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Más de 400 denuncias en la fiscalía de delitos económicos

Se registraron entre 20 y 30 exposiciones diarias, tratándose mayormente de estafas, o de personas que sufrieron delitos en alguna transacción utilizando las plataformas de redes sociales y telefonía. Los especialistas mencionan, de todos modos, que una gran mayoría de estas defraudaciones no se denuncian

Por Redacción

24 de marzo, 2021 - 07:38

El delito no se detiene pese a que gran parte de la sociedad entró en modo pausa durante mucho tiempo, a partir de las restricciones impuestas por los gobiernos como modo de combatir los contagios de coronavirus. En algunos casos, aumentaron flagrantemente, como es en los femicidios y en casos de violencia de género. En otros, el ingenio de los malvivientes encontró nuevos modos de accionar, a través de transacciones que se llevan adelante por las redes sociales, que muchas veces terminan en un robo, y están absolutamente desaconsejadas por los expertos.

El tema fue abordado en CNN Radio Mendoza, donde el jefe de la Unidad Fiscal de Delitos Económicos, Sebastián Capici, explicó: “Los números al día de fecha, y retrocediendo desde un mes a esta parte, hemos recibido 400 denuncias, un promedio que supera las diez denuncias por día”. Además, el especialista dejó en claro que son “números aproximados de la realidad, porque siempre se denuncian solo algunos hechos. La cifra negra siempre supera la cifra formal de denuncia y esto tiene que ver con la naturaleza del delito que significa que las personas han actuado de manera equivocada o engañadas, y opera la vergüenza muchas veces como un obstáculo para que se formulen las denuncias”.

Capici también aclaró que, muchas veces, “quedó del delito tentado, es decir, la persona se dio cuenta que la estaban engañando y cortó la comunicación”, y agregó: “Esos hechos no se están denunciando, lo que tenemos ciertamente asegurada, con estos números, es la cantidad de hechos que se consuman y donde las personas levantan el velo de la vergüenza y formulan la denuncia judicial”.

 

Delito cambiante

Es importante destacar que, en este tipo de defraudaciones, las metodologías van cambiando, y siempre se aprovechan cosas del momento, como el pago de algunas subvenciones por el Estado, nuevos servicios para personas ancianas, o novedades del mercado cambiario. Para el jefe de la Unidad Fiscal de Delitos Económicos: “La metodología del delito se ha ido ajustando a la circunstancia de lugar, tiempo y modo. Arrancamos hace un año con el Ingreso Familiar de Emergencia (IFE) o estos engaños del programa nacional de ayuda, entonces, el modo estaba basado en sostener la posibilidad de que la persona recibiese este subsidio”.

En cambio, “hoy, donde tenemos una movilidad casi normal, atenuada, ha mutado el ardid al encuentro a través de las redes sociales para compra venta, oferta y demanda de bienes varios, y después la concreción puede ser en la vía pública o en el domicilio de una persona”.

 

Cuidar los datos

También se hace especial hincapié en “la compra y venta de productos publicados a través de Facebook, donde el vendedor informa un número de cuenta, y el supuesto autor del ilícito engaña con la supuesta transferencia de dinero que no ha realizado y de esa manera pesca la clave del supuesto vendedor y comete el ilícito a través del engaño”. Está claro que esa red no es un sitio especializado en transacciones, lo que determina que no haya el nivel de garantías de los sitios específicos de mercados digitales. No obstante, eso es usado cotidianamente y, en algunos casos, sin tener clara conciencia del peligro que entraña.

También dejó un dato clave para interpretar que puede tratarse de una estafa: “Hoy el argumento predilecto de los delincuentes es decir que la transferencia no ha podido ser concretada porque el vendedor del producto tiene un problema en su cuenta, o el comprador”, entonces argumentan ese supuesto impedimento para que la venta se concrete, y advirtió: “Ante la urgencia de una persona de vender un producto, lo que hace es transmitir las claves, y de esa forma, con esa clave, el delincuente genera un préstamo o transferencia de todos los fondos”, en un tipo de maniobra que se ha repetido mucho y que deja a las víctimas con pocas herramientas para su defensa.

“En este caso de compra venta de productos en Facebook –continuó Capici– no tenemos una franja etaria muy marcada. Hablamos de personas que están asiduamente en el comercio vendiendo, sea propio o de terceros. Hablamos de personas jóvenes que intentan vender un producto, no hablamos de adultos mayores. La necesidad y muchas veces el descuido termina generando que caigan víctima del error producto del engaño”.

 

El consejo

Finalmente, el especialista explicó: “Las recomendaciones son tomarse un momento frente al planteo de urgencia de la otra parte. Cuando la otra parte nos apura, pensar que las claves y números de cuenta son personales, toda información que tiene que ver con los datos bancarios habla de nuestra propia billetera, nuestro patrimonio, y así como solemos poner rejas en casa y cerrar con llave, tenemos que aprender a tener las precauciones de las informaciones bancarias”.

Concluyó en que, entonces: “Si nos vienen a apurar y decir que si no pasamos los datos vamos a perder dinero, pensemos un segundo, llamemos al banco, a la Policía y nos daremos cuenta que ese apuro es un ardid que emplean los delincuentes para hacernos dar esta información que es personal. Las claves bancarias son personales y si las damos estamos dando la billetera a los delincuentes”.