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La oportunidad histórica de liderar el cambio

Mendoza tiene un ecosistema de emprendedores comprometidos con el triple impacto y la mejora de la sociedad y el medio ambiente a través del compromiso empresario. Uno de ellos es Rafael Kemelmajer, recientemente premiado por el CEM

29 de noviembre, 2021 - 07:28

Rafael Eduardo Kemelmajer fue premiado por el Consejo Empresario Mendocino (CEM) en la categoría “Liderazgo, compromisos, innovación y logros en sustentabilidad ambiental y/o social y/o económica”. Economista y magister en Administración de Negocios Digitales, es co-fundador y gerente general en Quinto Impacto, empresa cuyo propósito es el desarrollo de innovaciones tecnológicas de triple impacto desde la integración social. 

El desempeño galardonado tiene que ver con su actuación como eslabón entre las escuelas de programación y las grandes software factories, y con ello logró, el año pasado, que 25 personas que provienen de diferentes situaciones sociales y económicas obtengan su primer oficio digital, como programadores de software, desarrollando aplicaciones y plataformas, alineados a los Objetivos de Desarrollos Sostenibles. 

Rafael analizó el premio y también su tarea en diálogo con el programa Estudio Económico, de la 91.7: “Es un gran desafío. Por supuesto, siempre emprender es un desafío en cualquier parte del mundo, y tenemos oportunidades también al hacerlo en la región”. La ética de trabajo que sostienen se basa, en sus propias palabras: “Creemos en que es la innovación económica para el bien común, que hoy desde los negocios se pueden generar soluciones. Esto no es responsabilidad social empresaria, sino crear modelos de negocios donde el negocio sea resolver esta problemática”. 

En su caso, hacen desarrollos tecnológicos para organizaciones que necesitan aumentar su impacto, sean organizaciones sociales, universidades, gobiernos o empresas que necesitan resultados positivos, tanto ambientales como económicos, pensando desde la integración social. “Es decir, buscamos a personas fuera del mercado laboral digital, y junto a Quinto Impacto, tienen su primer oficio digital. Hoy somos una especie de eslabón entre escuelas de programación y grandes software factories”, amplió. 

“Los chicos y las chicas entran en Quinto Impacto, haciendo su primer desarrollo, de esa forma se integran el marco laboral, y después pasan a trabajar también en diferentes empresas en el mercado de la economía del conocimiento, un mercado que paga salarios muy altos, por lo tanto, una vez que ingresan, cerca del año y medio o los dos años, empiezan a ganar salarios promedio de $200.000”, resumió Kemelmajer. 

También trabajan junto a ‘Nuestra Mendoza’, que es una sociedad civil que trabaja por ciudades más justas democráticas, sostenible, y transparente, y a favor de la participación ciudadana. Es que, según su apreciación: “Las grandes problemáticas en el mundo no las resolvemos únicamente con los liderazgos políticos públicos, sino que necesitamos también el compromiso en las academias, de las organizaciones sociales, de las empresariales y de los ciudadanos”. 

El empresario deja una profunda reflexión para entender esta visión del mundo: “Suelo plantear que posiblemente estamos en mejor momento de la historia para nacer como humanos, porque nunca tuvimos tantos derechos y tantas oportunidades como tenemos hoy, nunca tuvimos tanto acceso a la educación, tanto acceso a la salud, a la tecnología. Pero si fuéramos un pez, un árbol, un pájaro o cualquier otro ser de este planeta, estaríamos en el peor momento de la historia para existir, y eso es parte de los grandes desafíos que tenemos que resolver entre todos juntos”, afirmó, refiriéndose al desarrollo sostenible, a la problemática del cambio climático, entre otros problemas.

A partir del trabajo que realizan, dan cuenta de la magnitud de los cambios que se vienen, inéditos en la historia de la humanidad, y de los cuales da muestra este tiempo de pandemia. Por ello, sostiene que quienes “no tengan la posibilidad de adaptarse fuertemente, rápidamente a esos cambios”, pueden quedar fuera del sistema, lo que considera “uno de los principales desafíos, para lograr hacer eso tenemos que derrumbar fuertes doctrinas y fuertes paradigmas que traemos hace muchos años, de cosas que creíamos que era imposible hacer y ahora vemos que son posibles, y lo lindos que estamos viendo que hay cosas que suceden desde Mendoza, es decir, en Mendoza tenemos personas, chicos de 24 a 27 años, que se están preparando para ser astronautas, que están preparando robots para hacer minería lunar, que están buscando soluciones en el mundo, es decir, hoy no hace falta irse a Suiza para ser parte. Sabemos que estamos en un país que tiene las complicaciones económicas y políticas que todos conocemos, pero, a la vez, esta interacción que estamos teniendo con el mundo, la posibilidad de acceder a las tecnologías y al conocimiento, entonces puedo tener una mirada positiva”.

Esa visión no descarta las realidades duras, que también reconoció: “Hay personas que hoy no reciben el alimento mínimo y básico para poder desarrollar su mente, los que no tienen ni siquiera Internet, que no tienen acceso a la salud. Las personas que hoy están en los penales, el 90% van a volver a la sociedad y no están preparadas para hacerlo, no los estamos preparando para hacerlo, entonces hay un lado negativo, lo bueno es que también tenemos la capacidad de trabajar para solucionarlo, creo que tenemos que aprender a generar energía para activar las luces de esos problemas, y no generar más problemas”. Para ello, destacó: “Hoy, cuando creamos una empresa que el único fin que tiene es el aumento de la rentabilidad, sin importar el impacto ambiental o social que tiene esa empresa, estamos generando más problemas. Para solucionar problemas de gran escala, personalmente conozco tres grandes caminos, uno son las políticas públicas; la segunda, tiene que ver con la innovación económica para el bien común, que está un poquito en lo que contaba, como cambiamos desde los estatutos de las empresas y la genética del capitalismo, maximizando el impacto positivo ambiental, social; y la tercera, es la ciudadanía. La ciudadanía puede generar grandes cambios, la participación ciudadana”.

Finalmente, llamó a “comprometernos todos y entender que todos podemos ser parte de esos cambios, estamos en el lugar donde los desafíos son enormes. Las necesidades las tenemos en la esquina, no tenemos que irnos a África. Simplemente, quien salga a caminar encuentra un montón de estos problemas, lo que tenemos que lograr es la autoestima colectiva para darnos cuenta que, todos juntos, podemos solucionar eso, y lo bueno que estamos teniendo ejemplos de esto”. 

“No es un sueño, son cosas palpables que las podemos ver”, afirmó en el cierre, con un ejemplo que todos conocemos: “José de San Martín fue gobernador esta provincia, y desde acá se formó el Ejército de los Andes. Cuando se formó el Ejército, Mendoza tenía más pobreza que la que tenemos ahora y, sin embargo, con lo poquito que tenían los ciudadanos ayudaron a formar ese Ejército de los Andes, para la libertad, no de Mendoza, sino para la libertad de otros. Podemos ser fuente de inspiración, simplemente nos tenemos que comprometer absolutamente todos, porque es la única forma de salir adelante”.

Además de lo contado, Rafael Kemelmajer es co-fundador y director en Epiliquid, empresa de base científica para la detección temprana de cáncer por medio de biopsias líquidas, empresa invertida por CITES. Es Socio en COEF Digital App, para la disminución de CO2 y la optimización en el sector de la construcción.