Mendoza oficializó cambios en el calendario escolar y en las evaluaciones
Mediante una Resolución publicada en el Boletín Oficial, se dejó sin efectos los cierres del primer trimestre y del primer cuatrimestre
El Gobierno de Mendoza realizó modificaciones en la educación en medio del contexto de la pandemia por coronavirus.
En el Boletín Oficial de este martes se publicaron dos Resoluciones que cambian algunas reglas preestablecidas, como la del calendario que había sido aprobado el 22 de enero. De esta manera se deja sin efecto las fechas de cierre del primer trimestre y del primer cuatrimestre proyectadas para el ciclo lectivo en curso.
Además en el artículo 3, se quita presiones sobre la situación de los alumnos atendiendo a las dificultades "derivadas de la situación contextual al haber tenido algún impedimento para conectarse con los docentes o al haber sostenido con ellos una trayectoria educativa discontinua y de baja intensidad en el formato no presencial".
Esta normativa, además, obliga a los docentes a cargar la información digital en el sistema GEM, "como instrumento oficial y esencial del seguimiento de las trayectorias de cada estudiante de acuerdo con las especificaciones determinadas en la presente norma y sus anexos".
Con respecto al ausentismo por parte de alumnos se dispone que las autoridades de los establecimientos deban a activar los procedimientos disponibles para conocer las causas. Luego los directivos deberán poner en funcionamiento las estrategias necesarias para restablecer el vínculo entre el estudiante y la escuela.
Ausente no computable
Será para las situaciones en las cuales no es posible sostener el vínculo del alumno con la escuela, basados en la vulnerabilidad del contexto que padece el joven. Es por eso que su ausente se consignará en el sistema GEM como "no computable".
El mismo será valorado únicamente como un indicador que le garantizará al estudiante el acceso a los dispositivos de organización que se disponga.
Educación en tiempos de pandemia
La Dirección General de Escuelas brindó una serie de criterios pedagógicos para orientar la evaluación educativa, a saber:
- Se deberá priorizar la evaluación atendiendo a su carácter continuo, formativo e integrador, a partir del diagnóstico y las actividades desarrolladas durante este periodo.
- El contexto de trabajo no presencial requiere focalizar en aprendizajes prioritarios a fin de fortalecer la tarea de los estudiantes y generar oportunidades de devolución y seguimiento.
- Para asegurar aprendizajes de calidad, los docentes deberán ofrecer a los estudiantes y/o a sus progenitores/adultos responsables, retroalimentaciones formativas, en que comunicarán la forma en que las actividades impactan en sus avances, mejoras y logros para que éstos puedan actuar en función de ellas mejorando sus aprendizajes.