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Mendoza expresó su preocupación por el cierre de las exportaciones de carne

En una reunión con parte del gabinete económico, el ministro Enrique Vaquié analizó el alcance de esta decisión del Gobierno nacional sobre la actividad productiva mendocina. La medida representa un impacto negativo de 24% en los ingresos directos de más de 3.600 productores, señalaron desde el Ministerio

20 de mayo, 2021 - 08:13

La medida dispuesta por el Ejecutivo nacional de cortar las exportaciones de carne por un mes causó fuertes repercusiones en los sectores productores, que llegan a la medida de fuerza por nueve días que llevará adelante el agro.

En ese contexto, el ministro de Economía y Energía, Enrique Vaquié, convocó a parte de su gabinete a los efectos de evaluar el impacto que puede generar en la actividad ganadera provincial dicho cierre.

Junto al titular de la cartera económica local, se hicieron presentes el subsecretario de Agricultura y Ganadería, Sergio Moralejo, y el director provincial de Ganadería, Damián Carbó. Los funcionarios hicieron un balance del impacto que se espera en el sector tras conocerse esta nueva restricción.

En este sentido, Vaquié comentó: “El incremento internacional del precio de la carne se da en todos los países del mundo. Un ejemplo de ello puede ser Paraguay, Uruguay o Brasil, donde el incremento de los montos es similar al nuestro, mientras que los niveles de inflación anual son del 2, 6 y el 8%, respectivamente. El problema de nuestro país tiene que ver con la inflación y no con el precio de los bienes”.

 

 

“Esta medida viene a generar serios inconvenientes a la provincia. En inversiones a largo plazo, como lo es la cría de ganado, importa mucho el precio esperado y, la última vez que se tomó una medida de estas características, se extendió por un lapso de diez años generando un desánimo muy importante en los productores. El Gobierno nacional debería pensar mejor la medida porque es muy claro el perjuicio que tiene y no están claros los beneficios que puedan tenerse a corto plazo”, resaltó Vaquié.

Por su parte, el subsecretario Moralejo señaló: “La política nacional, con esta medida, está eligiendo ganadores y perdedores. No vemos relación con el enorme incremento que han tenido las petroleras en sus ingresos, donde parece que ahí no se pone el ojo. A su vez no se toma esto en cuenta a la hora de evaluar los costos productivos de la actividad vinculados a la logística y a toda la cadena de producción”.

El funcionario recordó las consecuencias que trajo la última experiencia en Argentina con una medida de estas características: “Entre 2005 y 2011, el cierre de las exportaciones terminó con la pérdida de 12 millones de cabezas de ganado. A esto se sumó una importante pérdida de puestos de trabajo y, como si fuera poco, la pérdida de mercados que habían sido ganados con muchísimo esfuerzo y el no ingreso de divisas”.

Por último, Moralejo remarcó que esta medida desalienta la inversión en un sector que ha venido mostrando señales claras de crecimiento y con medidas de apoyo y acompañamiento por parte del Gobierno de Mendoza con programas como ‘Mendoza Activa’, inversiones en infraestructura, la puesta en funcionamiento de una nueva línea de financiamiento a través del Fondo para la Transformación y el Crecimiento. “Esta medida genera un daño muy importante a las políticas públicas que hemos venido implementando para que el sector pudiera seguir expandiéndose como lo venía haciendo”.

 

Impacto directo y negativo

Consultado el titular de Ganadería sobre si esta medida afecta a la provincia, comentó: “Si bien la provincia hoy por hoy no está exportando carne de forma directa, sí lo hace a través de terceros. Por motivo de esta medida, casi de manera instantánea, debió suspenderse un remate que iba contar con más de 9 mil cabezas. Un remate de estas características es muy difícil para nuestro nivel de producción y gracias al constante crecimiento de la actividad se había logrado alcanzar esta cifra”.

Carbó hizo hincapié en que esta medida genera pérdidas económicas importantísimas que “los remates requieren de mucha preparación y el tener que suspenderlos genera gastos muy importantes para el productor. A esto se sumó una importante baja en el valor de los animales en pie. Estos dos ejemplos concretos muestran, a las claras, el efecto negativo de esta decisión”.

Carbó compartió, a modo de ejemplo, una tabla donde se pudo observar cómo impacta la medida en un pequeño productor –la gran mayoría– ganadero: “Con un nivel de vida tipo clase media y un ingreso mensual promedio de $120 mil, la medida reduce sus ingresos netos en 24%, lo cual lo deja muy cerca de la línea de pobreza. Esta decisión viene a golpear a los productores en general, pero tendrá un efecto mucho mayor en aquellos más pequeños”.

 

La medida

La suspensión de las exportaciones se dio a conocer luego del comunicado oficial emitido desde el Ministerio de Desarrollo Productivo de la Nación, a cargo de Matías Kulfas, el lunes pasado.

La decisión responde a “un aumento sostenido del precio de la carne en el mercado interno”, por lo que se “decidió la instrumentación de un conjunto de medidas de emergencia tendientes a ordenar el funcionamiento del sector, restringir prácticas especulativas, mejorar la trazabilidad de las exportaciones y evitar la evasión fiscal en el comercio exterior”.

 

El paro del campo

Carlos Achetoni, presidente de la Federación Agraria Argentina e integrante de la mesa de enlace, fue consultado por el paro del campo tras la medida de suspensión de exportaciones.

Ante los micrófonos de CNN Radio Mendoza señaló: “Son medidas que han generado gran malestar, no he visto nunca una coincidencia unánime en repudio y al pedido de accionar gremiales. Lo que hacemos es un llamado de atención fuerte, enérgico y con mucha bronca. No pueden seguir tomando decisiones sin diálogo, el diálogo se da siempre detrás de decisiones que no entendemos y nos implican un gasto innecesario. Argentina necesita tener un entendimiento, unificación para salir. Pero tomando medidas que fueron tan nefastas en el pasado y el pequeño y mediano productor fue el primero que desapareció. Se redujo el plantel de ganado, de productores, se perdieron empleos, tuvieron que cerrar un montón de frigoríficos. Con este cese se genera una pérdida de $240 millones. Es difícil poder entenderlo.

“Nosotros apostamos a que haya diálogo responsable y que abordemos el tema. Sinceramente los escenarios del 2008 al 2021 en la Argentina son absolutamente distintos. Sería muy necio del Gobierno no escuchar y no intentar buscarle soluciones”, concluyó el dirigente.