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Portezuelo del Viento: una crónica de revanchas políticas e intereses mezquinos

La construcción de la represa pasó de un sueño posible a una nueva pesadilla frente a la decisión presidencial. El destacado jurista Miguel Mathus Escorihuela analizó la situación como uno de los máximos expertos en el tema, con una cantidad de información imprescindible

09 de junio, 2020 - 07:42

Luego de los sorpresivos anuncios presidenciales que significan un freno a la megaobra de Portezuelo del Viento, son diversas las voces que se han alzado contra tal medida, pero una de las más calificadas es la del doctor Miguel Mathus Escorihuela, especialista en Derecho de Aguas, que estuvo en el tema desde el mismo inicio.

Al respecto, resaltó con ironía: “Este proceso lo conozco desde la firma misma del tratado, en 1956, donde intervine como representante de la provincia, todos los demás están muertos, lo cual no es un mérito, pero me autoriza a hablar con propiedad y conocimiento de las cosas”.

En diálogo con CNN Radio Mendoza, Mathus Escorihuela señaló: “Lo primero que quiero señalar es la ignorancia supina que ha demostrado el presidente de la Nación en este asunto, con las declaraciones que ha hecho, y de su ministro del Interior y del secretario de Recursos Hídricos, porque estamos hablando de un problema que tiene 50 años de antigüedad, y que está definitivamente concluido después de todas las conferencias que se han hecho de las partes intervinientes, conferencias que han sido aprobadas por todas las provincias por leyes provinciales, y por el Gobierno de la Nación”.

Miguel Mathus Escorihuela

A partir de sus conceptos, pierden claridad las decisiones del Gobierno, máxime cuando agregó: “Además ya ha tenido principio de ejecución con todas las tareas que se han llevado a cabo, incluso con el laudo arbitral que finalmente dictó el presidente Macri hace un año y medio, lo cual pone punto final a cualquier clase de reclamo y es definitivo”.

 

Motivaciones ocultas

Sobre los cuestionados beneficios de la obra hacia la provincia, en detrimento de las que comparten la cuenca, también fue concluyente: “Hay que decir varias cosas. Esta es una obra de beneficio nacional, porque hasta dentro de unos 50 años, calculo yo, Mendoza no va a poder utilizar el cupo de 34 metros cúbicos por segundo de agua que le corresponden”, y a partir de allí, Mathus Escorihuela se animó a señalar otras posibles intenciones en la decisión presidencial. “Suena mucho a revancha por lo que ocurrió en el Senado, no le han dado acuerdo a los DNU, y también un chantaje para obligar a la provincia de Mendoza a votar la designación del doctor Rafecas como procurador de la Nación”, afirmó.

También fue claro al expresar sospechas sobre las motivaciones de La Pampa con sus permanentes objeciones a la realización de la represa: “Seguramente lo que quiere La Pampa es forzar para que Mendoza le ceda parte de las regalías que le corresponden por el uso de las aguas, lo cual es absolutamente improcedente. Las regalías hidroeléctricas que genera esta obra son propiedad exclusiva y excluyente de Mendoza, porque la fuente productora de esas regalías está en territorio de Mendoza, y también la cuenca, entonces este supuesto derecho de La Pampa es inexistente”.

Para el destacado especialista, “lo único que va a hacer es ahuyentar a todos los inversores y empresas extranjeras interesadas en intervenir en esta obra, que es en el contexto del país la obra del siglo”.

 

Beneficios para la Argentina

También agregó otro punto de vista, que tiene que ver con los beneficios inmediatos de la construcción, ya que según su criterio estos llegarían efectivamente con la segunda parte de la obra, que es el trasvase del río Grande al Atuel: “A Mendoza no la beneficia en nada, porque recién en 50 años cuando estén terminadas las obras de trasvase de Portezuelo del Viento al río Atuel no va a poder utilizar un solo litro de agua. Mientras tanto, las provincias aguas abajo, se están beneficiando con los 34 metros cúbicos de Mendoza sin reconocerle un peso, como tampoco nos han reconocido las regalías hidroeléctricas sobre el río Atuel que nos debe la provincia de La Pampa por el decreto ilegal que dictó el Gobierno de la Nación cuando era ministro del Interior el general Harguindeguy. Eso está en la Procuración del Tesoro hace tres años, y todavía no lo resuelve cuando tiene todos los dictámenes a favor de Mendoza”.

Vista de la presa proyectada.

Mathus agrega datos de otros estudio realizado, en este caso, por una prestigiosa universidad norteamericana, que apoya su punto de vista. “En el estudio que hizo el Instituto Tecnológico de Massachussets, a pedido de las provincias rivereñas, de altísima calidad científica y técnica, existe una cláusula en el convenio final que dice que la provincia de Mendoza inmediatamente puede iniciar el trasvase porque esto no va a alterar el régimen natural de escurrimiento del Río Colorado. Por otra parte, las obras de trasvase de los 34 metros por segundo al Atuel, exige la construcción de obras que van a demorar 50 años por lo menos, hay que hacer túneles, puentes, pequeños endicamientos, y además va a ver que adecuar el curso para que reciba estos caudales, tampoco se ha estudiado. Hay muchos estudios que realizar, entonces dediquémonos a lo que se puede hacer ahora, que es de provecho para la Nación, que es la construcción de Portezuelo del Viento”.

Finalmente, remarcó la cantidad de obras que se han hecho en el curso del Río Colorado, donde las otras provincias integrantes del COIRCO están obteniendo beneficios de los que nada comparten con la provincia donde nace la cuenca: “Las provincias aguas abajo lo están aprovechando, con el dique Rincón Colorado, con el puente dique que construyó en 25 de Mayo La Pampa, con el dique Casa de Piedra, y en el dique Saltos Andersen en la provincia de Buenos Aires, la única provincia que no está usando un solo litro de este río es Mendoza”.

Y cerró con una crítica hacia ese uso: “Por supuesto que no están aprovechando bien el agua, si usted va a recorrer la zona del dique 25 de Mayo, que podría regar 50 mil hectáreas, se da cuenta de que apenas están regando 15 o 20 mil porque no tienen cultura de riego, no saben utilizar el agua, da pena ver como se están perdiendo los caudales, es una pena ver cómo está el río Colorado hoy”.