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La pobreza multidimensional alcanza al 36,7% de la población en Gran Mendoza

Un estudio elaborado por el Observatorio de la Deuda Social de la Universidad Católica Argentina, sede Mendoza, evaluó los niveles de pobreza en sus distintas variables. La estructural alcanzó al 12,4% de los mendocinos

Por Redacción

28 de abril, 2021 - 11:35

 

Los índices de pobreza, elaborados por distintas instituciones públicas y privadas, marcan con claridad meridiana cómo se ha ido deteriorando, a lo largo del tiempo, el nivel de vida e ingresos de los argentinos. De aquel país que hace 50 años tenía números equiparables a Dinamarca, a este que se sumerge en cifras muy lejanas al anhelado primer mundo, muchas cosas han pasado, pero las curvas siempre son descendentes, salvo contadas excepciones, y nuestra provincia también exhibe las mismas condiciones.

Diego Santamarina, investigador del Observatorio de la Deuda Social Argentina de la UCA, sede Mendoza, dialogó con CNN Radio Mendoza para brindar más precisiones de los datos obtenidos: “El observatorio viene trabajando desde hace muchísimos años en forma muy seria con los números de la pobreza y la indigencia en Argentina, y hace poquito, aprovechando que la UCA tiene acá una sede, hemos inaugurado la sede Mendoza para tratar temas regionales”.

El trabajo en cuestión es el debut del Observatorio en la provincia, entonces, y el especialista indicó: “En este momento lanzamos el primer informe, que es sobre el Gran Mendoza. Tenemos encuestas de San Rafael, de la ciudad, de toda la región, pero en este particular hemos enfocado el Área Metropolitana, y ahí los datos están dando que la pobreza multidimensional daría en el año 2020 el 36,7% para personas, y si consideramos los hogares como todo un núcleo, es el 28,4%”.

 

Multidimensionalidad

Mientras que cuando se habla de economía se habla de pobreza, de indigencia, como términos a secas, las mediciones del Observatorio incluyen una mirada y un análisis más complejo. De ahí que en su terminología aparezcan la multidimensionalidad o la idea de pobreza estructural.

Santamaría explicó claramente por qué el uso de estas terminologías, derivadas de la cantidad de factores que incluye su análisis y no son relevados en otros estudios: “Nosotros estamos acostumbrados a recibir datos del INDEC, que sigue siendo la agencia oficial, pero la pobreza y la indigencia que recibimos de ellos tiene en cuenta solamente temas monetarios. Bajo la visión del Observatorio de la UCA, además de lo monetario, tenemos en cuenta déficits de derechos que tiene la gente y los hogares que habitan. Tenemos en cuenta cuestiones de salud, de alimentación, de servicios básicos, vivienda, medio ambiente, educación, empleo y seguridad social, es decir, cuando una persona tiene problemas de ingresos y además en alguna de estas seis dimensiones de derechos, ahí decimos que es pobre multidimensionalmente, no solo de ingresos, sino de tener al menos una de estas carencias”.

Además, agregó: “Si tiene tres o más carencias, ahí le llamamos pobreza estructural, equivalente a la indigencia, o sea, la pobreza llevada a un extremo”, explicando el otro campo mensurado en el estudio.

Además, hay otro indicador que es preocupante. Queda explicado cuando afirma: “En el informe, lo que hacemos es diferenciar estas pobrezas según estratos sociales. El núcleo duro se nota en los estratos muy bajos, socioeconómicamente hablando, tienen unos niveles de pobreza estructural muy altos y muy estables, no hay bajas en este sentido”, dejando en claro que la evolución de estos sectores es creciente, en lugar de suceder lo contrario pese a los esfuerzos que se hagan en ese sentido”.

Finalmente, Santamarina se refirió a los objetivos del nuevo observatorio y sus informes: “Lo que queremos con estos informes, más allá de los números y las comas, que podemos discutirlas, es brindar a los políticos herramientas, que tienen que recibir esta información y dar respuestas, a algo que es meramente académico y duro, y, a partir de ahí, construir entre todos”.

También afirmó: “Festejamos, de alguna manera, que tengamos un nuevo centro de investigación, y las conclusiones que tenemos son comparativas con el resto del país. Observamos tendencias similares, crecientes. Crece lamentablemente el nivel de pobreza e indigencia, se sitúa a niveles altos y, así y todo, Mendoza se encuentra un poco mejor que el total del país. Esa sería la conclusión general”.

Y yendo más a fondo en ese punto, recalcó: “Incluso alguna de esas dimensiones de derechos que analizamos, acceso a salud y demás, vemos que en Mendoza no empeoró en los últimos años. Si bien en la Nación hubo un empeoramiento, en Mendoza, hasta en algunos casos, mejoró”, y para ejemplificar resaltó: “La dimensión de salud, que nos interesa actualmente, el déficit se ha reducido, la gente sintió que estuvo más protegida”.