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La baja 'obligatoria' de una mujer policía llegará a la Justicia

El abogado de una exagente policial de la Zona Este que fue despedida, presentará una medida cautelar para tratar el caso

16 de julio, 2020 - 10:04

La ‘baja obligatoria' de Cintia Lucero como agente de la Policía de Mendoza volvió a generar revuelo provincial en torno a la Fuerza. La resolución dictada por el Ministerio de Seguridad en febrero de este año se basa en el informe de una junta médica que determinó que la mujer de 38 años no es apta para la función, situación que fue apelada por el abogado de la joven, que desde esa fecha se encuentra sin cobrar nada y sin cobertura de obra social siendo que posee una enfermedad coronaria producto de un infarto.

El caso de Lucero tomó estado público y más allá del reclamo laboral, la mujer realizó graves denuncias de hostigamiento dentro de la Fuerza (se desempeñaba como auxiliar en el departamento Junín desde 2006), situación que ya comenzó a ser investigada por la Inspección General de Seguridad, conocida como IGS.

El Ciudadano dialogó con Arturo Erice, abogado de la mujer, y este hizo hincapié en la desidia por parte del Estado para con la expolicía. “Nosotros presentamos un recursos administrativo pidiendo la suspensión de dicha resolución de baja pero no obvtuvimos ninguna respuesta por parte del Ministerio. Cintia fue abandonada, sin siquiera cobrar su salario ni tener obra social para costear los medicamentos que debe tomar por tener una enfermedad coronaria, es un claro caso de violencia institucional porque ella cumplía funciones administrativas previo a su baja y en la resolución habla de que no está apta para tareas operativas”, expresó el letrado.

Al no tener respuesta por su presentación formal, Erice reconoció que hoy irá a la Justicia para presentar una medida cautelar innovativa. “Es una medida que busca mejor la situación actual de la persona hasta que se resuelva el problema de fondo, que es el recurso para exigirla suspensión de la baja”, señaló el abogado.

 

Denuncias de hostigamiento

Cintia Lucero, esposa y madre, ingresó a la Policía en el año 2006 y dentro de su experiencia laboral confesó que sufrió hostigamiento por parte de sus superiores, uno de ellos con rango de subcomisario. De acuerdo a lo detallado por la mujer, cuando su hermano se suicidó – también era policía–, “mi jefe, de manera verbal, me ordenó que yo debía estar junto a mis compañeros en el lugar del hecho, yo opté por irme con mi hermano al Hospital Central porque aún estaba vivo. Él falleció en Mendoza y fue trasladado a la Morgue, situación en la que yo pedí que me ayudaran a volver a Junín pero nadie me ayudó, por lo que tuve que venirme dentro de la morguera”.

Luego de la pérdida de su hermano, Lucero sufrió un infarto y al poco tiempo debieron operarla. Su cuadro de salud no le permitía realizar tareas policiales operativas, por lo que comenzó a hacer funciones administativas hasta la confirmación de su baja.

Ante esta situación, la IGS inició una investigación dentro de la Fuerza. “Vamos a tener en cuenta quién decidió esa orden y quién le determinó para que realice la pericia. Eso no solo está en el libro de novedades, sino también está en el sistema CEO, son todas las órdenes que se realizan en la radio y se deja constancia”, señaló Marcelo Puertas en un canal televisivo.

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