuela, y al explicarle sobre los mismos surgió el tema de la solidaridad", cuenta orgullosa.

Ante la pregunta de su hija sobre que se podía hacer para ayudar a otras personas, es que pensaron en pedir una colaboración a sus amigos cada vez que regalaban un plantín y con eso comprar alimentos. "Tuvimos muy buena respuesta, e inmediatamente comenzamos a abrir los círculos: barrio, colegio, grupos de amigos, etc".

Nerina relata que cada tanto hacen una venta programada, para el Día de la Madre o el Día de la Primavera, "pero todos saben que tenemos plantas con este proyecto, así que cuando las visitas van a casa se llevan una al menos y colaboran".

El amor de Eugenia y su familia por los demás no tiene límites y ha logrado unir a los vecinos del barrio que se suman a las campañas de recolección de fondos para la compra de alimentos. "Este proyecto les encanta y lo disfrutan mucho cuando se acercan y Euge les explica sobre las plantas y cuidados", dice Nerina.

"Nosotros la apoyamos con orgullo y felicidad, es un sol. La ayudamos con la materia prima, tierra y macetas. Le ayudamos a ella y a Nico, el hermanito menor, a hacer los plantines y cuidarlos. Nico es un súper ayudante también. Y vale aclarar que todas las plantas que se venden son hijitas de las que tenemos en casa".

Eugenia y su familia entienden a la solidaridad como un valor para construir su familia y la sociedad. Es por eso que eligieron al Banco de Alimentos Mendoza para poder llegar a quienes más lo necesitan. "Llamamos y preguntamos qué es lo que más les cuesta conseguir, ya que con el dinero podíamos comprar lo que necesitaran; ellos nos dijeron que leche en polvo, así que con todo lo recaudado se compra leche y chocolate en polvo, porque Euge dice que no podemos llevarles leche y que no tengan chocolate".

Mientras, la directora ejecutiva del Banco de Alimentos de Mendoza, Lorena Troncoso, agradeció especialmente el gesto solidario de Eugenia, "en tiempos de emergencia social, donde no podemos parar, donde la vorágine del día a día nos atraviesa y supera; de repente aparece ella, tan simple y humana. Una niña que piensa en los que menos tienen, en sus pares, y que se moviliza hacia la acción concretando su donación de alimentos".

Troncoso contó que en momentos de necesidad siempre se encuentran personas "que aparecen en el momento indicado. Cuando la olla está vacía siempre aparece alguien que trae alimentos para llenarla".

"Estamos felices de que sea parte de Banco de Alimentos Mendoza, y que nos enseñe a humanizar lo que hacemos con sus pequeños grandes gestos. Gracias Eugenia, muchas gracias", finalizó.