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Paulina Gómez Gatto, una protagonista de las rutas argentinas

Con orgullo, perseverancia y decisión, las mujeres empiezan a decir presente en el transporte de cargas argentino, un universo donde en la actualidad no representan ni el uno por ciento

02 de marzo, 2021 - 19:29

Conducir un camión es una actividad que históricamente ha estado relacionada con el género masculino, aunque gracias a la diversidad de oportunidades poco a poco la situación se ha ido modificando.

Los cambios en la mentalidad social y la ruptura de patrones de conducta que se viven en la actualidad, generan más oportunidades y por eso se ven cada vez más las mujeres al volante de camiones que circulan las rutas argentinas. Ellas eligen esta profesión como alternativa de trabajo, pero también por pasión, y se lanzan a los caminos para transportar mercaderías de productores argentinos y extranjeros.

Una de ellas es Paulina Gómez Gatto, una mendocina de Fray Luis Beltrán, Maipú, que se encuentra en el grupo de graduadas en el programa ‘Conductoras’ y desde hace seis años descubrió su pasión por los camiones, pero desde hace dos tiene la licencia para conducir de forma profesional.

‘Conductoras’ es un programa de capacitación exclusivo para mujeres organizado por Scania Argentina, que tiene como objetivo lograr una mayor inclusión y acortar la brecha de género existente en el rubro, ya que actualmente sólo el 0,41% de las licencias profesionales emitidas corresponden a mujeres.

Consultada por El Ciudadano, Paulina contó cómo surgió la idea de convertirse en conductora profesional de autotransporte de carga. “Mi pasión por los camiones la descubrí hace seis años cuando nos compramos –mi marido y yo– el camión que tenemos en la actualidad”, explicó.

 “Un día me dijo ‘vos tenés que manejar’. Y lo miré sorprendida porque pensé que no iba a poder. Pero él me enseñó todo lo que sabe y me dio confianza y seguridad”, continuó.

“Por eso cuando salió lo del programa ‘Conductoras’ y quedé seleccionada, él estaba muy feliz y orgulloso, ya que ahora soy una profesional del volante. Necesitaba el empujoncito para poder creer en mí y decir ‘¡yo sí que puedo!’”, contó emocionada.

Al tener un camión propio y trabajar junto con su pareja, Paulina no tuvo que salir con currículum en mano a buscar trabajo, pero reconoce que “si bien el rubro es muy masculino, el mendocino es bastante apático en darle posibilidades a una mujer para que conduzca un camión, aunque eso está cambiando de a poco”.

“Tengo conocidas que se han tenido que mudar a otras provincias porque les han dado una oportunidad de poder estar al volante de un camión. Acá todavía estamos muy lejos de que las empresas le den posibilidades a una mujer, pero creo que eso va a ir cambiando con el tiempo”, dijo, y reflexionó: “Cuando se den cuenta que somos mucho más precavidas, responsables y cuidadosas en cuanto a la conducción, al manejo y mantenimiento de la unidad, seguramente tendremos más oportunidades”.

“No tiene mucho que ver que físicamente contemos con menos fuerza que un hombre; muchas veces es más razonamiento que fuerza, aunque sin dudas en cuanto a un camión se refiere, siempre es más forzoso este trabajo que cualquier otro, pero nada que una mujer no pueda hacer o que no pueda aprender”, expresó.

Y agregó que “muchos piensan que manejar un camión lo hace cualquiera. Pero no es solo llevarlo por la ruta, sino que además tenés que conocer los mecanismos y las tecnologías que te ofrece la máquina para hacer una conducción eficiente y eficaz”.

Al consultarle si el sueldo varía de acuerdo a si se es hombre o mujer, Paulina explicó que “los salarios son los mismos independientemente del género, y también fluctúan de acuerdo al transporte de mercancías a la que te dediqués”, ya que “no es lo mismo lo que te pagan cuando transportás cargas generales o mercancías peligrosas o si hacés viajes internacionales”.

El tener un trabajo que la lleva a estar fuera de casa necesita de toda una logística en cuanto a la organización familiar, y en ese sentido Gómez Gatto indicó: “Nosotros somos un cuarteto. Cristian, mi marido; Pierina, nuestra hija de 9 años, mi mamá y yo”.

“Cuando salimos de viaje mi marido y yo, nuestra hija se queda con mi mamá porque por la pandemia no puede viajar. Además, nosotros hacemos viajes internacionales; cuando no estaba la crisis sanitaria iba con nosotros en época de vacaciones y durante las clases se quedaba al cuidado de mi mamá. Por eso es que somos un cuarteto, ya que sin la ayuda de mi mamá yo no podría irme (porque) uno se tendría que quedar y el otro viajar”.

“Nuestros viajes son de 15 días afuera de casa, pero ya estamos muy acostumbrados y organizados”, contó la asombrosa mujer, y finalizó explicando que Pierina bautizó al camión con el nombre de Flor, “por lo que tenemos dos hijas”.

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