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Pandemia: los geriátricos mendocinos resisten como pueden

Las residencias de adultos mayores esperan por un proyecto de ley que regule al sector.

Por Redacción

28 de abril, 2021 - 07:47

Los geriátricos en Mendoza se encuentran frente a una difícil encrucijada ante la segunda ola por el coronavirus luego de haber sufrido el duro embate que durante 2020 los dejó maltrechos.

Así lo vienen denunciando tanto desde la Asociación Mendocina de Establecimientos Gerontológicos, AMEG, como de la Asociación Gerontológica Argentina, AGA, desde donde se hicieron eco de la problemática local.

Según Félix Eduardo Nallim, presidente de AGA, “los geriátricos mendocinos en este momento están en una situación muy difícil y así lo han comunicado públicamente desde la Asociación Mendocina. Desde que comenzó la pandemia se han visto muy afectados, primero, por el cansancio del personal y luego porque muchos han sufrido dentro de sus establecimientos la enfermedad lo cual los ha dejado muy debilitados funcionalmente”. 

 

 

“Por lo tanto han tenido una disminución de la cantidad de las personas institucionalizadas por fallecimientos. Y por otro lado han tenido un mayor consumo de insumos sanatoriales por lo que nadie se hace cargo debido a muchos de ellos no reciben subsidios”, explicó. 

En tanto, consideró como “bueno el trabajo que se viene realizando en la Legislatura de Mendoza para avanzar con una ley para los geriátricos. Puntualmente a través de la legisladora Marcela Fernández que ha mejorado el proyecto de ley”.

De esa manera Nallim hizo blanco en algunos de los puntos que los geriátricos de Mendoza vienen reclamando en cuanto a que se tenga en cuenta la actual falta de normativas de regulación de ese sector “acorde a los tiempos”, cargas impositivas distorsivas, siempre con el fin de prestar un servicio de excelencia a los residentes velando por sus derechos y calidad de vida.

Sin embargo el mendocino, también presidente de la Caja de la Salud Mendoza, reconoció que “hay que tener en cuenta que existe una situación socio económica nacional que hace que haya una retracción en la posibilidad de que las familias tomen la decisión de institucionalizar a sus seres queridos”. 

 

 

Porque “prefieren a veces tenerlos atendidos con personal a nivel domiciliario, que no es lo mejor, pero ocurre, y por otro lado el hecho de que no puedan visitarlos por las medidas protocolares hace que lo piensen mucho. Todo esto ocasionó una disminución de las internaciones en los geriátricos”.

Además reconoció que el personal que presta servicios en los geriátricos de Mendoza “está vacunado con la primera dosis.  Antes del primero de marzo desde el Gobierno de Mendoza habían anticipado que en esos lugares iban a recibir la primera dosis de la vacuna AstraZeneca. Y que iban a tener la cantidad suficiente para vacunar, cuando correspondiera, con la segunda dosis. Después sucedió que con la escasez de vacunas se prefirió vacunar a más personas con la primera dosis porque de alguna manera se estaba protegiendo a la gente. Por lo tanto la segunda dosis para los geriátricos aún no ha sido distribuida ni tampoco han avisado en qué momento la van a distribuir”.

 

Medidas de protección de los adultos mayores

Asimismo, Nallim, reflexionó acerca de las medidas preventivas para los mayores de 60: “son las mismas que se deben seguir para toda la comunidad. Usar en forma correcta el barbijo, no que nos cubra el cuello, sino que el barbijo nos debe cubrir tanto la boca como la nariz, desde el mentón, porque tiene una razón fundamental porque el virus se propaga a través de las gotas de la saliva, desde la boca y también desde la nariz. Y nos podemos infectar a través de la nariz, de la boca y de los ojos”.

Por esto último es que el profesional de la salud aconsejó que “se deben tener siempre las manos lo más limpias posible. Solo basta con usar agua y jabón que tiene una propiedad muy importante a nivel de la limpieza de la piel. Y por lo tanto no es necesario que todo el mundo esté usando todo el tiempo alcohol en gel”. 

“También es fundamental mantener la distancia física desde el metro y medio a los dos metros entre cada una de las personas y evitar las reuniones con quienes no son de nuestra cotidianeidad. Debemos mantener el contacto, en lo posible, con las personas dentro de la burbuja a la que pertenecemos. Esas son las medidas básicas que debemos cumplir”. 

Consideró la importancia de que “el Estado consiga la cantidad de vacunas necesarias para que todos estemos vacunados. Lo que representa a la necesidad más importante. Porque si estuviera la mayor parte de las personas en la Argentina vacunadas es posible que esta segunda ola que viene muy, pero muy mal, no estuviera produciendo el daño que está afectando y no solo a los adultos mayores, también a los menores de 60”.

 

 

La importancia de vacunarse

En cuanto a las personas que ya están vacunadas con las primeras dosis admitió que “se adquiere un cierto respaldo”. Pero que según lo que afirman los laboratorios fabricantes de las vacunas contra el coronavirus, “hay que tener las dos dosis. Algunos epidemiólogos hablan de un 50 por ciento de cobertura con una sola dosis y que con la segunda se adquiere el mayor porcentaje. Pero, así y todo, teniendo las dos dosis, siempre hay una ventana. Porque nunca una vacuna tendrá una efectividad de un cien por ciento”. 

“Esto quiere decir que es muy importante que la gente sepa, según una de las preguntas que más nos hacen a los geriatras, que cuando uno, por ejemplo, está vacunado contra la gripe y se enfermó, que vacunarse no significa que no te vas a contagiar, ya sea de esa enfermedad o en este caso de la COVID”, sentenció.

Según el médico, “lo que hace la vacuna realmente es evitar las complicaciones. Si uno se enferma tendrá un padecimiento leve y eso además evitará las graves consecuencias que requieran, por ejemplo, que nos internen en terapia intensiva y en definitiva evitará que muramos. Esa es la razón por la que hay que insistir en que nos debemos vacunar, pero siempre con las dos dosis. Esa es la verdad”.