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Mendoza pierde el 14% de la producción potencial por heladas y granizo

Los fenómenos climáticos han resultado un golpe muy duro en los distintos oasis productivos mendocinos. A nivel provincial la emergencia está decretada, y buscan ampliarla al nivel federal a través de un proyecto legislativo

03 de diciembre, 2020 - 07:38

Los productores de la provincia han sufrido las inclemencias del tiempo en carne propia, en una situación que año tras año se sucede sin solución. El cambio climático no solamente se manifiesta a través de la sequía y las continuas crisis hídricas, sino también a partir de tormentas que se vuelven más violentas y devastadoras, heladas tardías, y en su conjunto determinan cuantiosas pérdidas campaña tras campaña. Para ponerlo en cifras, las últimas heladas tardías, por ejemplo, afectaron un área de 38.187 hectáreas, es decir un 13% del área productiva, las que tuvieron pérdidas casi totales en su producción.

La provincia ya declaró la emergencia agropecuaria, que facilita a los productores afrontar, mediante diferimientos o exenciones, las cargas tributarias que corresponden a su nivel, pero en lo que hace a lo federal, la situación es distinta.

El diputado nacional Federico Zamarbide, junto al resto de los legisladores mendocinos del bloque opositor, presentaron un proyecto que propone declarar esa emergencia, que está en concordancia con el decreto del Gobierno provincial en ése sentido, y apunta a ayudar a los predios rurales que sufrieron pérdidas en sus cultivos.

En diálogo con CNN Radio Mendoza, Zamarbide brindó detalles de la propuesta: “Los seis diputados nacionales de Juntos por el Cambio de Mendoza hemos presentado el proyecto de ley para declarar la emergencia agropecuaria para los productores, por las heladas tardías de septiembre”, y seguidamente trazó un panorama de la situación: “Tuvimos en la provincia 38 mil hectáreas dañadas, el daño más fuerte fue en el oasis sur, por ejemplo, en San Rafael tuvimos 11.453 hectáreas afectadas”.

Además, agregó: “Para poder dimensionar un poco el contexto, la provincia de Mendoza perdió, en los últimos diez años, el 14% de la producción potencial por contingencias, heladas y granizo”. En un contexto permanente donde la rentabilidad del agro es muy baja y los costos crecientes, sumar esta pérdida como situación estructural da una verdadera dimensión de las dificultades que afrontan año a año los productores rurales. Muchas veces se confunde emergencia con desastres, porque la diferencia es una cuestión meramente numérica.

Zamarbide explicó: “Nuestra solicitud es para emergencias y desastres, porque la diferencia entre ambos para el productor es el porcentaje de daño que tuvo. Entra en emergencia cuando tuvo un 50% de pérdida en su capacidad productiva, y con más de 80% entra en la categoría de desastre”. En ambos casos, tanto la ley provincial como nacional prevén distintos mecanismos de ayuda. Unas son directas, por ejemplo, acceso a subsidios para recuperar la capacidad productiva, ayudas crediticias, y otras son a través de prórrogas en los vencimientos de impuestos nacionales y supresión de impuestos nacionales, una serie de herramientas de ayuda a los productores damnificados.

 

Modificar la ley de emergencia

Pero además de solicitar la aplicación, también se ha presentado un pedido para la modificación de la Ley Nacional de Emergencia Agropecuaria. Según el legislador, es para que “la crisis hídrica nuestra, la escasez de agua, sea considerada también una posibilidad de que sea declarada la emergencia agropecuaria, porque consideramos injusto que si en la Pampa Húmeda no llueve un productor entra en emergencia, pero si en los oasis nuestros no llueve –no solo en Mendoza, también en Río Negro– eso genera un daño productivo, y sin embargo no pasa nada, el productor no tiene una asistencia del estado para ayudarlo”.

Entre los considerandos del proyecto también se adjuntó un detalle de todos los distritos afectados y las cifras cuantitativas de ese daño. El dirigente explicó, al respecto, que “mirando la cantidad de distritos afectados se van a dar cuenta de que esto tiene una posibilidad de derrame negativo muy fuerte en la provincia, porque no solamente se afecta el productor, sino toda la mano de obra que la finca genera, y eso se siente mucho en el comercio, es muy distinto el movimiento en los pueblos cuando hay cosecha que cuando no la hay es toda la cadena de trabajo que se detiene, cuando hay zonas que tenemos daños del 100%”. Otro punto de los pedidos tiene que ver con la situación del fondo de emergencia, congelado durante más de dos décadas en un país de inflación galopante y devaluaciones permanentes. Zamarbide agregó, al respecto: “También proponemos aumentar el dinero destinado al Fondo Federal de Emergencia, que es el fondo que financia toda esta ayuda en todo el país.

Actualmente está planchado en $500 millones desde el año 1998, y nosotros lo pasamos a 90 millones de UVA, Unidades de Valor Actualizable”, para que tenga una actualización automática en el presupuesto. Esta cifra, a valor de hoy, son aproximadamente $5.600 millones, que estarían disponibles para ayudar a los productores agropecuarios de toda la Argentina. “En un país donde el sector agropecuario tiene tanto peso en el Producto Bruto Interno y aporta tanto, también es justo que en aquellas zonas en que hay una dificultad, se lo pueda asistir”, reflexionó el diputado, y agregó: “Estos son los mecanismos de la resiliencia, cuando hablamos de la adaptación al cambio climático, significa diseñar desde un estado inteligente todas estas cosas, como nos adaptamos a los cambios que inevitablemente llegan”.

Vale agregar que el proyecto ha cosechado apoyos, pero también se pide que el Ministerio de Agricultura lo saque por decreto, por ello el Gobierno de la provincia también solicitó, a su vez, que salga esto por la vía ejecutiva. Y la modificación de la Ley de Emergencia también cosecho firmas de adhesión desde distintos bloques y lugares geográficos.